4 julio, 2016
Tiempo Argentino: «Fue el intento de callar una voz independiente»
Este martes saldrá a la venta una edición especial de Tiempo Argentino para denunciar los destrozos provocados por la patota del empresario Mariano Martínez Rojas el lunes por la madrugada. Las y los trabajadores llevarán la causa a la Justicia para denunciar el intento de censura.

El diario Tiempo Argentino saldrá a la venta este martes en una edición especial para denunciar los hechos sucedidos durante la madrugada del lunes cuando una patota ingresó al edificio donde también funciona Radio América y destrozó el lugar. Las y los trabajadores irán ante la Justicia para que sea investigado el hecho y el empresario Mariano Martínez Rojas, que dirigió el grupo que irrumpió en el establecimiento, rinda cuentas por lo sucedido.
“Cerca de las 12 y media de la noche llegó un grupo de tareas comandado por Mariano Martínez Rojas e irrumpió en las instalaciones del diario. Había tres compañeros de guardia, les pegaron, los lastimaron y empezaron a romper las instalaciones”, contó a Notas Esteban Schoj, periodista del diario e integrante del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (Sipreba).
Javier Borelli, presidente de la cooperativa Por más Tiempo, que se hizo cargo del medio de comunicación cuando este fue abandonado por los empresarios, añadió: “Había tres personas adentro, dos fueron sacadas a empujones y el tercero recibió golpes. Es un compañero que tiene una discapacidad motriz”.
“Por suerte rápidamente fuimos muchos y logramos combatir la pasividad de la policía que no estaba actuando», agregó Borelli que explicó que recién cuando los trabajadores intentaron ingresar la policía los acompañó. «Así logramos dar con 16 de los 20 ocupantes, los que no se escaparon por los techos, a los que se le tomaron los datos», dijo.
Sin embargo por decisión de la fiscal Verónica Andrade, a cargo de la Fiscalía Penal Contravencional y de Faltas N°6 de la Ciudad de Buenos Aires, todos los miembros de la patota identificados fueron dejados en libertad. Incluso Martínez Rojas se retiró, según contó Schoj, «escoltado por la policía”.
El empresario fantasma y patotero
“Martínez Rojas nos acusa de usurpadores de un edificio que no es de él”, relató Schoj y recordó que si bien el empresario «mostró un papel de alquiler» este no tiene validez porque «el alquiler está caído hace más de un año. La empresa que supuestamente compró no paga desde entonces». De hecho «los dueños del edificio iniciaron un pedido de desalojo contra la empresa”.
El trabajador de prensa apuntó que “lo único que hizo» el empresario en estos meses fue «decir que compró el diario y prometer pagos de sueldos que no cumplió». Desde entonces «aparece en la redacción de imprevisto, siempre acompañado de un grupo de tareas”.
Por este motivo desde la cooperativa Por más Tiempo reclaman que el gobierno nacional garantice su seguridad. «Porque fue él mismo que nos puso como garantes de este edificio. No nos alcanza con el comunicado de solidaridad que emitieron, necesitamos que tomen cartas en el asunto desde el Ministerio de Trabajo, la Jefatura de Gabinete y la Presidencia de la Nación para que esto no vuelva a ocurrir”, expresó Schoj.
Borelli pidió además «el resguardo de los bienes» que son utilizados «para sacar adelante el diario porque el Ministerio de Trabajo así lo determinó”.
Un intento de censura, una lucha que no se detiene
Cuando las y los trabajadores lograron finalmente ingresar junto a la policía al edificio donde se encontraban los matones, pudieron observar un escenario de destrucción total. Estaba «todo revuelto. Papeles de la cooperativa que pudimos recuperar, armarios rotos, candados destrozados y con el servidor sin funcionar. Rompieron los cables. También tapiaron y empapelaron un montón de cosas”, dijo Schoj.
Por su parte María del Carmen Verdú, abogada que representa a la cooperativa analizó: “Creo que la intención y el motivo detrás de este ataque fue impedir la continuidad de la salida del diario. Es muy grave para el gobierno, para el establishment, que haya un medio de prensa de la importancia de Tiempo Argentino que salga sostenido por los trabajadores”.
La abogada recordó que “había proyectos de expansión como la web diaria que se iba a empezar a publicar esta semana y justamente debido a la vandalización que sufrió el edificio seguramente se demore». «No hubo robos sino que fueron directamente a destruir el servidor, cortar los cables de red”, relató.
Borelli explicó que a pesar de todo este martes van a sacar «un diario de emergencia denunciando lo que está pasando y quienes son las personas que están interviniendo». El presidente de la cooperativa fue claro: «Vamos a seguir adelante con el diario, esto no nos va a hacer bajar los brazos. También vamos a presentar una denuncia penal por la intromisión dentro de Tiempo Argentino y esperamos que después de mucho tiempo la Justicia y los distintos estamentos del Estado empiecen a jugar del lado de los trabajadores”.
— Por más Tiempo (@pormastiempo) July 4, 2016
“Nos parece bastante escandaloso que para la fiscal que tomó intervención, esto sea un mero intento de usurpación y delito de daño», añadió Verdú. Asimismo señaló que tras la presentación judicial que están elaborando tiene como objetivo «instar la investigación en términos de los delitos realmente cometidos con lo cual va a tener que intervenir la Justicia nacional”.
La abogada sentenció: “El principal hecho que tiene que ser investigado es este intento de callar una voz independiente”.
“La pata fundamental de todo esto son los intereses empresariales siempre. Los empresarios trabajan en tándem y lo único que resguardan son sus intereses. Uno de ellos es acallar ciertas voces como la de Tiempo Argentino”, concluyó Schoj.
Producción: Analía Fernández Fuks – @Anuka_Fuks
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