Europa

23 febrero, 2016

En una ciudad de Rumania viajás gratis si vas leyendo un libro

La iniciativa provino del joven escritor local Victor Mirón y tiene como objetivo incentivar la lectura en la población. En la ciudad de Cluj Napoca toda persona que viaje leyendo un libro no paga su boleto de colectivo.

La iniciativa provino del joven escritor local Victor Mirón y tiene como objetivo incentivar la lectura en la población. En la ciudad de Cluj Napoca toda persona que viaje leyendo un libro no paga su boleto de colectivo.

Un día de 2014 Mirón decidió llevar su propuesta al alcalde de esta ciudad (histórica capital de Transilvania) del noroeste de Rumania, Emil Boc. Inmediatamente el jefe comunal tomó la idea y la publicó en su cuenta oficial de Facebook para saber que opinaba la población. La recepción fue tan positiva que un año después la normativa entró en vigencia.

Colectivo Libro Rumania“Nuestro alcalde publicó la propuesta en su Facebook y la respuesta fue impresionante», señaló el escritor. Asimismo explicó: «Creo que es mejor para promover la lectura premiar a aquellos que leen, en lugar de criticar a los que no lo hacen».

Esta legislación también se enmarcó en los festejos por la obtención del título «Capital Europea de la Juventud» que recibió Cluj Napoca. Otras iniciativas para celebrar este premio y promover la lectura en la ciudad incluyeron el uso de los colectivos y tranvías para mostrar citas de autores clásicos y contemporáneos, la entrega de señaladores gratuitos para el público en general y un club de lectura semanal que se desarrolló a lo largo de junio del año pasado en el jardín Botánico local.

Mirón ha tenido otras iniciativas que apuntan en el mismo sentido. ‘Bookface’ es otro de sus proyectos que consiste en que los usuarios de redes sociales pongan como foto de perfil un libro: a cambio, obtienen descuentos en locales que van desde librerías hasta salones de belleza. De hecho ha realizado declaraciones en las que afirma que su objetivo es que el creador de Facebook, Mark Zuckerberg, se adhiera.

Otra de sus campañas consistió en regalar cien copias de una de sus obras, Vivir juntos, con una tapa personalizada. Quien quisiese un tomo de su obra debía mandarle una foto con su pareja vestidos con trajes típicos del folklore de Rumania y esa pasaría a ser la portada de su edición única e irrepetible.

 

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