El Mundo

13 diciembre, 2021

El penal que se gritó de Palestina hasta el Sahara Occidental

La victoria de Argelia sobre Marruecos fue motivo de festejo, protesta y represión entre los pueblos oprimidos del mundo árabe.

Jugadores de la selección de Argelia celebran la victoria sobre Marruecos con banderas palestinas

Santiago Mayor

@SantiMayor

COMPARTIR AHORA

Este sábado Argelia y Marruecos jugaron por los cuartos de final de la Copa Árabe en Qatar y fue mucho más que un partido de fútbol. Tanto por la relación entre los países que competían, como por lo que podía significar el triunfo de uno u otro en todo el mundo árabe.

Tras empatar 2 a 2 durante los 120 minutos (debieron ir a tiempo extra), la victoria fue para el equipo argelino que se impuso 5 a 3 en los penales. Los jugadores de los zorros del desierto celebraron con banderas palestinas en el campo de juego y, en las tribunas, también se vieron estandartes de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD).

En Gaza, en los campos de refugiados de Tinduf y en las zonas ocupadas del Sahara Occidental se gritó con fuerza el quinto penal que convirtió Mohamed Tougai y el pase a semifinales se celebró como propio en las calles.

Una frontera caliente

Históricamente el vínculo entre Argel y Rabat ha sido conflictivo, pero en los últimos meses alcanzó puntos de tensión muy elevados.

En agosto de 2021 rompieron relaciones diplomáticas. Argelia denunció actos hostiles de parte de su vecino, como el apoyo al Movimiento por la Autonomía de Cabilia (MAK) que busca crear un Estado independiente en esa región argelina. Asimismo, las autoridades de la república cuestionaron la política de la monarquía marroquí en el territorio ocupado del Sahara Occidental donde, hace un año, se reanudó el conflicto armado contra el Frente Polisario, representante del pueblo saharaui.

En ese marco, el último incidente fue el bombardeo de tres camiones de transporte argelinos por parte de drones marroquíes a comienzos de noviembre. Supuestamente el hecho sucedió por error, cuando las fuerzas de ocupación intentaban atacar a militantes independentistas saharauis.

Cabe recordar que en las afueras de Tinduf, Argelia, a escasos kilómetros de la frontera con el Sahara Occidental, se asientan los campos de refugiados saharauis que se constituyeron tras la invasión marroquí de 1975. Allí funciona en los hechos la RASD y la retaguardia del Polisario en su guerra de liberación nacional, algo que molesta a la monarquía de Mohamed VI que, contra lo que proclama Naciones Unidas y el derecho internacional, se viene negando a realizar un referéndum de autodeterminación para que el pueblo saharaui decida su futuro.

Bares cerrados, miedo a los festejos

Si bien Marruecos considera al Sahara Occidental como parte de su territorio, el sábado desde temprano todos los bares de la zona ocupada se encontraban cerrados. Las autoridades decidieron que sus “ciudadanos” no puedan juntarse a ver el partido en lugares públicos. Asimismo El Aaiún, la capital de la zona ocupada, fue militarizada y se estableció un toque de queda.

Para entender esta decisión hay que remontarse a 2019 cuando Argelia ganó la Copa Africana de Naciones. En esa ocasión las calles de la capital y otras ciudades del territorio fueron escenario de masivos festejos que devinieron en protestas. El fútbol fue un catalizador, una excusa, para salir a la calle donde el solo hecho de ondear una bandera de la RASD puede ser motivo de detención y apremios ilegales.

Por eso este sábado, a pesar de las medidas, las fuerzas de ocupación no pudieron evitar que el pueblo saharaui salga a celebrar y, por supuesto, a manifestarse. La represión no tardó en llegar.

Decenas de personas fueron detenidas y golpeadas en la calle. El periodista Lwali Lahmad, de Nushatta Foundation fue arrestado antes del encuentro, interrogado y torturado hasta desmayarse. Fue acusado de querer organizar las celebraciones.

Solidaridad con Palestina

Pero la victoria también fue festejada por otro pueblo árabe que se encuentra privado de su derecho a un Estado propio: el palestino. Es habitual que la selección de Argelia manifieste su apoyo a Palestina ya que se trata de uno de los países que más enfáticamente han apoyado esta causa. Sin embargo, las banderas enarboladas por los jugadores al finalizar el partido tienen otro peso en este momento.

A fines de 2020, a instancias del gobierno de Donal Trump, Marruecos restableció relaciones diplomáticas con Israel, país con el que además siempre tuvo buenos vínculos. Asimismo, hace apenas unas semanas, firmaron un acuerdo de cooperación militar. Esto fue considerado una “traición” por parte de las autoridades palestinas y gran parte del mundo árabe.

Por eso el partido del último sábado fue mucho más que un choque deportivo y, al menos por unas horas, los pueblos oprimidos de la región tuvieron un motivo para celebrar.

Si llegaste hasta acá es porque te interesa la información rigurosa, porque valorás tener otra mirada más allá del bombardeo cotidiano de la gran mayoría de los medios. NOTAS Periodismo Popular cuenta con vos para renovarse cada día. Defendé la otra mirada.

Aportá a Notas