10 diciembre, 2015
Retenciones, buitres y deuda en la economía que viene
El impacto de reducir y eliminar las retenciones, y la orientación de los derechos de exportación. El nuevo Banco Central y las negociaciones con los fondos buitre, postales de la economía que viene.

En las últimas semanas desde Notas – Periodismo Popular hemos venido analizando la política económica durante el kirchnerismo, sus efectos y resultados, así como algunas de las principales medidas pensadas y diseñadas por el equipo económico que entrará en funciones este 10 de diciembre con la asunción de Mauricio Macri. En esta, algunos elementos de la economía por venir.
La discusión sobre las retenciones
La decisión del entrante ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, e integrante de la Sociedad Rural y Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Ricardo Buryaile, de levantar las retenciones para los diferentes cultivos regionales y una reducción del 5% para la soja, con la perspectiva de ir eliminándolo gradualmente, fue festejada por importantes actores del sector agropecuario.
“El ingeniero (por Mauricio Macri) se ha comprometido a eliminar las retenciones a las economías regionales totalmente, más una compensación por flete, eliminar trigo y maíz y una reducción gradual de cinco puntos en la soja. Es el compromiso que ha asumido el presidente y vamos a implementarlo”, sostuvo días después de ser confirmado el propio Buryaile.
Para el productor agropecuario y ministro de Agricultura, existen hoy unos 4.500 millones de dólares en producción retenido en silo-bolsas (aunque el número podría ser más del doble), habiendo liquidado el complejo agroexportador entre el 30 de noviembre y el 4 de diciembre el monto más bajo de todo el 2015: apenas 42 millones de dólares, a la expectativa del cumplimiento de las promesas gubernamentales.
De acuerdo a los últimos datos, para los meses de enero a octubre el peso de las retenciones en la recaudación es del 5% (siendo la soja y sus derivados el 85% de su composición total), producto tanto de la caída en el precio internacional de los commodities, como del retaceo en la liquidación por parte de productores y exportadores.
Comparativamente mientras para el año 2003 los derechos de exportación significaban el 13% de lo recaudado y alrededor del 10% hasta el año 2008, a partir de 2012 comenzaron a bajar, pasando del 9% en dicho año al 5% actual.
Esto sin embargo no quita su importancia en el financiamiento de diferentes políticas públicas. En este sentido, la inversión en Asignaciones Familiares y Asignación Universal por Hijo, con un alcance de 7.800.000 chicos y chicas menores de 18 años, implica un 1,1% del Producto Interno Bruto (PIB), mientras la inversión en Ciencia y Tecnología se encuentra en el orden del 065,% del producto, representando el aporte público un 0,5% y el privado un 0,15%. Los derechos de exportación representaron en este sentido para el año 2014 un 1,9% del PIB, siendo la soja un 1,6% del mismo.
La eliminación y/o reducción de este tributo habilita la pregunta no solo acerca del impacto inflacionario que pueda llegar a tener y la profundización de las diferencias intersectoriales, sino bajo que mecanismo se va a recomponer ese ingreso recaudatorio.
Vanoli, Sturzenegger y el Banco Central que viene
Finalmente, y pese a tener mandato hasta 2019, el presidente del Banco Central, Alejandro Vanoli, decidió renunciar “después de una profunda reflexión, con la serenidad de espíritu que siento por haber demostrado y defendido mi compromiso con nuestro país y nuestro pueblo”, según sostuvo en un comunicado.
El ahora ex titular de la entidad afirmó que es “necesario seguir orientando el crédito hacia la economía real” y alertó sobre los riesgos de una devaluación.
El Banco Central era el último de los casilleros que a la alianza Cambiemos le faltaba completar dentro de su equipo económico, con vistas a una nueva modificación de la Carta Orgánica de la entidad y la creación de un nuevo directorio.
Una nueva negociación con Pollack
Entre los últimos movimientos del nuevo equipo económico, a los ya señalados, se agrega una nueva ronda de negociación abierta con Daniel Pollack, el special master designado por el juez Thomas Griesa en el litigio por los fondos buitre.
Este lunes en Nueva York Luis Caputo, entrante secretario de Finanzas, se reunió con el mediador designado por Griesa aunque se trató, según sostuvo posteriormente el propio Pollack, de una reunión introductoria sin “ninguna negociación sustancial”. Esta reunión de Caputo se suma a la que ya había tenido con bonistas que llevan adelante el litigio contra la Argentina.
Según los últimos números disponibles, y de acuerdo a recientes fallos de Griesa, la suma actual que reclaman los fondos buitre, junto a los me too, alcanza los diez mil millones de dólares, pudiéndose extender hasta unos 15 mil millones.
La búsqueda de un acuerdo con los fondos buitre que litigan contra el país, junto a la derogación de la Ley Cerrojo y de Pago Soberano, parece indicar, según las reuniones de Caputo, un interés de máxima importancia para la nueva administración. El objetivo: reiniciar el ciclo de endeudamiento, que entienden será a tasas más baja que las actuales.
Por esta vía, y mediante un nuevo swap de reservas con China, se pretende obtener los dólares necesarios para el funcionamiento de la economía y el cumplimiento de otra de las promesas de campaña de Cambiemos, el levantamiento de los controles de cambio. A la vez que se buscará compensar los efectos de la reducción impositiva al complejo agroexportador y el desfinanciamiento que esta medida pueda llegar a generar.
Mientras, los desequilibrios estructurales del capitalismo dependiente argentino como la concentración y extranjerización económica, la reprimarización, la estructura impositiva regresiva y un sistema financiero heredado de la dictadura, seguirán presentes como un cartel de alerta.
Leandro Navarro – @navarro_lean
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