9 junio, 2016
Las protestas contra la reforma laboral en las puertas de la Eurocopa
París continúa siendo el epicentro de masivas protestas de trabajadores que rechazan la reforma laboral impulsada por el gobierno de François Hollande. A un día del inicio de la Eurocopa en Francia, los trabajadores de la energía, ferroviarios y recolectores de basura se movilizaron una vez más.

París continúa siendo el epicentro de masivas protestas de trabajadores que rechazan la reforma laboral impulsada por el gobierno de François Hollande. A un día del inicio de la Eurocopa en Francia, los trabajadores de la energía, ferroviarios y recolectores de basura se movilizaron en el marco de una convocatoria de la Confederación General del Trabajo (CGT).
El 9 de junio se constituyó como la octava jornada de protestas desde que comenzó la movilización contra la nueva ley laboral que introduce la flexibilización de las condiciones de trabajo. Tanto la CGT como otros sindicatos exigen que se retire el texto.
Las protestas se han manifestado a través de movilizaciones masivas y bloqueos de lugares de trabajo, como el caso de las refinerías y las plantas de acopio de basura.
Quien encarna estas protestas es Philippe Martínez, secretario general de la CGT. Este sindicato, que es el más grande de Francia con 700 mil afiliados, ha encabezado el rechazo a las principales reformas de corte liberal del gobierno de Hollande.
Uno de los principales puntos de la ley que la CGT busca modificar es el artículo 2, que permite que la patronal pueda renegociar las condiciones laborales, incluso con propuestas menos favorables que lo que prevé la ley nacional.
El segundo punto que plantean modificar es el referido al «referéndum de empresa», medida que busca bloquear el accionar de los grandes sindicatos, como la CGT, ya que en caso de no llegar a un acuerdo, la empresa puede realizar un «referéndum» con los trabajadores para implantar medidas, sin la intermediación gremial.
Martínez, hijo de inmigrantes españoles, argumentó que estas reformas no son aisladas, y que buscan aplicarse en toda Europa. De esta manera, afirmó que existe una “voluntad de la Comisión Europea de hacer que las reformas laborales hagan en todos los países que la negociación de empresa sea la realidad, por encima de las leyes y los convenios, para que cada empresa pueda negociar lo que quiera”.
A su vez, el dirigente sindical ha cobrado mucha visibilidad a partir del enfrentamiento con el primer ministro Manuel Valls. Sin embargo, enfatizó que “el problema es la ley, nosotros no queremos cambiar de gobierno, queremos cambiar de ley”.
Si bien las movilizaciones ya no son tan masivas como lo fueron en el mes de marzo, Martínez argumentó que lograron mantener protestas por más de tres meses. “Desde inicios de mayo hemos pasado a otra fase donde hay manifestaciones y huelgas en muchas empresas. Hay huelgas de las que se habla en la prensa porque no hay trenes o porque no hay gasolina, y otras que no se ven porque ocurren en empresas privadas como Arcelor, donde una huelga de un día no se nota. Si falta acero durante un día no se nota», aclaró.
Sin embargo, las demostraciones más fuertes de los sindicatos han llevado a la paralización del servicio de trenes y aéreos, de las refinerías y gasolineras y del servicio de recolección de basura, cuyos trabajadores se mantienen en paro. Esto ha conllevado a la acumulación de montañas de basura en las principales ciudades del país, como París, Marsella, Saint- Etienne y Aix-en-Provence.
Entre el 10 de junio y el 10 de julio se llevará adelante la Eurocopa de fútbol en diez ciudades de Francia. A pesar de las protestas y las recientes inundaciones, las autoridades del país galo definieron no suspender este masivo evento que capta la atención de todo el continente.
El 8 de junio, una manifestación de empleados ferroviarios bloqueó el acceso al tren donde se iba a exponer el trofeo de la «Euro 2016», en París. La copa «Henri Delaunay», que será entregada al equipo ganador de la competencia, se exhibió en ese tren por 25 ciudades de Europa, incluyendo las ciudades francesas que son sede del torneo. Luego de que un centenar de integrantes de los sindicatos Fuerza Obrera y Sud-Rail interrumpió el inició de la exhibición en la estación Gare du Nord (Estación del norte), los organizadores decidieron suspender la exhibición.
Por otro lado, los recientes atentados del Estado Islámico (EI) de noviembre y enero han levantado la alerta del gobierno francés. Para ello, decidieron establecer «fan zones» (zonas para fanáticos) donde se extreman las medidas de seguridad y vigilancia. A su vez, lanzaron una aplicación llamada «Alerta atentado», que permite avisar a las autoridades en caso de «sospechas de atentado».
En este marco, la CGT convocó a una nueva movilización para el 14 de junio, cuando la Eurocopa se encontrará en pleno despliegue. “El 14 de junio va a ser un gran día de movilización. Vamos a tener a mucha gente en París y en otras ciudades de Francia. Habrá huelgas en las empresas», explicaron.
Ante la insistencia de los periodistas por detalles de esta convocatoria, Martínez precisó: “No vamos a estar en los estadios, ni en los campos de fútbol, si es su pregunta. La Eurocopa es una fiesta popular, y a muchos afiliados, yo el primero, nos gusta el fútbol, y no queremos perturbar una fiesta como ésta. Pero lo que pensamos esta semana de la ley, seguiremos pensándolo en junio si el gobierno no cambia de postura”.
A las protestas sindicales se han sumado diferentes grupos de manifestantes que se oponen a la política migratoria del gobierno francés y muchos jóvenes, principales afectados por la reforma laboral. Es que en el marco de las protestas sindicales se ha gestado un nuevo movimiento, impulsado principalmente por jóvenes, pero que no solamente apunta a frenar la reforma laboral, sino que plantean que existe un colapso del sistema económico, social, político y cultural en Francia.
No obstante, esto se da a su vez como contrapartida del crecimiento de los partidos de ultra derecha, como el Frente Nacional encabezado por Marine Le Pen, que suma adeptos en los sectores populares y en los suburbios de las grandes ciudades.
Hollande buscará llevar adelante la reforma laboral y reducir el desempleo, que roza el 10%, aun si eso implica recortar históricos derechos laborales. En este marco de inestabilidad, el presidente, quien fue catalogado como «el líder menos popular de la historia de Francia», apunta a disputar las elecciones de 2017, aunque el actual escenario puede frustrar sus aspiraciones.
Micaela Ryan – @LaMicaRyan
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