Evita, hasta la victoria siempre

Nacida en el interior de la Provincia de Buenos Aires, Eva Duarte migró a Buenos Aires a la temprana edad de 15 años. Allí se dedicó a la actuación destacándose cine, teatro y radioteatro. Esto le valdría años más tarde el desprecio de los sectores acomodados y oligárquicos de la Argentina.

Fue fundadora de la Asociación Radial Argentina en 1943, y en el año 1944 conoció al entonces secretario del gobierno de Facto, Juan Domingo Perón. Allí comenzó una relación que marcó la historia del pueblo argentino. En 1945 se casaron y en 1946, cuando Perón asumió su primera presidencia, Eva ocupó un lugar fundamental.

Su trabajo con las mujeres y la legalización del voto femenino en 1947 fueron uno de sus primeros y más importantes logros. Con el correr de los años, Eva se fue convirtiendo en una figura indiscutida. No solo dentro de la rama femenina del Partido Justicialista, sino también de cara a los sindicatos obreros, una de las principales bases de apoyo del gobierno. Así, para las elecciones de 1951, la Confederación General del Trabajo (CGT) la propuso como vicepresidenta de Perón. Sin embargo, durante la campaña se le diagnosticó un cáncer de útero que la obligó a renunciar a los honores pero no a «su puesto de lucha».

Finalmente el 26 de julio de 1952, con tan solo 33 años, Eva Duarte de Perón falleció. Ese fue el comienzo de su paso a la eternidad donde los amantes de la muerte, aquellos que celebraron su deceso y pintaban las paredes de Buenos Aires con «viva el cáncer», no pudieron evitar que se instalara para siempre en el corazón del pueblo argentino.