17 marzo, 2015

Daiana García, otra mujer asesinada en la basura

Daiana Ayelén García de tan solo 19 años salió de su casa del barrio porteño de Villa General Mitre para dirigirse a una entrevista laboral en el barrio de Palermo. Nunca volvió. Tras dos días de búsqueda, su familia terminó reconociéndola en la morgue.

Daiana Ayelén García de tan solo 19 años salió de su casa del barrio porteño de Villa General Mitre para dirigirse a una entrevista laboral en el barrio de Palermo. Nunca volvió. Tras dos días de búsqueda, su familia terminó reconociéndola en la morgue.

El cuerpo fue hallado el sábado por la mañana, con signos de asfixia, semidesnuda y amordazada con una media, dentro de una bolsa de arpillera abandonada al costado de una ruta de Lavallol, en el partido de Lomas de Zamora.

Su tía Cinthia declaró luego a los medios periodísticos: «Nadie sabe nada de la persona a quien la recomendaron, ni del amigo que la recomendó ni de quien iba a recibirla». «Ella le dijo a la mamá que era en una casa de ropa en Dorrego y Cabrera, pero ahí casa de ropa no hay, así que imaginamos que fue a encontrarse con esa persona a un bar o a alguna oficina», agregó.

Familiares y amigos de Daiana realizaron un corte de calle durante la tarde del lunes para exigir justicia por su asesinato.

Cada 30 horas, una menos

La semana pasada, el Observatorio de Femicidios en Argentina “Adriana Marisel Zambrano” que coordina La Asociación Civil La Casa del Encuentro presentó el informe de femicidios en Argentina ocurridos durante 2014: 277 mujeres fueron asesinadas por el simple hecho de ser mujeres, una cada aproximadamente 30 horas.

Es evidente que el trágico final de Daiana no es un simple caso policial aislado, sino una violencia sistemática que se sigue llevando las vidas de las mujeres.

La brutal forma en que el cuerpo de Daiana fue hallado nos recuerda los casos de Paola Acosta y Melina Romero, también asesinadas y descartadas en la basura. Pero también es la expresión de cómo ser joven, mujer, pobre y necesitar trabajo es una combinación letal que puede llevar a la muerte. Como le sucedió a Araceli Ramos en 2013 o Sandra Ayala Gamboa en 2007, la ilusión de una entrevista que abra la puerta a un trabajo mejor es utilizada para captarlas, abusarlas y asesinarlas.

Tal como afirmó Fabiana Tuñez, coordinadora de La Casa del Encuentro, para los Estados, la violencia de género sigue siendo un gasto y no una inversión: faltan políticas públicas para prevenir, contener y acompañar a las mujeres en situación de violencia, faltan recursos y faltan decisiones políticas. Una campaña de prevención de la violencia de género que ayude a las jóvenes a estar en alerta frente a determinadas publicidades y ofertas quizá le hubiera salvado la vida de Daiana y vaya a saber a cuántas más. Quizá. Nunca lo sabremos.

Mientras tanto, con indignación, nos continuamos preguntando hasta cuándo, cuántas mujeres más deberán morir para que los organismos nacionales y provinciales pertinentes, como por ejemplo el Consejo Nacional de las Mujeres, se ocupen de lo verdaderamente importante: salvarle, literalmente, la vida a las mujeres a quienes dicen representar.

María Paula García – @MariaPaula_71

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