14 abril, 2016
Piden cambio de carátula en la causa del joven muerto por el patrullero que chocó su casa
Damián Villalba agonizó 40 minutos antes de morir. Su cuerpo no resistió los golpes que recibió cuando un patrullero de la policía bonaerense se metió a su casa de Laferrere, en el partido de La Matanza. La familia está convencida de que la Justicia hizo todo mal.

Damián Villalba agonizó 40 minutos antes de morir. Su cuerpo no resistió los golpes que recibió cuando un patrullero de la policía bonaerense se metió a su casa de Laferrere, en el partido de La Matanza. La familia está convencida de que la Justicia hizo todo mal.
El lunes Sara Benítez, la madre de Damián, convocó a familiares y amigos en la Plaza Ejército de los Andes de Laferrere. A unas cuadras de ahí vivía su hijo hasta el 17 de marzo, cuando un patrullero chocó contra el frente de la casa y se metió de lleno en la habitación donde dormía. La Toyota Hilux circulaba a una velocidad más alta de lo permitida. Fue tal la violencia del impacto que la pared que daba a la calle La Bastilla, metros antes de cruzarse con Estanislao del Campo, no pudo contener al vehículo.
“Esto pasó durante la madrugada. Yo fui al lugar ni bien me enteré de lo que había pasado. Cuando llegué el fiscal Fernando Quiroga todavía no estaba. Ahora me entero que, según sus palabras, él había estado en el lugar del hecho uno minutos después que ocurriera este desastre”, contó Sara a Notas.
La familia de Damián entiende que el episodio no debe confundirse con un accidente, puesto que hubo impericia por parte del conductor, el ex oficial Diego Martín Pereyra, y de su acompañante, Julieta Santana. “Nos quieren conformar diciendo que fue separado de la fuerza. Eso no importa, acá hay que tomar medidas ejemplificadoras, porque esto puede volver a ocurrir”, agregó.
La familia presentó un escrito ante la Unidad Fiscal de Instrucción N°9 de La Matanza para solicitar el cambio de carátula. “Desde un primer momento estábamos disconformes con el planteo”, dijo Sara. La Justicia entiende que fue un homicidio culposo, es decir, que la muerte de Damián fue involuntaria. Pero el escrito presentado habla de homicidio con dolo eventual.
Sara lo explica así: “Decimos esto porque creemos que Pereyra sabía lo que podía llegar a suceder por andar de esa forma. Además, hay un agravante, porque se trataba de un funcionario público que fue retirado del lugar por un patrullero. No se quedó a ver cómo estaba mi hijo”.
Diego Martín Pereyra tardó 24 horas en presentarse ante el fiscal Quiroga. El ex policía, que cuenta con ochos años de servicio, declaró que circulaba rápidamente debido a que respondía a un llamado de emergencia. Pero si bien existió un alerta, por el momento se desconoce si Pereyra había sido notificado de esto o si sólo forma parte de su coartada.
Tres muertos, cuarenta días
La muerte del recolector de residuos Damián Villalba dejó de manifiesto una problemática aún mayor, que no parece agotarse en la lógica de un hecho fortuito, como lo plantean las versiones oficiales. En un periodo de 40 días, se dieron tres muertes por la impericia de los conductores de los móviles de la Policía Bonaerense.
Beatriz Zampella tenía 81 años. El 8 de febrero de este año, salió de su casa para hacer las compras. El patrullero circulaba a contramano cuando embistió un camión. Por la fuerza del impacto subió a la vereda y atropelló a la anciana y a una nena. Se trataba de móvil del Comando de Prevención Comunitaria (CPC) de San Martín.
Ese patrullero debía ser conducido por Andrés Cedrón. Sin embargo, al volante estaba el compañero de este, un muchacho de 21 años que había ingresado a la fuerza hacía medio año. Sobre Walter Lazo Quispe recae la imputación por “homicidio simple con dolo eventual” y “lesiones con dolo eventual”. Lazo Quispe ni siquiera contaba con licencia para manejar.
En menos de una semana, otra muerte enlutó a los vecinos de Villa Ballester. Luciano Alt, de sólo 6 años, festejó su último cumpleaños el 14 de febrero. Su madre declaró ante la prensa que el patrullero que chocó a Luciano venía muy rápido, sin luces ni sirenas. Tras el hecho, fue el mismo intendente de San Martín el que exigió “la remoción de toda la cúpula policial”. El vehículo era conducido por el ahora imputado teniente Juan Mateo Quintana, que estaba acompañado por Jonatan David Godoy.
Después de la muerte de Damián Villalba el ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, Cristian Ritondo, dijo: “Esto tiene que ver con la falta de capacitación”. Sin embargo, nunca recibió a la familia de Damián. “A mí me mataron a mi hijo -dice Sara- y dejó a un bebé y a su pareja. Veo cómo los políticos hablan y hablan del tema. Creo que antes deberían conversar con la familia”.
Leandro Alba
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