La previsibilidad de los referentes de Macri en el área de seguridad

El derrotero de nombres que se vienen oficializando para ocupar los principales cargos de la administración en el futuro gobierno de Macri no deja de despertar comentarios e indignaciones. Para las ramas estratégicas de la economía se ha convocado a experimentados y destacados administradores locales de empresas multinacionales: los famosos “CEOs”. Es lo que llevó al periodista Víctor Hugo Morales a definir el futuro venidero como “la Argentina atendida por sus propios dueños”.

Sin embargo, en otros sectores se optó por perfiles menos técnicos y más cercanos, provenientes del riñón político del macrismo. Es el caso del rabino Bergman en Ambiente o Carolina Stanley en Desarrollo Social.

La cartera de Seguridad sigue esa misma lógica. El Ministerio de Seguridad de la nación estará encabezado por Patricia Bullrich, que reemplazará a la saliente Cecilia Rodriguez. Su par en la provincia de Buenos Aires será Cristian Ritondo, mientras que la secretaría nacional quedará en manos de Eugenio Burzaco, quien se convertirá a partir del 10 de diciembre en “el Berni de Macri”.

A Patricia Bullrich casi todos la conocen, fue parte de muchos partidos políticos y es una figura repetida de la política nacional desde el advenimiento de la democracia, pero pasó a la historia por ser la ministra de Trabajo y Seguridad Social que durante el gobierno de la Alianza tuvo la “audacia” -según ella misma- de recortar el haber de los jubilados y los estatales en un 13%.

Quizá pocos saben que su espacio político se llama Unión por Todos, el partido por el que actualmente es diputada de la nación, porque desde hace tiempo está fuertemente comprometida con Cambiemos y con el PRO en particular. En su largo y variado currículum político, cuenta con una denuncia de Elisa Carrió por “infame traición a la patria”. Lo curioso es que tiempo después de la misma, su denunciante la convocó para integrar la espacio político que ella encabeza, la Coalición Cívica, donde la futura ministra fue la primer candidata a diputada por la Ciudad de Buenos Aires.

Bullrich es politóloga de profesión y su experiencia en el campo securitario es escasa, pero no nula. Antes de ser ministra de Trabajo de Fernando De la Rua, fue jefa del Servicio Penitenciario Federal, el órgano dependiente de la administración central que tiene a su cargo la administración de las cárceles federales que hay en el país, entre otros centros de detención.

El servicio penitenciario es una de las estructuras del Estado a nivel nacional que al día de hoy menos depuración y reformas tuvo desde la llegada de la democracia y cuenta con numerosas denuncias por parte de organismos de Derechos Humanos.

Eugenio Burzaco, quien reemplazará a Berni, tiene una carrera hecha en materia de seguridad, fue profesor de la UBA, escribió libros sobre el tema y “atendió de ambos lados del mostrador”, tanto en el sector público como en el sector privado. Fue diputado nacional del PRO, pero quizá su más destacable cargo ha sido jefe de la Policía Metropolitana, una fuerza de seguridad joven, que en su corta vida ha tenido ya varios jefes y subordinados procesados.

Durante su mandato impulsó la idea de implementar la famosas pistolas Taser, la moderna picana eléctrica que utilizan las policías de países como Colombia, Brasil, México y Estados Unidos. Además, Burzaco tiene una consultora, desde la que asesoró a gobiernos como el del gobernador Jorge Sobisch (Neuquén) o el intendente Martín Insaurralde (Lomas de Zamora).

En su página personal asegura que Argentina no es un país de tránsito sino de producción de drogas, afirma que la despenalización del consumo privado de drogas que ya está dada de hecho, “agravará la situación existente”, propone “duras políticas” contra la violencia en el fútbol y se manifiesta en contra de la legalización del aborto seguro. En declaraciones periodísticas, ha manifestado tener como referencia la gestión del alcalde de la «tolerancia cero” Rudolph Giuliani en Nueva York y del gobierno de Colombia.

Cristian Ritondo está llamado a respaldar a la recientemente electa gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, en el área de seguridad. Preside actualmente la Legislatura porteña y es uno de los hombres más mediáticos del PRO. Fue diputado de la nación y estudia abogacía en la Universidad de Lomas de Zamora. Es del barrio de Mataderos y se lo vincula a la barra del club Nueva Chicago, institución a la que gracias a sus gestión se le condonó una importante deuda con el Estado.

A juzgar por el perfil y la trayectoria de los responsables políticos elegidos, es difícil pensar que el próximo gobierno impulse una política pública integral de seguridad que aborde eficazmente las raíces de la problemática. Al contrario, podemos estar seguros de que mucho de lo que «cambiemos» en la materia va a estar relacionado al recrudecimiento de políticas represivas, con un frágil compromiso por los Derechos Humanos.

Nicolás Fava – @favanico