3 mayo, 2016
Los 5 escenarios posibles sobre la ley antidespidos
Mauricio Macri reiteró hasta el cansancio que está en contra de la iniciativa. Las centrales obreras ocuparon la calle con fuerza, peso y amplitud. Los bloques opositores calculan votos, vetos y voces. En el medio, dos proyectos pugnan por convertirse en ley.
Mauricio Macri reiteró hasta el cansancio que está en contra de la iniciativa. Las centrales obreras ocuparon la calle con fuerza, peso y amplitud. Los bloques opositores calculan votos, vetos y voces. En el medio, dos proyectos pugnan por convertirse en ley.
1- Aprobación sin cambios
El miércoles de la semana pasada el proyecto presentado en el Senado obtuvo allí su media sanción. Al día siguiente, era esperable que la iniciativa ingresara a Diputados. Pero no. Las autoridades de la Cámara Alta nunca remitieron el texto.
Aun así, y aunque parezca algo difícil, los sindicatos y los legisladores opositores apuestan todo a lograr la aprobación del proyecto esta semana o la próxima. A priori, tras la definición favorable del Frente Renovador, los votos afirmativos hoy serían mayoría.
2- Aprobación con cambios
Las negociaciones que mantuvieron este lunes Sergio Massa y Miguel Ángel Pichetto otorgaron una certeza: en Diputados, la gran mayoría de los legisladores respaldarán el proyecto y Cambiemos no podrá hacer nada para impedirlo.
Sin embargo, todavía es incierta la estrategia del Frente Renovador. Si a cambio de su apoyo Sergio Massa pretende modificar el proyecto remitido por el Senado, entonces el trámite se demorará.
Tras las modificaciones en Diputados, el texto debería volver a la Cámara Alta para que los senadores se expidan sobre los cambios propuestos. Y ello, en principio, no demandaría menos de una semana adicional.
A esta altura, el dato destacado sin embargo es que Massa se reunió con el titular del bloque de senadores del Frente para la Victoria, y no con el de diputados.
Ello permite conjeturar que finalmente el Frente Renovador introducirá cambios en la Cámara Baja, que luego serán avalados en el Senado. Allí, posiblemente, se zanjaría la discusión en torno a las PyMES, cuya exclusión del nuevo régimen de despidos es impulsada con insistencia por el tigrense.
3- Rechazo
De acuerdo a las manifestaciones previas de los legisladores, éste parece el escenario menos probable. Pero en caso de que los diputados decidieran rechazar el texto propuesto por el Senado para impulsar uno mejor, caducaría definitivamente esta iniciativa y ya no podría volver a tratarse en lo que queda del año.
En compensación, la Cámara Baja sí podría tratar el proyecto que impulsan varios diputados opositores. Esta propuesta, a diferencia de la aprobada en el Senado –que sólo regiría por seis meses–, extiende la protección contra los despidos hasta finales de 2017.
El inconveniente, claro está, es que allí el trámite avanza a un ritmo notoriamente más lento. De momento, esa iniciativa, la originaria de Diputados, parece condenada invariablemente al segundo plano.
4- Aprobación, veto e insistencia
Si Diputados aprueba sin cambios el proyecto del Senado, el trámite demorará menos. Sino, demorará más. Pero en cualquier caso la instancia decisiva será cuando el presidente, más tarde o más temprano, deba decidir si promulga la ley o si la veta.
La decisión en sí misma, sin embargo, ya parece un hecho. Pero aunque las posibilidades de que el Poder Ejecutivo avale la iniciativa tienden a cero, el veto no finiquita el trámite.
Si dos tercios de los senadores y diputados se mantienen firmes en la defensa del proyecto, podrán insistir y frenar el veto presidencial. Así, sin más, se convertiría en ley.
Y como dato, vale destacar que ésa fue precisamente la proporción mayoritaria conseguida en el Senado la semana pasada. Si algo similar sucediera en Diputados, las posibilidades de insistir luego del veto no parecen nada descabelladas.
5- Aprobación y veto sin insistencia
Así como existe la posibilidad de que el Congreso insista con su proyecto reuniendo las voluntades necesarias, también es posible que no lo consiga.
En el medio, por supuesto, sobran indicios de que el gobierno dilatará el debate todo lo posible e incluso de que negociará una salida intermedia con parte de la oposición.
Sin embargo, el veto presidencial sigue siendo su arma principal, su última salida. Tras su dictado, al oficialismo sólo le quedará aguardar la embestida opositora en el Congreso y la queja sindical en la calle. En cualquier caso, el costo político será seguramente alto.
Federico Dalponte – @fdalponte
Foto: José Manuel Fernández / Télam
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