19 julio, 2016
La escuela de Pompeya que expresa todos los síntomas de la crisis educativa en CABA
La comunidad educativa de la Escuela Media Nº 4 D.E. 19 “Homero Manzi”, del barrio de Pompeya, realizó el jueves pasado un festival para pedir un nuevo edificio ante las insuficientes condiciones de infraestructura del actual. ¿Excepción o norma en la Ciudad?

La comunidad educativa de la Escuela Media Nº 4 D.E. 19 “Homero Manzi”, del barrio de Pompeya, realizó el jueves pasado un festival para pedir un nuevo edificio ante las insuficientes condiciones de infraestructura del actual. ¿Excepción o norma en la Ciudad?
Es el tercer festival que realiza la escuela en el predio ubicado en las calles Andrés Ferreyra y Almafuerte, a cuatro cuadras del actual edificio. Ese terreno es propiedad del Ministerio de Educación de la ciudad de Buenos Aires y en el año 2015 se presentó un proyecto de ley para que se destine la construcción de un nuevo edificio.
En la actualidad la escuela funciona en la Avenida Sáenz 631, en un establecimiento que era utilizado previamente por la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) y recibía a aproximadamente 100 alumnos del nivel terciario-superior y sus docentes. Hoy a la escuela asisten más de 700 estudiantes, casi todos menores de edad.
El año pasado -para no suspender las clases- durante dos semanas se debió dar clases en un galpón de la escuela (sin paredes entre los cursos ni pizarrones) debido a un cortocircuito que quemó la bomba de agua y dejó a la escuela sin luz.
Además de la precaria instalación eléctrica, el establecimiento no posee salida de emergencia, tiene baños clausurados y aulas en estado deteriorado (pupitres rotos, pizarrones en los que cuesta escribir y borrar, baños inhabilitados). El colegio nunca se utilizó para votar en comicios por ser considerado inseguro.
La escuela recibe diariamente a 700 adolescentes de la villa 1-11-14, la villa 21-24, los barrios de Boedo, Parque Patricios, Flores, y de Lanús y Lomas de Zamora. Además, cuenta con una guardería para los hijos e hijas de alumnas madres. Este año recibió ya casi una decena de amenazas de bomba en lo que va del año, debiendo ser toda la comunidad educativa evacuada en pocos minutos por escaleras angostas y una única puerta. Tampoco hay patio ni salón de actos.
El festival contó con distintas actividades y talleres como torneos de ajedrez, de baile, estampado de banderas y música en vivo. También contó con el apoyo y la presencia de estudiantes y docentes de la Escuela Media Nº 6 D.E. 5º, quienes ya pasaron por este proceso de lucha y luego de años de movilizaciones y diferentes tipos de reclamos, se empezó a construir un nuevo edificio para la única escuela de la ciudad que está ubicada en una villa (Villa 21-24).
Luego de presentado el proyecto de ley en la Legislatura porteña en el año 2015, los docentes de la escuela mantuvieron reiteradas reuniones con funcionarios de la Ciudad y realizaron distintas actividades de protesta, pero aún no han tenido respuestas.
¿La excepción?
Si hablamos de problemas de infraestructura, la escuela Homero Manzi no es una excepción en la ciudad de Buenos Aires; más bien el caso es representativo de una problemática generalizada en todos los barrios y niveles educativos.
La Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) publicó hace algunas semanas un mapa de la ciudad que grafica los problemas de infraestructura de establecimientos educativos porteños.
Elaboramos un mapa que refleja los problemas de infraestructura escolar. https://t.co/7BVwg22uWi @AlejandraBonato pic.twitter.com/HgupppBdAv
— UTE (@utectera) July 1, 2016
El total de establecimientos relevados es de 128, aunque se aclara que no es la totalidad de los casos existentes. El total comprende: 32 Escuelas Primarias, 22 de Especial, 18 Secundarias, una Primaria para Jóvenes y Adultos, 14 de Formación Docente, 28 de Nivel Inicial, 8 de Educación Técnica y 5 de Educación Artística.
Los problemas más frecuentes incluyen desde falta de habilitaciones de gas, filtraciones de agua (que en algunos casos corre por las cañerías de la luz) o problemas en el suministro de la misma, puertas rotas o sin picaportes, hasta ventanas que se caen o no pueden abrirse, hacinamiento de estudiantes por falta de espacio, gimnasios inhabilitados, caída de techos o falta de pintura.
El presupuesto en infraestructura escolar ha sido sistemáticamente disminuido durante los gobiernos macristas en la ciudad de Buenos Aires. Según los datos oficiales publicados en la página web del Gobierno en el año 2011 el presupuesto asignado a la Dirección General de Infraestructura y Equipamiento (la encargada de poner en ejecución los fondos para mejorar los edificios y construir nuevos) fue de 513 millones de pesos, mientras que en el año 2014 se había disminuido a 216 millones. Si bien en el año 2016 el número se ha incrementado un poco (383 millones de pesos asignados), sigue siendo una baja significativa con respecto a años anteriores (más aún considerando los altos niveles de inflación y los aumentos en todos los costos y materiales necesarios para construir). Además, no hay datos oficiales publicados sobre la ejecución real de los presupuestos asignados para cada año.
Leticia Garziglia – @letigarziglia
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