22 enero, 2016
Nuevas negociaciones de paz por Siria ¿un fracaso anunciado?
Luego de cinco años de conflicto ininterrumpido, este 25 de enero comienzan las negociaciones entre el Gobierno sirio liderado por el presidente Bashar Al-Assad y grupos de la oposición. El objetivo es conseguir avances en el embrollado proceso de paz en dicho país.

Luego de cinco años de conflicto ininterrumpido, este 25 de enero comienzan las negociaciones entre el Gobierno sirio liderado por el presidente Bashar Al-Assad y grupos de la oposición. El objetivo es conseguir avances en el embrollado proceso de paz en dicho país.
El conflicto sirio
La crisis comenzó en 2011 cuando grupos opositores al gobierno intentaron derrocar al presidente Al-Assad, en el marco de los levantamientos en toda la región conocidos como “Primavera Árabe”. A partir de estos hechos, el conflicto se fue radicalizando al mismo tiempo que se internacionalizaba, con injerencias directas e indirectas de potencias extranjeras, tanto regionales como externas, cada una de ellas apoyando a una facción o grupo combatiente.
Así, al día de la fecha, no se han podido resolver las tensiones entre los tres principales sectores que toman parte en el conflicto: el gobierno de Bashar Al-Assad, apoyado por Irán y Rusia; la oposición “moderada”, unificada en torno a la Coalición Nacional y el Ejército Libre Sirio (ELS), y sostenida por Estados Unidos, Francia e Israel; y la oposición “extremista”, donde destacan el Estado Islámico y el Frente Al-Nusra, que cuenta con el soporte de Arabia Saudita, Turquía (indirectamente) y Qatar.
El desastre humanitario causado por la guerra ha ocasionado más de 4,6 millones de refugiados y entre 250 y 350 mil muertos, según los diferentes observatorios de datos que se consulten, lo que lo convierte uno de los conflictos bélicos de mayores proporciones de las últimas décadas.
Las negociaciones de paz
Luego de las Conferencias de Ginebra I y II, en 2012 y 2014 respectivamente, no parecía haber otra opción para la paz, ante la presión sobre todo de Estados Unidos, que el desplazamiento del poder de Al-Assad y un consiguiente gobierno de transición que daría lugar a la necesaria ‘democracia’ demandada por la potencia occidental. Sin embargo, a esto se opusieron con firmeza Rusia e Irán, principales sostenes del gobierno, alegando que es el propio pueblo sirio quien debe resolver sus asuntos internos soberanamente, sin injerencia externa.
Mientras la oposición moderada, apoyada principalmente por Estados Unidos y Francia, considera que hay que viabilizar un proceso político ‘creíble e inclusivo’, proponiendo llamar a elecciones y redactando una nueva constitución, el gobierno de Al-Assad, en su último discurso en la ONU estableció claramente que dicho proceso debía ser liderado y determinado por el pueblo sirio.
Luego de los recientes atentados ocurridos en Egipto, Beirut y Francia, Rusia ha intensificado su accionar militar en la región, lo que sumado al ininterrumpido apoyo iraní ha volcado la balanza hacia el gobierno de Al-Assad que se encuentra en una mejor posición al haber reconquistado parte del territorio que se encontraba en manos del Estado Islámico, entre estos gran parte de la ciudad y provincia de Alepo, la más grande del país, la cual es fundamental dado que conecta al territorio con Raqqa, la capital de EI.
Esta posición fortalecida le da aire al gobierno de Assad para las negociaciones que comenzarán en Génova el próximo lunes 25. Dichas conversaciones se dan en el marco del Grupo de Apoyo sirio internacional que lleva adelante las negociaciones auspiciados por la ONU y con representantes de la oposición.
¿Hacia un fracaso anticipado?
Hasta el 18 de enero no se habían enviado las invitaciones formales a las delegaciones, esperando a una reunión entre el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Segrei Lavrov, y el secretario de Estado norteamericano, John Kerry. Según el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, las invitaciones no se podían enviar al no haber acuerdo entre las partes sobre qué grupos de la oposición debían enviar representantes.
El 20, ante rumores que preveían posponer las conversaciones para febrero, Lavrov realizó declaraciones a la prensa donde ratificó la participación de Rusia en las reuniones planificadas para este mes, habida cuenta de que habían llegado a un acuerdo con su contraparte norteamericana en el listado de organizaciones extremistas a combatir, que incluirían a Jaysh al-Islam (Ejército Islámico) y Ahrar al-Sham como grupos terroristas.
Si bien no se conoce el detalle de esos listados, se descarta que participen de las conversaciones representantes de los grupos de la llamada oposición extremista, que nuclea a los grupos islamistas radicalizados. Ante esto, numerosos analistas ya dan cuenta del fracaso anticipado de las negociaciones, en tanto no contempla a uno de los grandes sectores inmersos en el conflicto y, por lo tanto, a sus adherentes y demandas, las cuales no serán escuchadas ni formarán parte de la negociación.
Ana Schinder – @anispokis
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