Mundo Gremial

10 junio, 2016

La delgada línea blanca: se resiente la industria de electrodomésticos

A seis meses del cambio de gobierno se profundiza la caída en el consumo de electrodomésticos en el mercado argentino que, en el marco de la devaluación y los tarifazos, vio mermar el poder adquisitivo de los consumidores.

A seis meses del cambio de gobierno se profundiza la caída en el consumo de electrodomésticos en el mercado argentino que, en el marco de la devaluación y los tarifazos, vio mermar el poder adquisitivo de los consumidores.

A inicios de 2016, el sector registraba una caída del 5,3% en las ventas. A fines del primer semestre, en ciudades como Córdoba, la baja en ventas fue del 15% y en el resto de las provincias el promedio fue de un 10%. Se trata de la mayor caída desde el año 2014, cuando el gobierno de Cristina Fernández devaluó la moneda y la baja llegó al 16%.

La situación se vuelve preocupante ya que pone en riesgo a una industria que durante los últimos años fue tomando un mayor protagonismo desde lo local: las importaciones de electrodomésticos acabados disminuyeron y la cantidad producida por Argentina incluso llegaba a cubrir el 90% del total.

En parte, la caída del consumo responde a la pérdida de poder adquisitivo, pero también a una política impulsada por el gobierno de Mauricio Macri que, con el objetivo de enfrentar la recesión, busca apoyarse en las inversiones extranjeras.

Ya se comienza a percibir una presencia mayor de productos elaborados en China, Turquía y Brasil, mientras que la multinacional Whirlpool abrirá una fábrica de electrodomésticos en septiembre y planea establecer en los próximos cinco años otras dos plantas en el país.

El caso de Rosario

La situación en la ciudad de Rosario es particular debido que, a diferencia de otras regiones de Argentina, la cantidad de ventas se mantuvo estable, a pesar de haber existido aumentos en el precio de compra de entre 20% y 30%. Entre los electrodomésticos, el producto más vendido fueron las heladeras.

Como lo ha sido históricamente en Argentina, al momento de realizar un recorte para aumentar las ganancias o evitar pérdidas, los empresarios acuden a los despidos o las suspensiones.

En el caso de Gafa en Rosario. Los dueños de la empresa elevaron un plan de suspensión por noventa días en el marco de un “procedimiento preventivo de crisis”. Esto implica una disminución de los días de trabajo y del sueldo percibido por 360 personas.

En algunos casos, los trabajadores cumplirán quince días menos de lo habitual y en otros diez, dependiendo el sector donde desempeñan sus actividades. Del total de los días no trabajados, se acordó el pago del 90% de la remuneración más la antigüedad. El inicio de esta nueva relación laboral comienza en junio y finaliza el 31 de agosto, retomando sus labores completas a partir de septiembre.

Por su lado, la empresa de electrodomésticos Bambi SRL, también de Rosario, presentó el 8 de junio un procedimiento preventivo de crisis en el que está previsto que sean suspendidos unos 500 trabajadores de la línea de producción.

Leandro Yansón, desde Rosario

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