8 octubre, 2015
Perpetua para el femicida de Paola Acosta
Este miércoles, en las puertas de Tribunales II en la ciudad de Córdoba, familiares y organizaciones sociales concentraron para exigir justicia en la última audiencia del juicio por el caso de Paola Acosta. El único acusado por el femicidio de Paola, Gonzalo Lizarralde, fue condenado a prisión perpetua.

Este miércoles, en las puertas de Tribunales II en la ciudad de Córdoba, familiares y organizaciones sociales se concentraron para exigir justicia en la última audiencia del juicio por el caso de Paola Acosta. Luego de un año de movilizaciones y manifestaciones públicas, el caso se mantuvo en la agenda pública, esta vez, en manos de la justicia cordobesa para condenar al único acusado por el femicidio de Paola, Gonzalo Lizarralde.
Alegatos
Durante la mañana y hasta alcanzado el mediodía, el fiscal de instrucción, Diego Albornoz, presentó su alegato. Por más de tres horas repasó cada una de las pruebas y coartadas presentadas por la defensa de Lizarralde. En su recorrido, el fiscal no dejó ningún detalle librado al azar y, de manera sistemática, desbarató el planteo de que el acusado habría sido secuestrado en el mismo momento en que Paola era asesinada -argumentos que había dado a conocer en una de las primeras instancias del juicio-.
De esta manera, el fiscal sostuvo la acusación y pidió la prisión perpetua para Lizarralde por homicidio agravado por alevosía.
Cabe destacar que para Diego Albornoz, por motivos técnicos, no corresponde al caso la carátula de “femicidio”, argumentando que el vínculo entre Paola y Lizarralde no cumplía con lo estipulado en el inciso 1 del artículo 80 del código penal.
Dicho artículo establece la retención perpetua para parejas o ex-parejas que atenten contra la vida del otro, siendo el vínculo entre ambos abordado en el artículo 510 del Código Civil. Las modificaciones puestas en vigencia a partir de agosto, modificaron dicho código, refiriéndose a los vínculos sostenidos entre parejas o ex-parejas de una duración no menor a dos años.
Para el fiscal Albornoz, en materia técnico legal, el vínculo de Paola con Lizarralde no fue suficiente para declararlo femicidio, ya que el mismo no duró más de seis meses. Sin embargo, antes de terminar su alegato, llamó a la fiscal Eve Flores para que presente ante el jurado el ajuste técnico que permitiese conservar la carátula que la familia, amigos, conocidos y organizaciones sociales reclamaban desde el primer momento.
La fiscal explicó que la violencia económica y la violencia psicológica son motivo suficiente para considerar el asesinato de Paola como un femicidio, sosteniendo como antecedente que Lizarralde había sido llevado hasta la justicia para para pagar la cuota alimentaria de Martina, a quien se había negado a reconocer como hija.
La sentencia
Al finalizar la sesión los y las familiares de Paola Acosta que mantuvieron la vigilia durante todo el juicio, obtuvieron la esperada sentencia: Lizarralde fue declarado el único culpable por el asesinato de Paola Acosta, e intento de homicidio de Martina, su hija. El tribunal encontró culpable a Lizarralde por homicidio calificado por alevosía y responsable de la tentativa de homicidio contra su hija con sus respectivos agravantes debido el vínculo con la menor.
Si bien Lizarralde obtuvo cadena perpetua, la misma no se efectivizó bajo la figura de femicidio, como exigían desde un comienzo los y las familiares de Paola. La justicia cordobesa decidió omitir la figura en uno de los casos más conocidos de violencia de género en Córdoba.
“Nosotros vamos a seguir peleando para que esta situación deje de seguir invisibilizando la problemática de todas las mujeres”, expresó Marina Acosta, la hermana de Paola.
Los fundamentos de la sentencia se darán a conocer el 22 de octubre.
La lucha sigue
Durante las últimas audiencias, diferentes testigos pasaron por el juzgado. Ninguna de las declaraciones pudo poner en duda lo que los familiares de Paola sostenían desde hace más de un año. Está claro que los resultados de esta sentencia son en gran parte fruto de la constante y ardua lucha de la familia Acosta.
Las múltiples concentraciones y movilizaciones lograron que en un primer momento se removiera al fiscal que llevaba la causa por las irregularidades cometidas al investigar el caso. Fue esa misma fuerza la que logró que este juicio se iniciara -a un año de ocurrido el femicidio- con el acompañamiento de las organizaciones sociales.
Gracias a ese pedido de justicia, a esa lucha inagotable, esas caminatas incansables y esos gritos de reclamos que siguen y continuarán, cada vez con más y más fuerza, como lo expresó Maru Acosta al finalizar el juicio: “Hoy Paola está más viva y presente que nunca”.
Luciana Daffra y Agustina Juarez Marcos, desde Córdoba
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