14 enero, 2016
Sobre abrazos, plazas, balances y tareas
Por Adrián Lutvak. El kirchrnerismo sigue demostrando sin dudas ser la fuerza política por lejos con mayor capacidad de movilización del país. Un parecer con la intención de incomodarnos/los porque esta etapa claramente nos exige a todos y todas ser mejores y tratar de superar nuestros errores.

Por Adrián Lutvak*. Este martes miles se movilizaron a Plaza de Mayo en un abrazo a Victor Hugo Morales. El kirchrnerismo sigue demostrando ser la fuerza política por lejos con mayor capacidad de movilización del país y cada vez tiene menos sentido decir que son todos choriplaneros o ñoquis cuando ya no son el Gobierno Nacional ni siquiera de la Provincia de Buenos Aires.
La batalla cultural y los reclamos que en esta movilización y tantas otras charlas o actividades en parques o plazas impulsan son importantes, más allá del debate si tiene sentido movilizar a Plaza de Mayo por el despido de un periodista de un medio privado. Gran cantidad de los que estuvieron en esa plaza fueron los que también se movilizaron contra el decreto que paso por arriba de Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, el AFSCA y el AFTIC, bancaron a los trabajadores del CCK o que fueron el último sábado al abrazo al archivo de la memoria y eso es muy valioso. Simplemente quiero dar un parecer con la intención de incomodarnos/los porque esta etapa claramente nos exige a todos y todas ser mejores y tratar de superar nuestros errores.
– La batalla cultural es fundamental y no hay que dejarla ni un segundo (incluso hay que repensar el alcance de nuestras herramientas de comunicación en momentos de mayor cerco informativo) pero hay otra batalla que se da en paralelo y que tiene que ver con la puja por el poder adquisitivo y los derechos de la clase trabajadora. Hay que pelear y jerarquizar la lucha contra el disciplinamiento y la estigmatización de los trabajadores estatales. Contra los que suspenden partiarias por decreto y dicen que hay que elegir entre el salario o el empleo. Contra los que atacan día tras día el bolsillo de los que menos tienen. Si se asienta en los próximos meses y años una derrota de la clase trabajadora (formal e informal) las consecuencias para nuestro pueblo pueden ser gigantes.
– La afiliación al Partido Justicialista y la disputa al interior de esa estructura es una estrategia válida que muchos no compartimos y rechazamos, pero más allá de ese debate no existe ningún tipo de elección interna convocada ni un panorama claro sobre su realización ¿No es más importante la afiliación masiva a los sindicatos? Por ejemplo ATE que es el único sindicato que está defendiendo a los trabajadores del Estado frente a los despidos, o al Sipreba, el único gremio que a pesar de su reciente nacimiento se pone al hombro como nadie la lucha contra el vaciamiento del Grupo Veintitrés y la organización en todos los medios. También a la CTEP que es la central que encabeza la lucha por la dignidad de los millones de trabajadores de la economía popular que normalmente son invisibilizados.
No queremos ver a los CEO’s en el Estado y en las empresas saliéndose con la suya. Entonces tenemos que impedir con organización y lucha que pasen por arriba a los trabajadores con despidos y paritarias a la baja. Tenemos que seguir luchando contra los efectos precarización neoliberal que lamentablemente el kirchnerismo no desmontó (y en algunos casos amplió).
– El discurso del «vamos a volver» es limitado. Para empezar muchos de los que estaban en el FPV parecen estar ahora en otro bote. Con el 49% no alcanzó, entonces con el kirchnerismo duro alcanza menos, la tarea actual no es ganar una elección pero si superar los errores (que cometimos desde diferentes lugares y en diferentes responsabilidades) que permitieron la victoria de Cambiemos. Eso significa disputar la hegemonía o impedir que se consolide la hegemonía del macrismo y eso significa también no solo hablar para los convencidos, no solo resistir con aguante sino construir una alternativa superadora, lograr confluencias lo más amplias posibles de movimientos sociales y populares para defender los derechos del pueblo.
A los y las militantes de la izquierda popular estas tareas nos exceden y no somos en este momento el actor definitorio en este debate (aunque nos proponemos serlo en un mediano o largo plazo). Venimos recibiendo los golpes del macrismo con desconcierto e incredulidad y estamos cometiendo seguramente muchos errores. Por eso es fundamental debatir al interior del campo popular no esconder las discusiones debajo de la cama porque sino todos/as y cada uno desde su lugar puede volver a cometer las mismas o nuevas equivocaciones que no aporten en nuestra lucha por una patria justa, libre y soberana.
@adrianltvk
* Presidente de la Federación Universitaria de Buenos Aires y militante de La Mella – Patria Grande
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