9 noviembre, 2015
¿Cómo funciona el Indec de Macri?
Desde Cambiemos entienden que es elemental un Indec confiable para recuperar la confianza y atraer inversiones. Sin embargo, la versión porteña que mide la inflación no está ausente de conflictos.

La Dirección de Estadísticas y Censos del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA) tiene un claro objetivo político. Se encarga de analizar precios, ingresos y otras variables del territorio porteño para medir la inflación o la pobreza y de esta manera contrastar con los datos del gobierno nacional.
En ese sentido Mauricio Macri entiende que, en una eventual presidencia suya, es fundamental para la economía un cambio en el Indec. Alfonso Prat Gay, ex director del Banco Central y uno de los asesores económicos del PRO, sostiene que un organismo que mida los precios y realice estadísticas en plenas operaciones es esencial para generar la tan mencionada “confianza” que la economía Argentina necesita para atraer las inversiones.
De esta manera, y ante la escases de explicaciones económicas concretas, realizar cambios en el Indec aparece como una de las propuestas más claras para reactivar la economía por parte de los voceros en la materia de Cambiemos.
Sin embargo, el Indec que Macri ideó para obtener rédito político está lejos de tener un correcto funcionamiento. La medición de la inflación, la desocupación y la pobreza con la que el macrismo quiere diferenciarse del gobierno nacional se hace con el trabajo de personas que sufren persecución y discriminación sindical, como la precarización en las condiciones de trabajo. Es decir, trabajo mal pago y en ocasiones en negro. Este combo, afirman los municipales, termina afectando la calidad de la gestión pública.
Punteros, clientelismo e intolerancia PRO
La Junta Interna de la dirección, dependiente de ATE, señala que hay empleados que hace años esperan su pase a planta permanente, lo que además de estabilidad laboral significa una mejor remuneración. También, denuncian que existe un manejo clientelar para el reparto de los contratos. Afirman que familiares y amigos son beneficiados con ascensos meteóricos, mientras que trabajadores con muchos años en la institución son obligados a asistir a actos partidarios del PRO, con la promesa de la continuidad laboral.
En este sentido, señalan que empleados de Estadística y Censo intervinieron en la campaña del ministro de Hacienda porteño, Néstor Grindetti, para la intendencia de Lanús por la promesa del pase a planta permanente.
Otra de las acusaciones es por la persecución sindical. El macrismo, para diferenciarse, otra vez, de la supuesta hostilidad del kirchnerismo, hizo de la diversidad de pensamiento una bandera. Sin embargo, los trabajadores advierten que la delegada general fue despedida. Por intervención de la justicia civil tuvo que ser reincorporada. En tanto, el delegado de la organización fue trasladado a otra dependencia. Nuevamente, la justicia ordenó a los funcionarios del GCBA dar marcha atrás con su decisión.
Como los mismos trabajadores explicaron oportunamente en un comunicado: “Macri quiere competir haciendo política con ‘estadísticas confiables´, pero esta confianza tiene cimientos de arena cuando se basa en trabajo precario, a destajo, con bajos salarios, con persecución y despidos”.
Santiago Lecuna – @santirayado
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