América Latina

22 enero, 2016

El pueblo de Bolivia festeja el día del Estado Plurinacional

Desde el año 2010 Bolivia conmemora el Día del Estado Plurinacional cada 22 de enero. Año a año, este festejo ha funcionado para realizar balances y proyecciones sobre los diferentes momentos políticos y coyunturales que atraviesan al país. Esta vez coinciden, además, con los diez años de Evo Morales en el gobierno.

Desde el año 2010 Bolivia conmemora el Día del Estado Plurinacional cada 22 de enero. Año a año, de manera progresiva, este festejo ha funcionado para realizar balances y proyecciones sobre los diferentes momentos políticos y coyunturales que atraviesan al país.

Hoy, lejos de significar un año más, la celebración del Estado Plurinacional se encuentra cargada de efervescencia política, ya que se unen en un mismo día tres elementos que invitan a realizar análisis, balances y proyecciones sobre el Proceso de Cambio que atraviesa el país desde el 2006. Estos tres factores son: la celebración de los diez años de gobierno ininterrumpido de Evo Morales; el primer aniversario de su tercer mandato; y, el más acuciante, los últimos 30 días de campaña hacia el referéndum del próximo 21 de febrero que, de aprobarse, posibilitaría su reelección para el 2020.

Diez años con Evo

Si bien suele señalarse que el hecho fundamental que allanó el camino hacia la asunción del primer presidente indígena en la historia de Bolivia el 22 de enero de 2006 fueron los sucesos de la Guerra del Agua a comienzos del año 2000, es fundamental considerar todos los procesos que, desde inicios de la década del 90, encarnaban fuertes interpelaciones al modelo neoliberal y a la reticencia por parte de la oligarquía dominante de dar respuesta a los reclamos de los pueblos originarios, campesinos y obreros de todo el país. En este sentido, las luchas populares a lo largo de los 90, y más aún durante los primeros años del nuevo milenio, fueron consolidando la unidad campesino-indígena, a la que luego se plegó un sector de la clase media.

Con una sincronía a la que ya nos tiene acostumbrados la historia latinoamericana, la crisis de hegemonía del modelo neoliberal eclosionó en Bolivia los primeros años del siglo XXI luego de largas jornadas de represión a protestas populares que terminaron produciendo la renuncia del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada.

A medida que el gobierno neoliberal se debilitaba y perdía consenso, Evo Morales construía un fuerte liderazgo enraizado en los movimientos sociales, indígenas y las luchas de resistencia al neoliberalismo. Ya para el 2002, año en el que se desempeñaba como diputado, las fuerzas conservadoras lo expulsaron del Parlamento, provocando la indignación de las organizaciones sociales y catapultándolo como líder nacional.

Este proceso dio como resultado no sólo el apoyo a Evo como candidato a presidente, sino también la construcción desde la misma resistencia popular de una agenda nacional conocida como la “Agenda de Octubre”. La misma resumía los puntos fundamentales para transitar un proceso de cambio económico, social y político en oposición a las políticas neoliberales.

Según Álvaro García Linera, vicepresidente de Bolivia, a partir de la elección de Evo Morales como presidente, el gobierno fue promotor del paso de un Estado republicano-propietario, caracterizado por un apartheid institucionalizado e inestabilidad política, a un Estado “comunitario” del “buen vivir”.

La historia de los diez años de gobierno de Evo pone de manifiesto contundentes triunfos electorales y conquistas ineludibles como la reforma de la Constitución Política del Estado. A grandes rasgos las principales políticas públicas fueron apuntando a dar una respuesta, muchas veces imperfecta y con fuertes tensiones, a las exigencias planteadas en la Agenda de Octubre. Se pueden resumir estos puntos en: nacionalización y defensa de los recursos naturales; redistribución de la tierra; fortalecimiento y reforma política del Estado.

Desde sus inicios, y fundamentalmente a lo largo de estos diez años el gran actor político que posibilitó este proceso con Evo a la cabeza fueron los movimientos sociales. En este sentido, el jueves en el breve discurso que realizó durante el inicio de los actos de festejo en la localidad de Tiahuanaco el mandatario manifestó que los movimientos sociales propiciaron “la estabilidad que generó el fortalecimiento de la economía boliviana”.

Para un país que supo tener más golpes de Estado que años de historia, celebrar la estabilidad de un proyecto político nacional consolidado a lo largo de una década no es algo menor.

A un año del tercer mandato

Fuera de ser una conmemoración anecdótica, el transcurrido año de gobierno es el punto de partida para el análisis de las proyecciones en materia de políticas públicas de Bolivia. Esto se debe principalmente a que en su acto de asunción del año pasado, ante la Asamblea Nacional, Evo Morales enumeró, luego de señalar las conquistas obtenidas, una serie de puntos que funcionarían como los ejes de su agenda política para el nuevo período que comenzaba:

1) conseguir la salida al mar “por justicia y por derecho”, ante las negativas de Chile; 2) nacionalización de la lucha contra el narcotráfico; 3) revolución de la justicia; 4) reducción de la pobreza; 5) Construcción de hospitales; 6) industrialización y soberanía tecnológica.

Con el nuevo escenario marcado por los cambios políticos en la región se abren interrogantes sobre algunos de los objetivos planteados. En este período de “tensiones creativas”, como lo denomina el propio García Linera, deben prevenirse tanto de los avances conservadores continentales, como del anquilosamiento institucional dentro del mismo proceso boliviano.

El camino hacia el referéndum

A fines del 2015 la Comisión Mixta del Senado de Bolivia y la Asamblea Plurinacional aprobaron el llamado al referéndum para el 21 de febrero de 2016 con el fin de incluir modificaciones en la Constitución Política del Estado. Sustancialmente, consiste en la reformulación del artículo 168 con el fin de que la fórmula Evo Morales–Álvaro García Linera pueda presentarse en las elecciones presidenciales del 2020.

A un mes de la votación, el gobierno encabeza los festejos por el día del Estado Plurinacional en plena campaña por el “Sí” al referéndum. Si bien el presidente y vice se muestran con la tranquilidad que los caracteriza en los contextos electorales, cabe destacar que García Linera realizó acusaciones públicas de que la campaña por la negativa está siendo financiada por sectores de la derecha que residen en los Estados Unidos como el ex-ministro boliviano Sánchez Berzain, quien actualmente se encuentra denunciado de asesinato por responsabilidades de represión Estatal.

Claro está que, de aprobarse la afirmativa al referéndum, Morales y García Linera asegurarían no sólo un lugar para las próximas elecciones, sino la posibilidad de avanzar y consolidar el proceso de transformación abierto hace una década. Cabe señalar que el recambio y la construcción de liderazgos es uno de los desafíos a los que se enfrentan los gobiernos que han abierto procesos de cambio en nuestro continente.

Felipe Etkin, desde La Paz

Si llegaste hasta acá es porque te interesa la información rigurosa, porque valorás tener otra mirada más allá del bombardeo cotidiano de la gran mayoría de los medios. NOTAS Periodismo Popular cuenta con vos para renovarse cada día. Defendé la otra mirada.

Aportá a Notas