28 julio, 2015

Gendarmería reprimió a los trabajadores de la Línea 60

Este martes los choferes de la Línea 60 de colectivos, que hace más de un mes están en conflicto con la empresa, realizaron cortes de calle a modo de protesta. Uno de ellos en la Autopista Panamericana en el cruce con la Ruta 197. La Gendarmería Nacional reprimió y se llevó detenidas, al menos, 18 personas.

Este martes los choferes de la Línea 60 de colectivos, que hace más de un mes están en conflicto con la empresa, realizaron cortes de calle a modo de protesta. Uno de ellos en la Autopista Panamericana en el cruce con la Ruta 197. La Gendarmería Nacional reprimió y, al menos, 18 personas resultaron heridas.

Los trabajadores del 60 habían anunciado con anticipación que iban a realizar un corte en Puente La Noria y el otro en Panamericana a la altura de General Pacheco. Mientras el primero se pudo desarrollar sin mayores inconvenientes, en la zona norte del conurbano se hizo presente la Gendarmería para impedir la protesta.

Allí, alrededor de las 7.20 de la mañana se desató la represión de las fuerzas de seguridad y los choferes respondieron con piedrazos. Fue entonces que se llevaron detenidos a tres trabajadores e hirieron a por lo menos 18 (incluyendo también periodistas).

Horas más tarde, cerca de las 10, llegó el grupo que estaba en Puente La Noria y se repitió la escena con los gendarmes disparando balas de goma y gases lacrimógenos mientras que los trabajadores se defendían con lo que podían.

Santiago Menconi, uno de los delegados que se encontraba en Puente La Noria, afirmó a Télam que la protesta se lleva a cabo porque «en este momento no hay diálogo» con la empresa y el Ministerio de Trabajo. Además «53 compañeros continúan con despido efectivo».

Reclamó a su vez que «se firme el acta-acuerdo que estaba a punto de firmarse por las condiciones de trabajo del cuerpo de delegados» y que «se realice el pago de todos los días caídos desde el inicio del conflicto».

Por su parte, el secretario de Seguridad, Sergio Berni, aseguró: «Tenemos la decisión firme de que la Panamericana es una ruta federal y cortarla es un delito. La Panamericana no se corta». Según el funcionario a los trabajadores «se les notificó que estaban cometiendo un delito, se les dijo que tenían cinco minutos para despejar y, ante la negativa, di la orden para que se actúe».

Ante la versión de Berni y varios medios de comunicación que plantearon que los heridos fueron responsabilidad de los trabajadores que «agredieron» a las fuerzas de Seguridad, desde la Comisión Interna de la Línea 60 emitieron un comunicado afirmando: «Desmentimos que hayamos sido nosotros los responsables de los más de 18 heridos. Fue la Gendarmería la que, con un operativo de cientos de efectivos, nos cercó en la Panamericana para impedirnos ejercer nuestro legítimo derecho a la protesta, y nos desalojó golpeandonos con bastones, tirando balas de goma y gases lacrimógenos».

«Nuevamente, han herido periodistas y roto camaras de medios de comunicación para ocultar su brutal agresión. Actualmente, hay tres trabajadores detenidos: reclamamos su libertad», añadieron.

A su vez convocaron a los medios de comunicación a una conferencia de prensa y audiencia pública que se llevará a cabo a las 13 de este martes frente al Congreso de la Nación.

«Basta de represión. Que el Ministerio de Trabajo convoque a una reunión para reconocer la legitimidad de nuestro reclamo gremial e intimar a la empresa a dar respuesta a nuestros reclamos», concluye el comunicado.

Más de un mes de conflicto

Todo comenzó el jueves 25 de junio cuando los choferes llevaron a cabo una medida de fuerza que implicaba no cobrar el boleto a los 250 mil pasajeros que utilizan la línea diariamente. La protesta fue para exigir la reincorporación de Ariel Alejandro Benítez, despedido sin motivo un día antes.

Un día después, luego de una audiencia en el Ministerio de Trabajo, las autoridades de la cartera laboral dictaron la conciliación obligatoria por lo que la medida de fuerza debía quedar suspendida y la empresa reincorporar a Benítez.

Sin embargo el sábado de esa misma semana, el chofer despedido no pudo ingresar a trabajar y la patronal impidió la salida de los colectivos dando inicio a un lockout. Además la empresa DOTA (que maneja 46 líneas del área metropolitana) envió 50 telegramas de despidos. Desde entonces y durante cinco días la Línea 60 estuvo sin funcionar.

Finalmente los trabajadores lograron poner nuevamente en funcionamiento los colectivos siguiendo con la medida de fuerza de no cobrar boleto aunque se vieron forzados a brindar un servicio reducido ya que fuerzas policiales -con orden judicial solicitada por la empresa- bloquearon el predio de la cabecera de Ingeniero Maschwitz (partido de Escobar). Allí los choferes estuvieron yendo a cumplir horario pero sin poder salir a hacer sus recorridos.

Una nueva orden judicial llamó a normalizar el servicio. No obstante los choferes advirtieron que continuaban los inconvenientes “porque la empresa no hace nada para sacar los colectivos a la calle”.

Durante el fin de semana del 11 y 12 de julio (luego de dos semanas de conflicto) hizo su aparición el titular de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), Roberto Fernández, anunciando que había alcanzado un acuerdo con la empresa para reincorporar a los trabajadores despedidos.

Fernández dejó en claro rápidamente cual era su rol al sostener que “un minúsculo grupo de personas maliciosas que no representan al sindicato está impidiendo la libertad de trabajo en la Línea 60″. Coincidiendo así con el discurso de la empresa que sostiene que son los trabajadores los que impiden el funcionamiento.

En ese sentido los trabajadores de la línea 60 señalaron: “Los trabajadores y el cuerpo de delegados le comunican a los usuarios que jamás ha sido convocado a ninguna reunión de conciliación, que la empresa sigue en situación de lockout patronal y que los trabajadores estamos en nuestras cabeceras dispuestos a que nos den servicio. Continuaremos con nuestros reclamos por los 53 despedidos, los días caídos y el cambio de las condiciones de trabajo entre otros reclamos”.

Pocos días después, mientras los trabajadores realizaban una asamblea en Constitución, un fuerte operativo de la Policía Federal se desplegó en el lugar con orden de desalojar. La rápida respuesta de sus compañeros y distintas organizaciones que manifestaron su solidaridad impidió que se lleve a cabo la orden judicial.

Posteriormente los choferes realizaron un festival allí mismo en Constitución para visibilizar su reclamo y exigir que se abra una mesa de diálogo con la empresa, algo que no sucedió en todos estos días. Ante la falta de respuesta, el jueves resolvieron llevar a cabo un primer corte de la Panamericana, aunque dejando liberado uno de los carriles. Este martes, al intentar cortar la totalidad de la ruta, fueron reprimidos.

Tal como explicó a Notas el delegado Santiago Menconi, “lo que nosotros pedimos es muy sencillo: la reincorporación de los 53 despedidos, el pago de los días caídos y el cese de la persecución a nuestro cuerpo de delegados. Con esas condiciones la línea 60 sale a trabajar cobrando boleto”.

Foto: Adrián Escandar

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