25 abril, 2016
Ganó el #NiUnaMenos en el Colegio Carlos Pellegrini
Tras 11 días de toma en la Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini donde los y las estudiantes denunciaban a dos preceptores por violencia de género, consiguieron que ambas autoridades sean removidas de su lugar de trabajo para que ya no estén más en contacto con ellos.
Tras 11 días de toma en la Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini donde los y las estudiantes denunciaban a dos preceptores por violencia de género, consiguieron que ambas autoridades sean removidas de su lugar de trabajo para que ya no estén más en contacto con ellos.
Desde el programa Graves y Agudas (Radio Sur) conversaron con la presidenta del Centro de Estudiantes de la escuela (CeCaP), Ofelia Fernández, quien explicó el origen del conflicto y resaltó que la toma fue sostenida por la comunidad educativa, respetada por los medios y ahora hasta consiguieron que el rector se ponga en contra del propio gremio que pide su renuncia tras haberlo puesto con sus votos.
Fernández explicó que si bien la toma duró once días, el conflicto lleva más de nueve años ya que uno de los preceptores implicados, Hector Gómez Mastrogiovanni, fue denunciado en 2007 por golpear a dos alumnas de 14 años en medio de una amenaza de bomba. Allí se le hizo un sumario, lo suspendieron cinco días, lo trasladaron al campo de deportes por dos años pero luego volvió al colegio, fue electo delegado paritario nacional en el gremio de UTE-CTERA y lo ascendieron a regente de uno de los turnos en el Pelle en 2015, con 800 chicos a su cargo. Fue ahí donde se reavivó la lucha estudiantil para que lo saquen. Ante esto Mastrogiovanni respondió con nuevos hechos de violencia.
“Hostigamientos, amenazas y persecución política a estudiantes y a docentes”. Así describió la presidenta del CeCaP el accionar del preceptor. Fotografiaba a los docentes que pegaban carteles en los pasillos, se peleó con una preceptora que tuvo que terminar renunciando y a la misma Fernández, le prohibió informar a sus compañeros y compañeras esta situación y circular por los pasillos. Hubo una orden expresa que se lo prohibía a ella.
“Él siempre tiene un mismo patrón, siempre ejerce violencia contra las mujeres, por una cuestión de que nos denigra verbalmente y porque se generó un perfil en el que nos habla como si fuéramos una figura débil, a los hombres jamás le ha levantado una mano y se construye en un rol de ‘soy muy copado’, sin embargo las mujeres acá sufrimos su violencia día tras día de una manera totalmente arbitraria y la escuela avalando todo esto no sólo es cómplice de la violencia de género sino que se convierte en autora de una violencia institucional por promover que esto pase acá adentro”, denunció la entrevistada.
El otro preceptor señalado es Fernando Jodara que le quiso dar un beso a una chica de 14 años y ante la exigencia de los estudiantes para que lo separen de la escuela, lo mandaron a la Facultad de Económicas de la UBA donde los chicos estudian idiomas y allí él era el único adulto responsable por parte de la institución.
“Nosotros le reclamamos a las autoridades porque después del 3 de junio del año pasado, instalaron un cartel enorme en la puerta que dice ‘Ni una menos’ pero paralelamente teníamos un preceptor que ejerció violencia de género clara y explícita con una estudiante de 14 años”, explicó Fernández.
El miércoles pasado, después de diez días de toma firmaron una resolución donde dice que efectivamente Fernando Jodara no va a estar más en contacto con estudiantes, “esto es una gran victoria de la organización que llevamos como estudiantes”.
Las condiciones de la separación del otro preceptor todavía se estaban negociando pero con la perspectiva de llegar también a un acuerdo.
Hay vida después de esta victoria
Fernández explicó que lo que discuten desde los estudiantes es que si bien ahora hablan de estos dos preceptores en este caso puntual, el problema es mucho mayor: es la violencia que existe en la sociedad y su preocupación es que no se repita dentro de la escuela. Por eso no les basta sólo con echarlos porque se puede repetir con otras personas la misma situación.
“Lo que estamos pidiendo es la aplicación de un protocolo para la prevención de violencia de género y discriminación de género o por orientación sexual que fue aprobado por la Universidad de Buenos Aires el año pasado pero que en nuestro colegio no se aplica, siendo una dependencia de la universidad”, dijo.
Asimismo añadió que «si se aplicara ese protocolo, estos preceptores, en el instante en el que ejercieron su violencia ya hubieran sido expulsados de esta escuela porque entiende que con ese nivel de violencia no pueden tener contacto con estudiantes”.
Finalmente recordó que también piden la implementación de la ley de Educación Sexual Integral que fue aprobada en 2006 y que se le den las capacitaciones a los docentes para que las lleven a cabo en el día a día «porque es una ley transversal a todas las materias». “Esas son dos consignas principales para que estas cosas no vuelvan a pasar y ya el mismo hecho de separar a estos preceptores va a sentar un precedente que ubique al Pellegrini como hijo del Ni Una Menos».
Inés Farina, integrante del programa Graves y Agudas de Radio Sur FM 88.3 – @inesa_fa
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