1 marzo, 2016
«La inclusión laboral de las personas trans es fundamental para acabar con los prejuicios»
En el 2012, a raiz de un pedido de ATTTA se abrió, en el Hospital Fleming del Municipio de General San Martín, el Consultorio de Diversidad. Se difunde a través de las redes sociales y principalmente de boca en boca. Brenda Ferreyra y Luciana Blanco, dos mujeres trans que participan del espacio cuentan de qué se trata.

En el Hospital Fleming del Municipio de General San Martín, todos los viernes desde las 16, detrás de una puerta con los colores de la diversidad se produce un encuentro poco frecuente. En el 2012, a raíz de un pedido de la Asociación de Travestis, Transexuales y Transgénero (Attta) a la municipalidad se abrió el Consultorio de Diversidad. Los y las usuarias lo conocen a través de las redes sociales y principalmente de boca en boca. Brenda Ferreyra y Luciana Blanco, dos mujeres trans que participan del espacio cuentan de qué se trata.
– ¿Qué es un consultorio de diversidad sexual?
– Brenda Ferreyra (BF): Es un consultorio donde están todos y todas, es diverso, como la palabra lo dice: están las chicas trans, los chicos trans, gays, lesbianas, inclusive chicos y chicas heterosexuales. Es abarcativo, no se encierra en un sólo círculo o una sóla palabra. Podés venir a hacer el tratamiento hormonal de forma gratuita y también a hacer otras consultas generales. Además venís a conocer otras personas, a construir amistades.
– El colectivo LGBTTIQ lucha por ser incluido en la sociedad, que exista un consultorio exclusivo para su atención podría parecer contradictorio. ¿Por qué piensan que es necesario que exista un consultorio de diversidad sexual?
– BF: En un consultorio de diversidad nos sentimos más cómodas, nos sentimos en familia, nos tratan bien. En otros espacios nos llaman con nombres de varón. Antes de tener el cambio de nombre en el documento iba más temprano a los turnos para poder hablar con el doctor y pedirle por favor que me llame por el apellido, si no lo encontraba me llamaba por el nombre anterior y a mi me hacía sentir muy incómoda. Yo quiero que me llamen como yo me siento, como lo que soy.
– Luciana Blanco (LB): Nos sentimos discriminadas por la sociedad, entonces la chica trans o el chico trans se encierra, piensa que esta mal lo que quiere hacer, se hace difícil el proceso y se pueden hacer daño. Nos cuesta acceder al sistema de salud y esto genera que tengamos una peor calidad de vida y una expectativa de vida muy baja de alrededor de 30 años. Nos cuesta pensar que vamos a llegar a viejas.
– BF: En algún momento no tendría que haber más consultorios de diversidad, porque es una forma también de discriminar, esta adaptado para atender a cierta clase de gente. Nosotras podríamos ser atendidas en cualquier otro lugar, como cualquier otra persona, porque somos personas en definitiva, no somos animales ni bichos raros. Pero este es un primer paso para poder avanzar.
– ¿Cuál piensan es el principal incentivo para ir al consultorio?
– BF: Lo principal es el tratamiento hormonal, que para nosotras es algo milagroso, porque nos hace ver, con el tiempo, como lo que somos y queremos ser. Nos ayuda mucho y muchas no tienen la posibilidad de pagarlo.
– LB: Después siguen viniendo porque sienten comodidad, no hay discriminación y también porque se hacen amistades.
– Después de haber conseguido la ley de Identidad de Género ¿Cuáles son las principales luchas en la actualidad?
– BF: Lo que más nos interesaría es que la sociedad nos pueda dar un trabajo común, como al resto de la gente, digno, para salir de la prostitución, que algunas lo hacen porque lo eligen pero muchas otras lo hacen porque otra opción no les queda. Inclusión laboral, en cualquier ámbito, para dignificarnos como personas.
– LB: También luchamos por la Ley de Adopción, porque todavía se nos complica ser madres y padres porque no nos ven capaces para criar a una persona.
– Si bien la ley de Identidad se reglamentó en julio del 2015, la provisión de insumos necesarios para la hormonización como indica la guía del Ministerio de Salud no llegó a los y las usuarias. Existía un proyecto para que lleguen a principio de este año. ¿Qué expectativas tienen en este sentido y en general con el nuevo gobierno?
– BF: Muchas buenas expectativas con este gobierno no tengo, lamentablemente. Porque nos sentimos más solas y aisladas, no somos un tema importante para este gobierno. Ojalá me equivoque. Los insumos, las hormonas, etcétera, son un gasto innecesario para este gobierno, que se puede recortar, se puede evitar. Tenemos miedo de que en algún momento no tengamos más tratamiento hormonal o medicamentos para las personas con VIH.
– LB: Yo tampoco tengo buenas expectativas porque el presidente nuevo es homofóbico. Nos trata al colectivo LGBT como personas que no están 100% sanas. Nos cuesta aceptar a un presidente que, queriendo gobernar una nación, nos trata así a una parte de la sociedad. No vemos un futuro para nosotras en la sociedad con este gobierno. Vemos que se esta haciendo todo lo posible para que no haya hormonas en el Ministerio de Salud, ya hoy nos está costando hacer el tratamiento.
-Retomando los triunfos conseguidos, la mayoría fueron a nivel institucional, ¿Piensan que se avanzó en algún aspecto en la batalla cultural? ¿Cómo podría ganarse esa batalla?
– LB: En parte cambió la sociedad, especialmente los jóvenes. Yo tengo la posibilidad ahora de terminar el colegio y pude luchar porque me traten como lo que soy. Pero es una lucha en la que hay que continuar porque falta mucho. La forma en la que nos tratan en la televisión, donde les cuesta tratarnos como personas normales, por ejemplo. Sería bueno que no sólo se vea una chica trans porque trabaja en la prostitución, sino que muestren que somos capaces de hacer otras cosas.
– BF: Dimos un gran paso pero todavía siguen los prejuicios, en donde más veo la aceptación es en los jóvenes y en las clases sociales medias-bajas. El rol de la educación es fundamental y la inclusión laboral también, porque una vez que nos vean masivamente incluidas en la sociedad los prejuicios se van a ir acabando.
– El colectivo LGBTTIQ ha tenido la capacidad de poner en agenda política y conseguir varias victorias como la Ley de Identidad de Genero, la Ley de Educación sexual Integral, la Ley de Matrimonio Igualitario ¿Qué aportes pueden hacer los movimientos populares a estas luchas?
– LB: Ahora en muchas organizaciones hay un sector de diversidad, que intenta, en el territorio, hacer intervenciones con las mujeres trans, acercando recursos. El acompañamiento de una organización te ayuda a tener esa comunicación más aceitada con el territorio y es bueno tener el respaldo de una organización política.
– BF: Pienso que cuanto más nos visibilicemos va a ser más fácil la aceptación. Es importante también que haya más inclusión en cargos políticos, actualmente es muy difícil que una chica trans sea candidata a diputada, por ejemplo. Una diputada trans no va a estar prostituyéndose en el Congreso, porque eso es lo que van a pensar, o que va a hacer escándalo.
Estefanía Cioffi – @CioffiEstefania
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