9 noviembre, 2015

Torre Blanca: compromiso social, cálculo y estrategia

Roberto Odorisio fue uno de los fundadores del Círculo de Ajedrez Torre Blanca y referente político de la Juventud Universitaria Peronista, desaparecido en 1977. El Círculo de Ajedrez realizó un torneo en homenaje a su figura y se colocó una placa en su memoria.

El Círculo de Ajedrez Torre Blanca, ubicado en el Barrio de Almagro, realizó en el mes de octubre un torneo ping-pong (partidas rápidas a cinco minutos) en homenaje a uno de sus socios fundadores, Roberto Odorisio, secuestrado por la última dictadura cívico militar argentina en 1977.

“A Roberto Odorisio lo vinieron a buscar en el año ’77, a su casa en el barrio de Almagro, Capital Federal. Coordinación Federal ingresó en su hogar, se lo llevaron y listo. Ni sus familiares, ni compañeros, ni amigos lo volvieron a ver. Habían pasado dos días de que cumpliera 25 años”, cuenta Jorge Avakian, miembro fundador de Torre Blanca, quien también se hizo presente en el torneo homenaje a Odorisio.

Roberto fue uno de los fundadores en el año 1972, junto con otro grupo de ajedrecistas, del Círculo de Ajedrez Torre Blanca. Estudiante de la UTN en la ciudad de La Plata y militante de la Juventud Universitaria Peronista, fue expresión de una generación de juventud que combinó lo cultural con lo político en vistas a construir una Argentina libre y soberana.

Tomó la decisión de acercarse al ajedrez para impulsar nuevos ámbitos de socialización y aprendizaje, en una época donde el juego ciencia pecaba de elitista. “El espíritu de Torre Blanca fue desde un principio opuesto al de muchos otros clubes existentes. Torre Blanca fomentó salir a buscar a la juventud y a la clase trabajadora del barrio para que jueguen al ajedrez”, explicó Jorge Avakian.

De esta manera, el torneo-homenaje a Odorisio se proyectó como un espacio de encuentro donde no sólo se movió madera, sino también recuerdos y proyectos de cultura en disputa. Acercó a los jugadores de Torre Blanca, amigos y aficionados para enfatizar que con la potencia de los años Torre Blanca continúa proponiendo un modelo de club que no está al margen de su realidad social, y que camina junto con el barrio.

En el discurso inaugural del torneo, tomó la palabra Avakian: “Nosotros pretendíamos del ajedrez hacer una actividad que no respetara los privilegios, que no respetara las jerarquías que tratara de imponer su actividad a través de reglamentos y que se difundiera en forma popular tanto para los jóvenes, cadetes e infantiles como en forma popular para los trabajadores, en los barrios, en las calles, era una forma de generar una política inclusiva a través del ajedrez mismo”.

En el salón de juego de Torre Blanca se descubrió una placa que recuerda al joven militante revolucionario, fundador del Círculo, señalando que las banderas levantas en época de gestación siguen en alto.

La actividad contó, además, con la participación de Héctor Tosco, el hijo del sindicalista y referente del Cordobazo, Agustín Tosco, quien, como quedó reflejado, también supo ser un aficionado al ajedrez. Es así que Hector disertó en la previa del torneo, frente a todos los allí presentes: «En el ajedrez existe una contradicción maravillosa entre juego y realidad. En el Juego hay una guerra y hay que salir a ganarle al contrincante. La realidad por su parte, demuestra el ambiente comunitario y el buen clima y la solidaridad entre ajedrecistas, donde todos son compañeros».

Asimismo agregó: «Los partidarios del Terror en este país, quisieron hacer de la realidad un juego y así asesinaron, persiguieron e hicieron desaparecer a nuestros compatriotas, tal como al compañero Odorisio. Pero no obstante aquella crueldad, los genocidas no pudieron lograrlo, ya que estamos acá recodando a esos compañeros y transmitiendo su legado a las nuevas generaciones y el juego de ajedrez nos sigue uniendo».

El vínculo de los Tosco con el ajedrez se remonta a tiempos conflictivos de nuestra Argentina. En junio de 1975, Agustín, desde la clandestinidad, le escribía las siguientes palabras a su hijo Héctor en una carta fechada el 23 de junio de 1975, con motivo de su cumpleaños número 11.

«Para Héctor Agustín Tosco:

Queridísimo hijo: Tengo una gran emoción al escribirte. Hoy cumples 11 años y yo te siento como un hombrecito. Hubiera querido estar contigo, conversar mucho, que me contaras tantas cosas, y yo contarte otras. Ahora se me hace un nudo en la garganta y casi no sé que decirte (…) Como lo sabés, aun cuando no lo comprendas totalmente, no puedo ir a verte. Todos correríamos serios riesgos y yo no quiero que les pase nada a ninguno, ni a vos, ni a Malvina, ni a mamá. Tampoco se creyó conveniente que te viera en otro lugar más seguro. Por eso he quedado muy triste».

«Hubiera querido hacerte un regalo grande y hermoso, el que más te gustara. Como me han despedido del trabajo no cobro sueldo; como me persigue la policía y me ha amenazado las Tres A, vivo de la solidaridad económica y del amparo de mis compañeros. Estoy ajustado a ciertas privaciones, pero no podía olvidarme de ti. He hecho comprar un juego de ajedrez y te lo envío como presente de cumpleaños».

«Ese juego de ajedrez, si lo aprendes, te será muy útil. Se dice que es un ‘juego ciencia’, porque en la elaboración de las jugadas hay que pensar, prever las jugadas contrarias, darse un plan, readaptarse a situaciones no previstas, reemplazar el proyecto original. Este juego entrena la memoria porque es preciso retener muchas jugadas, ayuda a ser paciente y a ser tenaz”.

Ajedrez y cambio social

Los vínculos históricos entre la política, y fundamentalmente entre la militancia revolucionaria y el ajedrez, no resultan una novedad. Son conocidas fotos del Che Guevara, de Rodolfo Walsh, de Mario Roberto Santucho e incluso del presidente chileno Salvador Allende pensando frente a un tablero.

El siguiente resultó ser el problema de ajedrez preferido de Vladímir Ilich Uliánov, más conocido como Lenin. El revolucionario ruso tenía fino gusto.

Juegan blancas y deben buscar cómo triunfar. Para eso, deberán encontrar la forma de obstaculizar la coronación del peón. ¿Ideas?

Ajedrez Problema Lenin

Solución (para observarla hay que sombrear con el mouse):

Ce2!! (1. Cf3? A1=D 2.Axd4+ Dxd4 3. Cxd4 Rxd4 4. Rf4 Rxd3 5. Rg5 Re4 ½ / ½ ) a1=D 2 Cc1!! Amenazando un geométrico jaque mate con Ag5. Cualquier continuación de las negras conduce a la derrota, por ejemplo: Da5 3 Axd4+ Rxd4 4 Cb3+ y etc.

Maestro FIDE Ariel Tokman – @soytokari

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