19 diciembre, 2015
Aguante sin fronteras
A menos de 24 horas de la gran final del Mundo que enfrentará a River Plate y Barcelona, los hinchas millonarios siguen dando la nota en tierras niponas.

La expectativa era enorme y se esperaba una gran concurrencia de fanáticos riverplatenses al Mundial de Clubes, pero nadie se imaginaba que los casi 20 mil hinchas de River iban a revolucionar Japón como lo están haciendo. No hay estación de tren en la que no se vea una casaca o camperón, no hay alojamiento donde un argentino llegue y lo reciban gustosos al grito de “Argentina? Soccer? Toyota Cup? Yeeeah”. Incluso en los típicos onsen (baños termales presentes en casi todo el país) no es sorpresa encontrarse con un tatuaje de la banda. Y no es para menos, el hincha millonario se hace notar como pocos.
Si bien Tokyo es una megalópolis gigante, los japoneses no están acostumbrados al bullicio argentino. En los trenes, por ejemplo, está prohibido hablar por teléfono o hablar en voz alta. Y la gente lo respeta. Sin embargo, cuando se juntan más de 10 hinchas en un mismo andén, es inminente el inicio de cánticos y palmas. Al principio los locales miran curiosos, algún que otro con mala onda, sin entender lo que pasa. Es probable que un policía se acerque a pedir silencio con el típico gesto de hospital o cruzando los brazos para formar una X. Pero no hay con qué darle: la única respuesta es más y más agite. Ahí es donde empiezan las fotos, las preguntas sobre por qué cantan así y, en algunos extremos, la invitación al policía que pedía silencio a sumarse a la movida. Lejos de enojarse, hasta los efectivos se suben al agite. El calor del hincha argentino es muy contagioso.
El punto máximo de la invasión millonaria se vio en ambos banderazos, primero en Osaka y recientemente en Tokyo. Inicialmente en la ciudad que ya vio ganar a River 2 veces en 6 meses este año, donde en los alrededores de Dotonbori más de 8 mil hinchas se hicieron presentes para plantar bandera y darle apoyo a los jugadores. Casualidad o no, el micro con la delegación de River pasó por la zona, generando un efecto multiplicador en los hinchas. En un video subido por uno de los jugadores en Twitter se escucha la voz del entrenador y abanderado de este grupo que sigue haciendo historia pidiendo agradecer el terrible apoyo de los hinchas. Hace apenas unas horas se dio el segundo banderazo, esperando la gran final. Esta vez en el Parque Yogugi en la ciudad de Tokyo, miles de hinchas se congregaron para empezar a palpitar el partido. No conformes con esto, muchos de los presentes se acercaron al cruce de calles en Shibuya, famoso por ser el cruce de calles más concurrido del mundo. Ofrecieron un espectáculo único para los locales y turistas allí presentes, copando la calle en cada semáforo por más de una hora. Una vez más las fuerzas de seguridad no tuvieron otra opción que dejar ser a los hinchas argentinos.
Entre templos y camperones
Muchos fueron los hinchas que decidieron hacer base en la antiquísima ciudad de Kyoto, vieja capital del imperio y sede del poder durante el Shogunato (1602-1868). A pesar de mantener un estilo moderno, a diferencia de Tokyo en Kyoto todavía se respira el aire de la tradición japonesa. Miles de templos y edificios históricos invaden la ciudad, incluyendo el histórico templo Neji (casa del Shogún durante siglos) o el famoso Kinkajuki o templo Dorado. Bizarra imagen se vio cada vez que los distintos grupos de viajeros se hicieron presentes con la indumentaria del club a estos sitios históricos. Es el caso de la banda de Sahores, oriunda de la zona norte del conurbano que siempre se hace presente en las tribunas del Monumental. Alrededor de 30 viajaron a Japón par alentar al campeón de América y pudo verselos a todos (y más) paseando por la ciudad en bicicleta, con sus remeras y banderas. Otros viajaron en familia como los Folatti o los Perrone de Capital, y otros tantos se mandaron en soledad, sabiendo que tarde o temprano iban a encontrar alguna compañía para asistir a los partidos o hacer turismo.
A pocas horas de jugarse el partido definitivo la ansiedad va in crescendo. Lejos de conformarse con lo conseguido, los hinchas apuestan a consagrarse en lo más alto. Enfrente está el que el mejor equipo de la actualidad. Pero como le gustaba recordar a Labruna, en la cancha se ven los pingos. Lo que es seguro es que los hinchas riverplatenses en Japón están dejando marcas profundas en esta sociedad tan distinta a lo que estamos acostumbrados.
Julián Liparelli, desde Tokio – @culleroconnor
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