Cultura

26 febrero, 2017

El día que Charly García metió 200 mil personas en Puerto Madero

Fue el 27 de febrero de 1999. El show era parte del ciclo «Buenos Aires Vivo 3» organizado por el gobierno porteño. Ese día se grabó el disco en vivo «Demasiado Ego».

El 27 de febrero de 1999 el ciclo «Buenos Aires Vivo 3», organizado por el gobierno porteño que durante aquellos años llevaba a cabo festivales gratuitos con reconocidos músicos nacionales, tuvo una fecha histórica. Ese día Charly García tocó ante 200 mil personas que presenciaron un recital único en el cual se grabó el disco en vivo Demasiado Ego.

Hasta ese momento ningún músico argentino había llevado tanta gente a un recital de rock. Los Redondos movían multitudes y la misa ya era parte del rito de sus seguidores, pero estaban lejos de lo que logró años después el Indio Solari. Quizás porque tocaban en estadios y no en lugares abiertos. Pero la cuestión es que Charly rompió con todos los esquemas y ese día hizo que una multitud se acerque a la costanera.

Antes de llegar al escenario «en el puente que une los docks de Puerto Madero con la Costanera Sur, Prefectura seguía palpando a los que llegaban», señaló la crónica del diario Clarín. «Unos metros adelante, con megáfonos y carteles, militantes de partidos de izquierda protestaban contra Edesur», por los repetidos cortes de luz que había.

A esa altura, «los organizadores comenzaron a tirar agua con mangueras. Olé, olé, Charly, Charly, Borom, bom, bom, el que no salta es un botón, cantaban impacientes. En otras versiones se metían con los ingleses y los militares», añadió el gran diario argentino.

Para entender el contexto, cabe recordar que «Buenos Aires Vivo 3» había arrancado el 21 de enero de ese año con Los Pericos. Después siguieron los Fabulosos Cadillacs y «en el medio, el mal tiempo y el apagón obligaron a suspender varios recitales». Por eso el de Charly, que iba a ser el de cierre, terminó quedando en el medio.

Al día siguiente tocaron Los Caballeros de la Quema y Divididos; dos días después Los Auténticos Decadentes y La Mona Giménez. El miércoles 3 de marzo León Gieco y Mercedes Sosa cerraron el festival.

Un recital inolvidable

La cobertura del diario La Nación de aquel día recordó: «Un video de ocho minutos fue el inicio del concierto, a las 21.35. ‘Soy neurótico e histérico, de personalidad esquizoide, un I.T.S.’, contaba García en el video. La sigla responde a inútil para todo servicio, razón por la que el músico no realizó el servicio militar».

«A las 21.45, una hora y cuarto después de lo previsto», marcaba un cronista de Clarín un poco molesto, Charly apareció en el escenario y abrió con «Cerca de la revolución».

Le siguieron «Promesas sobre el bidet», «Rezo por vos» y «Fanky» para luego hacer un repaso por su amplio repertorio. Para eso subió al escenario Nito Mestre, compañero de Charly en su primera banda: Sui Generis. También hizo un tema («Sweet Home Buenos Aires») con Javier Calamaro a quien presentó como su «cuñado». El comentario fue una clara ironía ya que por aquellos años el bicolor estaba peleado con el hermano, Andrés.

Sin embargo el momento más emotivo se dio a eso de las 22.30, cuando se anunció el final de la primera parte del recital. Días antes Charly había contado que el show iba a incluir helicópteros que iban a arrojar maniquíes al río, en homenaje a los desaparecidos. Esto le valió una dura crítica de los organismos de Derechos Humanos, incluidas las Madres de Plaza de Mayo por lo cual decidió dar marcha atrás.

En cambio hizo subir al escenario a Hebe de Bonafini con quien se dio un abrazo interminable, en tiempos donde todavía las leyes de Obediencia Debida y Punto Final estaban vigentes y los genocidas libres. Después de eso arrancó la segunda parte que abrió, como no podía ser de otra manera, con «Los dinosaurios».

Se iba el siglo XX y venía el cambio de milenio. El miedo al Y2K y el colapso de las computadoras aparecía en las tapas de los diarios y los informativos de los noticieros. Carlos Menem ya estaba en retirada y la Alianza aparecía como una alternativa progresista o al menos, menos corrupta que lo que se había visto en aquellos años de neoliberalismo salvaje.

Fernando De la Rua, el jefe de gobierno porteño que impulsaba los «Buenos Aires Vivo», se haría con la presidencia unos meses después. Aunque en poco tiempo liquidaría la esperanza depositada en él dando paso a la crisis más grande de la historia argentina.

Ese era el contexto en el que miles de personas, muchas de ellas jóvenes, fueron a ver a Charly al recital más grande que había visto Argentina hasta ese momento. A fines de los ’90, cuando el rock era una válvula de escape y un refugio para una sociedad que veía oscuro su futuro y en poco tiempo iba a hacer estallar todo por los aires.

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