Asia

8 enero, 2016

Saparmyrat Nyyázow: un presidente vitalicio siempre de cara al sol

Primer presidente del Turkmenistán “democrático”, fue también el último secretario del Partido Comunista y por lo tanto último jefe de Estado de su país en la era soviética. Construyó una estatua suya que gira con el sol para que nunca le de sombra en la cara y le puso el nombre de su madre al pan y a un mes del año.

Nacido el 19 de febrero de 1940 en Gypjak, un poblado que se ubica diez kilómetros al sur de Asjabad (capital de Turkmenistán), Saparmyrat Atáyewiç Nyyázow tuvo una dura infancia. Durante la Segunda Guerra Mundial (1939 – 1945) falleció su padre peleando para el Ejército Rojo ya que su país natal era por ese entonces parte de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). En 1948, un fuerte terremoto provocó la muerte del resto de su familia. A los ocho años quedó huérfano y debió criarse en un orfanato.

Sin embargo eso no le impidió estudiar e incluso alcanzar un título. En 1966 se graduó de ingeniero eléctrico en el Instituto Politécnico de Leningrado (hoy San Petesburgo) para luego regresar a Turkmenistán y trabajar en la central eléctrica Bezméinskaya ubicada en las afueras de Asjabad.

En 1962 ingresó a las filas del Partido Comunista de Turkmenistán (PCT) desde donde catapultó su carrera política. En 1985 se convirtió en secretario general del PCT y en 1990 fue elegido presidente del Soviet Supremo de la República Socialista Soviética de Turkmenistán.

Desde allí apoyó el intento de golpe de Estado en la URSS de 1991. Pero tras el fracaso de esa maniobra que buscaba sostener la vigencia del poder soviético, ni lento ni perezoso Nyyázow optó por el camino que siguieron todas las ex repúblicas soviéticas: la independencia.

Adiós al comunismo, bienvenido el “líder de todos los turcomanos”

El PCT se convirtió de un día para el otro en el Partido Democrático de Turkmenistán y Nyyázow en presidente. En 1992 fue el único candidato en las primeras elecciones presidenciales, aunque ya ocupaba el cargo desde la independencia. Un año después se autoproclamó Türkmenbaşý cuya traducción es “líder de todos los turcomanos”.

Un plebiscito celebrado en 1994 extendió el mandato de Nyyázow hasta 2002. Los resultados oficiales señalaron que el 99,5% de los votantes aprobó la iniciativa. Finalmente, el 28 de diciembre de 1999, el Parlamento lo declaró presidente vitalicio. Semanas antes se habían celebrado elecciones parlamentarias donde el mandatario había elegido personalmente a todos los candidatos.

Estatua de Nyyázow en el Arco de la Neutralidad

Según explicó públicamente, su país debía dotarse de una cultura e identidad propia luego de la era soviética. Esto lo llevó a implementar una serie de políticas que mimetizaron al “ser turcomano” con él mismo.

Así decidió cambiar el alfabeto cirílico por el latino y escribir una autobiografía suya que a la vez era libro de doctrina política (Ruhnama) que se enseñaba en las escuelas y mostraba los valores de la cultura del país. El himno nacional incluyó estrofas con su nombre y la ciudad de Krasnovodsk, en el mar Caspio, pasó a llamarse Türkmenbaşý en su honor.

También lo meses del año y los días de la semana recibieron nuevos nombres. El mes de enero fue cambiado por Türkmenbaşý, así como abril y el pan -si, las dos cosas- adoptaron la denominación Gurbansoltan Eje (nombre de la madre de Nyyázow, fallecida en 1948). En homenaje a su madre también construyó una enorme mezquita -la más grande Asia Central- en su pueblo natal. El día sábado cambió su nombre por Ruhnama.

Escuelas, universidades, aeropuertos y hasta un meteorito fueron bautizados con su nombre. Su cara fue incluida en todos los billetes del manat turcomano y numerosas estatuas suyas adornan el país, siendo dos las más simbólicas. Una en medio del desierto de Karakum, la otra, más peculiar y recubierta de oro, en la cúspide del edificio más alto de Asjabad, el Arco de la Neutralidad. Mediante un mecanismo de relojería, esta monumental obra se mantiene girando para estar siempre orientada hacia el sol y que nunca de la sombra sobre su rostro.

Cuenta la leyenda, aunque las fuentes no son fidedignas, que gran parte del oro usado en las estatuas se extrajo del mismo meteorito que cayó en el país y fue bautizado como el líder. Asimismo Asjabad está el Libro Guinness de los Récords por ser la ciudad con más edificios de mármol del mundo: 543 edificios revestidos con mármol blanco (casi todos construidos bajo la presidencia de Nyyázow).

Ni hospitales, ni internet, ni playback

En mayo de 2000, por decisión del presidente el gobierno revocó todas las licencias de Internet a excepción de la empresa estatal Turkmenistán Telecom y en junio de 2001 cerraron todos los cibercafés. Para 2005 había 36 mil usuarios de Internet en el país, el 0,7% de la población.

Siguiendo en esa línea, en marzo de 2004, 15 mil trabajadores de salud pública fueron despedidos. En febrero de 2005 todos los hospitales de provincia recibieron la orden de ser cerrados, con el razonamiento de que era más rentable centralizar todo en la capital. Asimismo durante ese período los médicos recibieron la orden de prestar juramento a Nyyázow, en sustitución del juramento hipocrático. Todas las bibliotecas fuera de la capital también se cerraron, porque el jefe de Estado consideró que la mayoría de los turcomanos solo necesitaba leer el Corán y su Ruhnama.

Entre sus decretos y leyes más excéntricas se pueden enumerar: la prohibición de hacer playback en cualquier evento público, televisivo o incluso casamientos; el destierro de los perros de la capital por su “olor desagradable”; la ilegalidad de la opera, el ballet y el circo por ser prácticas ajenas a la cultura turcomana; la prohibición para los hombres de usar barba y pelo largo, para los presentadores de televisión (independientemente del género) de utilizar maquillaje y para todo el mundo de injertarse dientes de oro.

Otra de las resoluciones del presidente fue decretar que la niñez duraba hasta los 13 años, la adolescencia hasta los 25, la “juventud” hasta los 37 y la adultez hasta los 85. Recién después llegaba la vejez.

Finalmente, para que su pueblo aprendiera a patinar y esquiar, mandó a construir un palacio de hielo en las desérticas montañas de Copa Deg, cerca de la capital.

Más allá de sus excentricidades, Nyyázow fue un feroz dictador acusado de diversas violaciones a los derechos humanos, asesinatos y torturas. El 21 de diciembre de 2006 falleció de un ataque al corazón. Su cuerpo fue velado en Asjabad, donde miles de personas hicieron fila para ver su ataúd, y el entierro se realizó en Gypjak, su pueblo natal.

Tras su muerte se celebraron nuevas elecciones y gran parte de sus medidas fueron revocadas. Otras permanecen, al igual que su estatua que gira siempre de cara al sol.

Santiago Mayor – @SantiMayor

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