19 febrero, 2016
Venezuela, Qatar, Arabia Saudita y Rusia: un acuerdo por el precio del petróleo
El mundo del petróleo se prepara para atravesar un año de definiciones. Este martes, Venezuela, Qatar, Arabia Saudita y Rusia acordaron congelar la producción de petróleo a los niveles de enero para intentar torcer la tendencia a la baja en el precio del crudo.

El mundo del petróleo se prepara para atravesar un año de definiciones. Este martes, Venezuela, Qatar, Arabia Saudita y Rusia acordaron congelar la producción de petróleo a los niveles de enero para intentar torcer la tendencia a la baja en el precio del crudo. El hecho generó un fuerte impacto político aunque no tanto en el valor del barril, que luego de conocerse el anuncio bajó y subió el precio con una fluctuación equilibrada en los 30 dólares.
El acuerdo en concreto anunciado en Doha (Qatar) por los ministros de hidrocarburos de los cuatro países es un primer paso para que otros pesos pesados del petróleo mundial sigan el mismo camino: no aumentar la producción mundial de petróleo para equilibrar el precio. No obstante, eso esta por verse ya que hay diferentes urgencias e intereses.
El ministro de Relaciones Exteriores de Arabia Saudita, Adel al Jubeir, se encargó de marcar la cancha luego de la firma. En una entrevista que dio a la agencia francesa AFP dijo que su país «no está dispuesto” a reducir la producción. Y agregó que “si otros productores quieren limitar o concuerdan en congelar su producción, eso podría tener un impacto en el mercado. Pero Arabia Saudita no está dispuesta a recortar su producción».
La idea es congelar la producción pero no reducirla porque esto último implica perder cuota en el mercado petrolero, algo que el país saudita rechazó en repetidas ocasiones.
Esto sucede porque, entre otros factores, el precio del petróleo se redujo un 70% desde 2014 porque hay una sobre oferta de crudo ante un mundo que ve reducir la demanda al ritmo de la desaceleración económica de China y Europa. Mucho petróleo en los mercados cuando cae la demanda empuja el precio hacia abajo.
El barril de crudo llegó a ubicarse en las bolsas de Nueva York y Londres cerca de los 110 dólares a mediados de 2014 y hoy está alrededor de los 30, aunque analistas internacionales y consultoras estiman que puede llegar a bajar a 20 este año.
El acuerdo entre estos cuatro países es un hecho a resaltar ya que hace 15 años no se realiza una firma de entendimiento entre países exportadores miembro de la OPEP (Arabia Saudita, Venezuela y Qatar) con un país no OPEP como Rusia.
Por si fuera poco, Irán, abiertamente declarado rival de los saudíes (y viceversa), sorprendió el miércoles al decir que apoyaba el acuerdo de congelar la producción. El país persa acaba de liberarse de sanciones internacionales impulsadas por Estados Unidos a su política nuclear y comenzó la semana pasada a inyectar nuevamente crudo a Europa con la intención de recuperar mercados de exportación perdidos en tiempos de sanción.
Según la Agencia Internacional de Energía, Arabia Saudita produjo en enero de 2016 unos 10,2 millones de barriles diarios (mb/d) y Rusia casi 10,9 mb/d, un récord para el periodo postsoviético del país más grande del mundo. Junto con Estados Unidos (que extrae shale oil y shale gas) son los mayores productores de petróleo del mundo.
Por su parte, Estados Unidos juega su juego y continúa inyectando hidrocarburos al mercado. Según datos conocidos esta semana, las reservas de crudo de la principal potencia mundial aumentaron esta semana en 2,1 millones de barriles, llegando a un total de 504,1 millones. Estados Unidos calificó de «histórica» esta producción.
Congelar y no reducir producción de petróleo puede generar estabilidad en el precio del barril de crudo pero es difícil que empuje el precio en alza.
Si la idea de Qatar, Arabia Saudita, Venezuela y Rusia es generar un impacto para empujar el precio del barril hacia arriba como en 1973, cuando los países de la OPEP (sobre todo los del Golfo Pérsico) aumentaron abruptamente y de manera conjunta el precio del crudo, este acuerdo es todavía muy débil.
Todo indica que para elevar el valor, como quiere por ejemplo Venezuela y que ha expresado en varias ocasiones su presidente, Nicolás Maduro, falta un acuerdo aún mayor que mueva con más fuerza el tablero del ajedrez petrolero mundial.
Un dato a tener en cuenta en este escenario es que, según un estudio de la consultora Deloitte conocido esta semana, un tercio de las 500 compañías de exploración y producción de petróleo y gas natural de todo el mundo que cotizan en bolsa podrían quebrar este año. Si este escenario se confirma este 2016, la reacción ya no será de cuatro países solamente.
Roberto Bellato – @rbellato8
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