2 agosto, 2016
Bauza: la apuesta de Armando Pérez
En una decisión unilateral, el presidente de la Comisión Normalizadora de la AFA designó al ex San Lorenzo y actual Sao Paulo como director técnico de la Selección Argentina de fútbol. Una jugada a pleno en un momento crítico para la asociación futbolística.

“Creemos que es el técnico indicado. Es un técnico con experiencia, es trabajador. Es un hombre claro, preciso y comprometido”. La frase pertenece a Armando Pérez pero no es de hace algunas horas atrás cuando confirmó a Edgardo Bauza como nuevo técnico del seleccionado argentino, sino de diciembre de 2010, la última vez que había elegido a un entrenador. El por entonces gerenciador de Belgrano se la jugaba por una decisión propia y, sin consultar, confirmaba a Ricardo Zielinski, que duró más de cinco años en el cargo con resultados exitosos y hoy es un prócer del Pirata.
El presidente de la Comisión Normalizadora con buena empatía con el presidente de la Nación, Mauricio Macri, volvió a consultar poco para elegir al técnico que va a reemplazar a Martino. Lo pusieron para que organice económica e institucionalmente a una AFA en caída libre, algo parecido hizo con Belgrano. Pero él se atribuyó funciones y antes de signar a un director de selecciones con experiencia en el tema, hizo la heroica y paseó su verborragia y sus furcios por cuanto micrófono encontró a mano. Hizo un circo de la designación del nuevo DT.
Ante esta situación se bajaron varios candidatos: Gallardo dijo que le daba “vergüenza” como estaban manejando el tema, Bielsa ni se reunió y los entrenadores argentinos que dirigen en Europa fueron declinando sus candidaturas por diversas razones.
Ahí el periodismo y gente allegada a los técnicos arrancó su mundial para imponer al candidato que nos comande al éxito en Rusia 2018. De todos los nombrados y entrevistados, se eligió al más serio, al de mejor actualidad.
Todos los candidatos potables implicaban volver a Brasil 2014, al estilo Sabella, lejos del camino asumido por Martino que nos llevó a dos finales. No elegimos seguir una idea de juego, nunca estuvo eso en el debate, elegimos un bombero, por eso también emergió Ricardo Caruso Lombardi creando un circo dentro del circo.
Sin la certeza de la vuelta de Lionel Messi, la Argentina con Bauza seguramente priorice el juego por las bandas, poca tenencia y ataques directos. En San Lorenzo puso delanteros como Tito Villalba a hacer el carril, puesto que en la selección pueden ser ocupados muy bien por Ángel Di María y Nicolás Gaitán, por ejemplo.
«El Patón» llevó a San Lorenzo a alcanzar la Copa Libertadores planteando muy bien los cotejos jugados en Brasil contra rivales, a priori superiores, con Mercier-Ortigoza como bastiones de su idea. También ganó el máximo certamen continental con la Liga de Quito de Ecuador, de donde se recuerda el tranco de Joffre Guerrón y Miller Bolaños por las bandas.
El mediocampo decanta la idea de Bauza, de donde parten sus volantes, el recorrido de los externos, el repliegue cuando la pelota la tiene el rival y la búsqueda directa. Con Bauza, además del conservadurismo en ciertos momentos del partido, puede volver el doble 9, una buena noticia para Higuaín, Agüero, Dybala e Icardi, entro otros.
Muchas veces que lo tildaron de defensivo, se atajó con la subida constante de los laterales, otra característica de sus equipos. Este es uno de los puntos que deberá revisar en su nuevo cargo en la selección argentina, ya que los dos laterales que jugaron la última Copa América como titulares nacieron defensores centrales.
“Es el más acertado para este trabajo”, lo elogió Armando Pérez en la conferencia de prensa donde anunció su decisión. En un año, el presidente de Belgrano ya no estará más al frente de la Comisión Normalizadora y su elección unipersonal por Bauza quedará sin abrigo. Haberle ganado la final a entrenadores con mayor peso mediático y popular lo hará arrancar vulnerable a la crítica.
Después de cinco años Armando Pérez volvió a elegir a un entrenador. Por las formas adoptadas quedó demostrado que se había olvidado de qué se trataba ese trabajo. Se jugó un pleno, sueña con que le nazca otro Zielinski. La Selección por su parte volvió a fines del 2010 también, sin rumbo, con destino incierto, con el periodismo depordivo pidiendo por técnicos y futbolistas locales y con un entrenador con poco apoyo.
Se resolvió la novela que nos hartaba, la que incluyó castings para elegir al técnico de la selección subcampeona del mundo y de América. Ahora falta saber lo más importante, si va a volver a la pantalla celeste y blanca, la fábula gris, el cuento de hadas sin final feliz: Lionel Messi en Argentina, la novela de amor de la que nunca nos vamos a hartar porque empalaga, enamora y hace olvidar, como dice su protagonista, del “desastre que son los de la AFA”.
Lucas Jiménez – @lucasjimenez88
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