30 marzo, 2016
Buitres en el Senado: los votos tuyos, los míos, los nuestros
Por Federico Dalponte. Los senadores debatirán el acuerdo con los fondos buitre y no hay espacios para sorpresas. Habrá ley. Pese a que Cambiemos arrancó el año lejos del quórum, hoy demuestra una mayoría construida gracias a varios legisladores del Frente para la Victoria.
![](https://www.notasperiodismopopular.com.ar/wp-content/uploads/2016/03/Pichetto-Pinedo.jpg)
Por Federico Dalponte. Apenas horas después del voto positivo de los diputados, comenzaron las especulaciones sobre la suerte del oficialismo en el Senado. El primer escenario posible era que el Frente para la Victoria (FpV) se encolumnara detrás del rechazo rotundo y que la votación se definiera por el voto de los indecisos; mientras que el segundo era que el FpV se desmigajara y que de sus pedazos surgiera la nueva mayoría oficialista. Tras las declaraciones del presidente del bloque Miguel Ángel Pichetto anticipando su voto afirmativo, resulta evidente la confirmación de esta segunda hipótesis.
La primera señal, sin embargo, vino de las autoridades provinciales. Con el inicio de las reuniones de comisión, los gobernadores desfilaron por el Congreso brindando su apoyo al proyecto. Ese camino ayer lo completó el senador Pichetto, quien incluso intentó una interpretación contrafáctica sobre lo postura que hubiera adoptado Néstor Kirchner.
Sea como sea, si todas las proyecciones se cumplen, Mauricio Macri se llevará una victoria política impensable apenas meses atrás, en los días que contaba su peso en el Senado con los dedos de una mano. Desde la acongojante minoría de Cambiemos en enero pasado hasta este presente venturoso, parece notorio que la condición primaria y esencial para ello fue la horizontal anarquía del FpV.
Hoy por hoy, nadie puede cohesionar el bloque de la Cámara Alta y cada cual vota según su parecer. En rigor, Cambiemos no sólo alineó a muchos de los que eran opositores antes del 10 de diciembre, sino que construyó una mayoría holgada sobre las espaldas del propio kirchnerismo.
Cambio, silencio y cooperación
Declaró el senador Juan Manuel Abal Medina: “Intentamos consensuar entre los integrantes de nuestro bloque una postura única, para lo que analizamos distintas modificaciones parciales al proyecto, pero las distintas opiniones llevaron a dejarnos en libertad de acción”.
Y en algún sentido ello es estrictamente cierto. Pero es sólo un aspecto de la verdad. La colaboración de buena parte del FpV con el gobierno había resultado ya evidente bastante antes de la sesión plenaria.
Para cumplir con los plazos exigidos por el juez estadounidense Thomas Griesa, el trámite en el Congreso debía ser sumamente célere. Y gracias a los senadores, parece que así será: el bloque de Miguel Ángel Pichetto podría haber propuesto cambios al proyecto, pero desistió deliberadamente para no retrasar su aprobación.
¿Podrían los senadores haber sugerido mejoras? Sí, por supuesto. De hecho, a su turno, los diputados no oficialistas introdujeron una decena de modificaciones a la iniciativa original del Ejecutivo, y el gobierno incluso se vanaglorió de eso.
Sin embargo, al llegar al Senado, si los legisladores proponían y votaban cambios al texto enviado por Diputados, el expediente debía volver a la Cámara Baja, y con ello el trámite se dilataba. Los tiempos no daban. Al gobierno le importaba tanto la aprobación como su premura y los senadores se encargaron de complacerlo.
En definitiva, al abstenerse de proponer mejoras, la postura de ciertos senadores del FpV fue también un mensaje político: más vale un proyecto imperfecto que le permita al gobierno cumplir con las demandas de Griesa que el perfeccionamiento de una ley a todas luces cuestionable.
En efecto, nadie lo dijo más claro que Federico Pinedo: «Esperemos que sea aprobado sin modificaciones, porque si no es una modificación sustancial, muy importante, poner en riesgo el pago es muy peligroso porque nos comprometimos a hacerlo el 14 de abril.»
¿Nueva etapa parlamentaria?
Luego de una década de meridiana previsibilidad en el Congreso, los primeros meses de la nueva gestión son una máquina generadora de perplejidades. Pero entre tanta ruptura de bloque y tantos cambios de postura, probablemente los más perplejos sean los propios militantes del FpV.
Ellos, que marcharon abiertamente en contra del acuerdo con los fondos buitre, refuerzan ahora la distancia con los senadores, quienes no intentaron siquiera dilatar el trámite legislativo.
La primera victoria de Mauricio Macri a nivel parlamentario es también una profunda derrota del kirchnerismo como identidad política. El bloque más numeroso del Congreso dejará tras esta sesión una imagen resquebrajada, difusa, y abrirá por tanto nuevos interrogantes: ¿nace hoy una nueva mayoría oficialista en ambas Cámaras? ¿Los legisladores del FpV que acompañaron este proyecto avalarán también los próximos? ¿Será un alineamiento automático?
En poco tiempo más el pleno del Senado deberá expedirse sobre los candidatos a la Corte Suprema, sabiendo que uno de ellos fue abogado del Grupo Clarín. Además, el Congreso tendrá que analizar los DNU emitidos por el presidente en diciembre pasado. Entre ellos, el que modificó puntos esenciales de la Ley de Medios y eliminó la AFSCA. ¿Qué harán los legisladores dubitativos, permeables a la presión de los gobernadores? ¿Qué postura adoptarán allí?
Difícil hacer conjeturas frente a tanta ebullición. Tal vez, como hasta ahora, sea cuestión de observar el comportamiento de los propios actores y luego sacar las debidas conclusiones. Todavía es pronto.
@fdalponte
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