3 agosto, 2016
¿Por qué no hay manteca?
Por Rolando García. Las redes sociales estallaron con la curiosa noticia de que en los días por venir, y posiblemente hasta la primavera, no haya manteca en las góndolas. Oligopolio, crisis tambera y falta de políticas públicas en beneficio de los productores.

Por Rolando García. Las redes sociales estallaron con la curiosa noticia de que en los días a venir, y posiblemente hasta la primavera, no iba a haber manteca en las góndolas de los supermercados minoristas y de varias cadenas mayoristas. Las repercusiones televisivas no se quedaron atrás con la noticia: el programa «Pura Vida” en la Televisión Pública señaló que en Dinamarca el precio de la manteca ayudó a reducir la mortandad. Sacando los denodados esfuerzos de algunos para buscarle el lado positivo a la pequeña tragedia, la ausencia del bien básico podría dar a entender qué algo extraño está sucediendo en la cadena productiva.
Argenzuela
Es común que cada determinado período de tiempo alguna ausencia llamativa de algún bien básico ponga las luces en cómo se producen los alimentos que llegan a la mesa de la familia argentina. Sucedió recientemente con el aceite, ante la advertencia que hiciera la Federación de Aceiteros sobre el mega-aumento que se preparaba tras bambalinas, que se hizo realidad a los pocos días.
Con precios algo más estables pero igualmente inflacionarios, la carestía del trigo en 2013 generó un desabastecimiento-encarecimiento del pan que dio a entender que algo estaba fallando allí en las otrora trigueras praderas del sur de la Provincia de Buenos Aires.
En el caso del complejo lechero, un oligopolio compuesto por Mastellone/La Serenísima y Sancor (en estos días peleando para mantenerse en carrera) permite a estas compañías presionar sobre el precio que le llega al consumidor final. A la vez estas empresas son un oligopsonio. Es decir que tienen la capacidad de fijar el precio de compra a miles de productores tamberos de pequeña escala, obligados a competir a la baja y a cobrar lo que “el mercado” les indique.
Esto no es una novedad, sino una situación que se viene gestando hace ya varias décadas. Es la consecuencia de un sistema productivo que pone a los productores tamberos constantemente al borde de la bancarrota, situación que hoy se refleja en las góndolas.
Disculpen, estamos teniendo algunas fallas técnicas
El ministro de Agroindustria Ricardo Buryaile clarificó la situación: “Va a faltar manteca por la decisión empresaria de producir más queso, que es más rentable y ahí no nos podemos meter». El funcionario aseveró que el problema estaba en que se produce más un producto que otro.
La realidad es que la manteca es un subproducto derivado del desgrasado de la leche y específicamente la leche descremada. Al producir menos leche descremada, crisis tambera mediante, se produce menos manteca. A su vez, la manteca requiere de grandes escalas productivas de leche descremada, por lo tanto solos dos grandes compañías producen la grasa que luego es insumo para el calórico bien final. Al quedarse sin stock estas empresas, el desajuste produce carestía del producto en las góndolas.
Existen productores y “productores”
A mediados de julio la Sociedad Rural del pueblo lechero de Rivadavia escribió una carta dirigida a la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) y a Confederaciones Rurales Argentinas (CRA). Allí aseguraban que “no es posible seguir avalando reuniones que no son más que evasivas y dilatorias para no tratar el tema central que se debe resolver: los tamberos veníamos trabajando a pérdida y con las nuevas condiciones de precios resultantes de la devaluación y quita/disminución de retenciones para el maíz y la soja nos estamos fundiendo y desapareciendo de a poco».
La CRA se hizo eco del planteo y sugirió al gobierno trabajar para que haya “más transparencia” dentro de la formación de precios del sector. A su vez, dirigentes de la Mesa Agropecuaria solicitaron a la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal que intermediara con el gobierno nacional para solucionar la crisis. En concreto reclamaron que la diferencia entre el quebranto y la ganancia del productor sea subsidiada por el Estado.
Hasta ahora la escasa respuesta deja en evidencia que el foco del gobierno de Cambiemos no está puesto en este tipo de productores. Pareciera ser esta la razón por la cual sus representantes patronales no paran de cosechar fracasos y han dado ya un portazo en Agroindustria en el medio de una reunión.
Es esperable que esta trágica crisis mantequera sea superada y los felices consumidores volvamos a disponer del tan necesario bien para engrasar nuestras comidas. Lo que parece que llegó para quedarse es la crisis de los tamberos, con sus balances en rojo y ante los oídos sordos del “gobierno del campo”.
Durante los años ’90 se estima que más de cinco mil tamberos quebraron y fueron expulsados de la producción. Los sobrevivientes a eso tuvieron un pasar económico con idas y venidas durante los años kirchneristas. Hoy la situación parece nuevamente irreversible.
@RolanGB
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