1 diciembre, 2020
41 años del último partido en el Viejo Gasómetro
Se cumple un nuevo aniversario del último partido disputado en el Viejo Gasómetro. En Notas, recordamos aquel encuentro y mítico estadio donde los hinchas de San Lorenzo lograron volver.


Federico Coguzza
Domingo 2 de diciembre de 1979. El árbitro Teodoro Nitti le pone punto final al encuentro entre San Lorenzo y Boca Juniors. Se disputa la última fecha de la fase de grupos del Torneo Nacional que obtendrá River Plate. La tarde gris es el marco de un deslucido partido que culmina cero a cero. Veinte mil personas abandonan el estadio de regreso a sus hogares. No saben que jamás podrán volver. ¿Jamás?
“Aquella tarde cuando salimos caminando, como cada domingo, mi viejo manifestó un silencio de quince cuadras. Tardé muchos años en comprender que él sabía que se había despedido del Gasómetro”, cuenta al tiempo que se le empañan los ojos, Adolfo Resnik, integrante de la Sub-Comisión del Hincha de San Lorenzo de Almagro e impulsor de la vuelta al barrio. Su imagen la observan y escuchan, en silencio, casi cien mil hinchas que se juntan en la Plaza de Mayo. Es 8 de marzo de 2012 y lo que los convoca es el proyecto de Ley de Restitución Histórica para volver a Boedo.
El Viejo Gasómetro se inauguró el 7 de mayo de 1916 con una victoria de San Lorenzo 2 a 1 sobre Estudiantes de La Plata. Los terrenos de Avenida La Plata entre el 1600- 1700, sobre los que se edificó, eran alquilados por la institución y recién serían adquiridos en 1928. Conocido con ese nombre debido al parecido que tenía su estructura exterior con los gigantescos depósitos de gas licuado que funcionaban en aquella época, el Gasómetro fue construido con graderías de madera sobre estructura de hierro y con capacidad para 75 mil espectadores se transformó en uno de los estadios más importante del país y en una de las tres sedes (las otras fueron Independiente y River) donde se disputó el Campeonato Sudamericano de 1929, que con el tiempo se convirtió en la Copa América.
Aquel escenario fue también testigo del debut “cinematográfico” de Isidro Lángara. Un vasco que luego de bajarse de un barco proveniente de México, donde se había exiliado junto con sus compañeros de la selección Euskadi después de la caída del Frente Norte en la Guerra Civil española, le convirtió cuatro goles a River en un tiempo. «Debemos afirmar que la realidad ha superado aún los cálculos más alegres y que esos cuatro golazos del nuevo preclaro ciudadano del barrio de Boedo le han abierto de par en par las puertas de la popularidad en esta patria generosa, que lo saludó como si fuera la suya», señaló sobre aquel memorable 21 de mayo de 1939 el periodista y relator Fioravanti.
El Gasómetro que, por aquellos años, se conocía también como el “Wembley porteño” fue cuna de las hazañas deportivas del “Trío de oro”. Una delantera formada por Farro, Pontoni y Martino que llevó al club a la obtención de su segundo campeonato en la era profesional en 1946. Sobre su terreno de juego, Los Carasucias Narciso “El Loco” Doval, Fernando “Nano” Areán, Roberto “El Oveja” Telch, Héctor “El Bambino” Veira y Victorio “El Manco” Casa, cautivaron al público del fútbol argentino con el despilfarro y atrevimiento de la juventud. Su buen juego fue la génesis del memorable equipo de Los Matadores, ese que en 1968 se adjudicaría el título convirtiéndose en el primer campeón invicto del fútbol argentino.
El 24 de marzo 1976 es derrocada Isabel Perón. Comienza la dictadura más terrible que tuvo lugar en nuestro país. Asume como presidente el Teniente General Jorge Rafael Videla y la Municipalidad de Buenos Aires queda a cargo del brigadier Osvaldo Cacciatore.
Alegando que se tenía que hacer una reordenación urbana (apertura de las calles Muñiz y Salcedo) y que se construirían viviendas, el nuevo intendente dictó allá, por el año 1979, una ley con tal fin. Ley que sería un eslabón más en la marcha hacia la apropiación de los terrenos del Gasómetro por parte del Estado. Una sociedad fantasma, constituida pocos días antes de la venta, pagó al club unos escasos 900 mil dólares. Con el pasar de los años nada se hizo, no se realizó tal reordenación, ni se construyeron las viviendas prometidas. Hacia 1983 una ordenanza anuló la prohibición de establecer supermercados en el lugar por lo que esos terrenos se vendieron a Carrefour por ocho millones de dólares.
Más de cuatro décadas han pasado de aquella tarde gris en la que ni siquiera un penal a favor de San Lorenzo, que Gatti le atajó a Coscia, les permitió a los hinchas gritar el último gol en su casa. El Proyecto de Restitución Histórica es Ley y los socios e hinchas de San Lorenzo, siguen haciendo la gesta para volver.
Volver al barrio de Boedo. Volver a recuperar la identidad. Volver para poder sentirse de nuevo como en casa.
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