Fútbol

25 junio, 2019

El día que nos cortaron las piernas

Se cumple un año más de aquel partido que disputaron Argentina y Nigeria en el Mundial de Estados Unidos 94. Aquel día fue el último en que Diego Maradona vistió la camiseta de la selección. Fue también el día que una enfermera se lo llevó del brazo para cortarle las piernas.

A Sue Carpenter, un rato antes del partido que iban a disputar Argentina y Nigeria por la fase de grupos del Mundial, le dijeron que si agarraba del brazo al capitán de la selección albiceleste iba a salir en todas las tapas de todos los diarios del mundo. La persona que se lo recomendó no sabía que la estaba condenando a la repetición constante de su imagen durante todos estos años.

Un 25 de junio de 1994, Carpenter vestida de blanco con una cruz verde, se convirtió en la enfermera más famosa del mundo cuando salió caminando de la mano de un tal Diego Armando Maradona. Ni ella, ni él, sabían que esa sería la última imagen del 10 con la camiseta de la selección.

Menos de un año antes, Colombia le pegó un paseo para la historia a Argentina en el estadio Monumental. El famoso 5-0 además de ser una cachetada al orgullo, condenó al equipo de Basile a jugar el repechaje frente a Australia para definir quién clasificaría al Mundial de Estados Unidos. Era noviembre de 1993 y en ninguno de los dos partidos por la clasificación existió el control antidoping. “Al café le ponían algo y por ahí corríamos más. Eso Grondona lo sabía. Para jugar con Australia te daban un café veloz”, declaró Maradona en noviembre de 2011.

“Esto me duele mucho, porque me cortan las piernas”, declaró en cadena nacional el astro del fútbol ya sin la ropa de la selección. Era 30 de junio y el doping estaba confirmado. Julio Grondona ejecutó la decisión de separarlo del plantel.

La sustancia era efedrina, la cual el jugador consumió a través de un quemador de grasa suministrado por un fisicoculturista y dietólogo: Daniel Cerrini. En el libro “Yo soy el Diego (de la gente)”, Maradona justificó aquel dopaje con una confusión en el nombre de la marca de las pastillas. El que se vendía fuera de EEUU (Ripped Fast) no contenía efedrina y el que consiguieron en Boston previo al segundo partido de la fase de grupos (Ripped Fuel) sí tenía.

Joao Havelange -por entonces Presidente de la FIFA- le comunicó a Grondona que debía separar al jugador o toda la delegación correría peligro de ser desafectada del torneo. Don Julio le puso la firma a la decisión que la FIFA ya había tomado y a partir de este momento su poder en la Federación Internacional creció sin pausa durante 20 años.

Maradona, ni víctima ni victimario, se fundió en un abrazo desconsolado con su padre en Boston antes de volver a Argentina. La selección perdió los dos partidos luego de que el Diez dejó la concentración en Dallas y le dijo adiós a la Copa del Mundo.

Nicolas Valado –  @nicovalado

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