29 abril, 2016
29 de abril: la unidad en las calles y la disputa por ser la voz de los trabajadores
Por Alejandra Soifer. El 29 de abril será una jornada histórica para el movimiento obrero argentino. Tras años de fragmentación, por primera vez se reunirán las tres CGT y la dos CTA en una movilización conjunta en reclamo del cese de los despidos y el ajuste. Una fotografía del sindicalismo nacional.

Por Alejandra Soifer. El 29 de abril será una jornada histórica para el movimiento obrero argentino. Es que, tras años de fragmentación, por primera vez se reunirán las tres CGT y la dos CTA en una movilización conjunta de unidad en reclamo del cese de los despidos y el ajuste. Una fotografía del movimiento sindical que llega a esta medida de fuerza aclarando más el por qué no se va más a fondo que explicando las causas que la motivan.
Se trata de la primera manifestación conjunta con consignas de oposición a las medidas del gobierno de Mauricio Macri. La última vez que hubo una convocatoria unificada de las centrales sindicales en la Argentina fue el 13 de diciembre de 2001, en las vísperas de las jornadas que terminaron por sacar al gobierno encabezado por Fernando De la Rua de la Casa Rosada.
Sin embargo, los principales sindicalistas que motorizaron la jornada del 29 han sido muy cuidadosos en no caracterizar la jornada en vísperas del Día del Trabajador como un Paro, ya que se encuentran en negociaciones constantes con el gobierno de Mauricio Macri. En lo que refiere a cuestiones vinculadas a las cajas de las obras sociales, el nombramiento de Luis Scervino (hombre de confianza del ex líder de la CGT José Luis Lingieri) como presidente de la Superintendencia de Servicios de Salud y el fin de la intervención en el PAMI que le devolvió lugares estratégicos a sindicalistas dentro de la obra social de los jubilados son dos ejemplos de este tire y afloje sindical con el gobierno.
A la vez, la jornada se impulsa con la intención de mostrar el camino de unidad de la CGT, que tiene a Hugo Moyano como el gran ganador de la contienda, tras la debilidad en la que quedó Antonio Caló al terminar el mandato kirchnerista.
Por su parte, la CTA vive un proceso diferente. Si bien Hugo Yasky (CTA de los Trabajadores) y Pablo Micheli (CTA Autónoma) se han mostrado juntos en ciertos eventos, la idea de ir hacia una unificación no convence a los principales referentes de los sindicatos de la Central, lo cual se expresa en que la CTA Autónoma ha lanzado dos puntos de convocatoria divergentes para la movilización.
El principal sindicato nacional de la CTA Autónoma, la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), liderado por Hugo «Cachorro» Godoy, ya ha hecho tres paros con movilización al gobierno macrista en el cual confluyeron algunos sectores de la CTA de Yasky (principalmente la seccional capital de ATE comandada por Daniel Catalano). Esta sería la cuarta movilización de ATE-CTA en dos meses, mientras que la CGT recién está empezando a hacer planteos en la luna de miel que parece continuar a pesar de los roces. La CTA de Yasky ha acompañado los reclamos hechos por otras centrales y los sindicatos, sin embargo su rol no ha sido el de marcar una agenda propia de la etapa.
De 2003 a 2015 las centrales sindicales pasaron de ser dos a cinco. Sería intentar tapar el sol con un dedo no explicar este fenómeno desde el cambio de concepción sobre la práctica sindical que impulsó el kirchnerismo. La ola de despidos, que de acuerdo a información elaborada por consultoras privadas y recopiladas por el diario Tiempo Argentino, es de mil por día, ha obligado a los dirigentes sindicales a licuar -al menos por un ratito- estas diferencias para dar un mensaje contundente de unidad ante las medidas antipopulares del gobierno.
Más allá del mensaje motivado por la necesidad de los laburantes que ven mermar sus salarios y empleos, la pulseada sindical aún con los procesos de unificación en curso, sigue completamente abierta. Esta jornada también servirá para medir la correlación de fuerzas al interior de las centrales, por lo cual de esta unidad habrá dirigentes que saldrán más fortalecidos que otros. No ya por la cantidad de personas que logren movilizar en las calles, sino por la capitalización del mensaje que se quiera dar de esta movilización en relación al gobierno de Mauricio Macri.
El mensaje puede ir desde una leve preocupación a una fuerte demostración opositora, y eso se podrá seguir reconstruyendo en los días venideros, con las repercusiones de esta medida de fuerza y la respuesta que pueda dar Mauricio Macri al proyecto de ley Antidespidos que ya tiene media sanción en Senadores.
Las calles de Buenos Aires, fundamentalmente el microcentro, cambiarán su color este viernes. A las 15 horas será el acto central enfrente del Monumento al Trabajo (Av. Paseo Colón e Independencia). Las Centrales y Sindicatos se reunirán en distintos puntos del microcentro entre las 12 y las 13 horas para movilizar de conjunto al punto de encuentro en el acto.
@soifereta
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