15 agosto, 2014
Patotas contra estudiantes y docentes en Tucumán
En un conflicto que ya lleva más de 80 días por aumento salarial para los docentes de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT), el jueves una patota enviada por las autoridades universitarias golpeó a los estudiantes que se encontraban tomando el Rectorado en solidaridad.

En un conflicto que ya lleva más de 80 días por aumento salarial para los docentes de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT), el jueves una patota enviada por las autoridades universitarias golpeó a los estudiantes que se encontraban tomando el Rectorado en solidaridad.
Desde el pasado 23 de mayo los docentes de la UNT, del sindicato Asociación de Docentes Investigadores de la Universidad Nacional de Tucumán (ADIUNT) se encuentran en paro por tiempo indeterminado en reclamo por mejoras salariales y rechazando la propuesta del gobierno. El pasado jueves 14 de agosto, una patota conformada por la seguridad interna de la universidad y miembros de barrabravas locales, intentaron desalojar la toma de la sede del Rectorado que el movimiento estudiantil se encuentra ocupando como gesto de solidaridad con sus profesores.
La secretaria de Extensión y miembro ejecutiva de la Federación Universitaria Argentina, Florencia Catelani, explicó a Notas que la medida de fuerza, que en un primer momento había sido de carácter nacional, se sostuvo en la UNT a pesar de que en otras universidades del país se levantó, por la fuerza que tuvo el reclamo al contar con la solidaridad masiva de los estudiantes. «Hasta los sindicatos de otros puntos de la Argentina que suspendieron la medida opinan que la propuesta salarial del gobierno es insuficiente», declaró.
La rectora Alicia Bardón se despegó de los hechos violentos y, según informó La Gaceta de Tucumán, denunció ante la Justicia Federal a los «usurpadores», es decir a los estudiantes que se encuentran llevando adelante la medida de fuerza. Catelani opinó: «Es realmente muy problemático que la forma de respuesta de quienes tienen la responsabilidad pública de garantizar la educación, sea la de la represión».
Cabe recordar que la UNT posee alrededor de 70 mil estudiantes y es una de las universidades más importantes del país, detrás de las de Buenos Aires, Córdoba y La Plata. Además de los estudios superiores cuenta con siete escuelas secundarias.
La demanda de ADIUNT es que se reabran las paritarias que se cerraron a nivel nacional en junio, y que el Estado nacional otorgue un aumento del 40% en un pago y retroactivo a enero. Además, exigen que se reforme el estatuto de la UNT para que se implemente la carrera docente y la plena ciudadanía para los preuniversitarios, entre otras cuestiones.
La postura oficial frente al conflicto quedó en manos de Jorge Capitanich, Jefe de Gabinete. En la conferencia de prensa habitual de sus mañanas, el pasado martes 12, dijo que la medida es llevada adelante por «un grupo minúsculo que tiene en Tucumán una capacidad muy focalizada de provocar acciones de carácter directo». Al respecto, la Secretaria de la FUA y militante de Patria Grande contestó que ni el gobierno nacional ni el provincial «han tomado las cartas en el asunto para resolver efectivamente la situación docente. Evidentemente no les preocupa mucho la educación superior». También afirmó: «Las propuestas que han tenido para solucionar la situación, sobre todo el gobierno nacional, han sido muy escasas».
«Evidentemente para los gobiernos no viene siendo una prioridad, en el marco de la situación económica del país, la educación pública como derecho para el pueblo argentino», opinó Catelani. «Se vienen situaciones muy tensas en distintas universidades del país de cara al fin de año y el comienzo del próximo», advirtió la dirigente estudiantil.
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