El Mundo

19 mayo, 2016

Para Estados Unidos «no hay un golpe blando» en Brasil

Michael Fitzpatrick, representante estadounidense ante la Organización de Estados Americanos (OEA) afirmó que no consideran que el inicio del juicio político a la presidenta constitucional Dilma Rousseff «sea un golpe blando o de otro tipo».

Michael Fitzpatrick, representante estadounidense ante la Organización de Estados Americanos (OEA) afirmó este que no consideran que el inicio del juicio político a la presidenta constitucional Dilma Rousseff «sea un golpe blando o de otro tipo».

«Lo que ocurrió en Brasil siguió el proceso legal y constitucional», dijo. Y agregó que el impeachment sucedió «respetando completamente a la democracia».

«Hay un claro respeto a las instituciones democráticas, una clara separación de los poderes, está en vigor el estado de derecho», remarcó Fitzpatrick al hablar en la OEA, explicitando lo que el presidente Barack Obama había dado a entender horas después de la decisión del Senado de suspender a Dilma por 180 días.

Según el diario brasileño Folha de San Pablo, «hasta ahora la posición norteamericana fue de cautela», pero la reciente declaración del delegado de la OEA da por tierra con eso. En Brasil «hay una solución pacífica de las disputas. Nada de eso parece ser el caso en Venezuela hoy y esa es la preocupación», sostuvo Fitzpatrick.

La coyuntura brasileña fue planteada por la misión de Bolivia en el último punto de la reunión del Consejo ordinario, que es abierto a cualquier asunto. Allí se pronunciaron al respecto Nicaragua, Brasil, Argentina, Venezuela y Estados Unidos. «Lamentamos que la OEA no se haya dado ni por enterada de la situación de Brasil, no quisiéramos pensar que la OEA esté apoyando golpes de Estado como en el pasado», afirmó el representante boliviano ante la organización, Diego Pary.

El norteamericano, reforzando el análisis de Nicolás Maduro de que se está realizando una campaña internacional contra la revolución bolivariana, apuntó también que: «Hoy hay gases lacrimógenos, pero no en Río, no en Sao Paulo, no en Brasilia, sino en Caracas». «Seguimos llamando al respeto de la separación de poderes, del Estado de derecho en Venezuela, mientras que ninguno de estos (elementos) está en duda en Brasil», señaló Fitzpatrick.

La misión argentina, por su parte, dijo que «respeta el proceso institucional que se desarrolla en Brasil y confía en que a través de él se consolide la solidez de la democracia brasileña», en sintonía con la posición expresada por Twitter por la canciller Susana Malcorra.

Una decena de Estados alrededor del mundo denunciaron, como la propia Dilma Rousseff y organizaciones políticas y sociales de Brasil y el continente, que el inicio del juicio político es una forma de golpe de Estado institucional, un «golpe blando».

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