Dilemas del bono: puntos clave del decreto y cruces intergremiales

El presidente Mauricio Macri firmó el decreto 1043/2018 en el que asignó una suma no remunerativa de 5 mil pesos para trabajadores en relación de dependencia del sector privado. Para los primeros, el 50 por ciento del “bono” se pagará con los salarios de noviembre, a cobrarse en diciembre, y el resto con los salarios de enero, a cobrarse en febrero.

El bono de fin de año, aceptado por la cúpula de la Confederación General del Trabajo (CGT) y criticado por la disidencia del Frente Sindical por el Modelo Nacional, finalmente será otorgado. Con la firma de Macri y varios de sus ministros, el texto agrega que las “actividades o sectores que se encuentren especialmente en crisis o declinación productiva” podrán “adecuar la implementación” de los “plazos y montos” del bono.

A su vez, los sectores que hayan acordado un aumento adicional que compense la inflación, podrán pagar el bono a cuenta de ese incremento “salvo que acuerden expresamente su no absorción”.

Por otro lado, no son alcanzados por el decreto presidencial los trabajadores del sector público nacional, provincial y municipal, empleados agrarios y de casas particulares. También quedaron por fuera jubilados, organismos estatales descentralizados y a trabajadores de la economía popular.

En tanto, la resolución estableció hasta el 31 de marzo e 2019 un procedimiento por el cual los empleadores, antes de disponer despidos sin causa justa, deberán comunicar la decisión al Ministerio de Producción y Trabajo con una anticipación de diez días hábiles.

«Logro» versus «paliativo»: apreciaciones gremiales

En una serie de episodios confusos, la CGT finalmente suspendió la medida de fuerza que, según uno de sus secretarios generales, nunca había dicho confirmada como tal.

De esta manera, la cúpula de la central obrera acordó el bono de fin de año, mientras que los sectores disidentes representados en el Frente Sindical para el Modelo Nacional, sumadas las CTA y los movimientos sociales, lo consideraron como un paliativo que no cubría la pérdida de poder adquisitivo de los salarios.

“El bono es insuficiente frente a la pérdida del poder adquisitivo del salario, tras la devaluación y con paritarias por debajo de la inflación, además de no contemplar a todos los trabajadores. No se sabe ni a qué trabajadores estatales alcanza, como tampoco a qué sectores productivos privados ya que hay empresarios pymes que dicen que no pueden pagarlo”, señaló el titular de SUTEBA, Roberto Baradel.

Un sector de estatales cobrará el bono

Durante la mañana del martes se confirmó que trabajadores estatales también percibirán un “complemento” a fin de año de 5 mil pesos. El gremio de la Unión de Personal Civil de la Nación (UPCN) selló el acuerdo y adjuntó un aumento del 10% en su paritaria, a cobrar mitad en enero y mitad en febrero.

“El bono termina escondiendo la precarización salarial que estamos atravesando y la paritaria a la baja que firma Andrés Rodríguez (titular de UPCN) con el gobierno de Macri. Nos quieren dar un bono para tratar de darle oxígeno al gobierno”, criticó el secretario general de ATE Capital, Daniel “Tano” Catalano, quien junto a la coordinación nacional de ATE no suelen ser llamados por el gobierno nacional para discutir el salario,