26 noviembre, 2015
¿Macri puede lograr que suspendan a Venezuela del Mercosur?
El próximo 21 de diciembre se llevará adelante en Asunción una nueva Cumbre de jefes de Estado del Mercosur. Macri, como presidente electo de Argentina, ya anunció en reiteradas ocasiones que llevaría en esa oportunidad el pedido de aplicación de la cláusula democrática contra el Estado venezolano con el objetivo de suspenderlo del organismo.

El próximo 21 de diciembre se llevará adelante en Asunción una nueva Cumbre de jefes de Estado del Mercosur. Macri, como presidente electo de Argentina, ya anunció en reiteradas ocasiones que llevaría en esa oportunidad el pedido de aplicación de la cláusula democrática contra el Estado venezolano con el objetivo de suspenderlo del organismo.
El Protocolo de Ushuaia firmado en el año 1998 determina que para aplicar sanciones ante una posible ruptura del orden democrático es necesario que haya consenso entre las partes. Actualmente los miembros plenos del Mercosur son Brasil, Argentina, Paraguay, Uruguay y Venezuela. En julio se firmó el protocolo que incorpora a Bolivia, aunque para que ingrese como miembro pleno aún falta la ratificación del parlamento paraguayo. De esta manera, para que se aplique la cláusula contra el Estado venezolano, Macri necesita el consenso del gobierno brasilero, así como también del paraguayo y el uruguayo.
En Paraguay «toman nota»
La única ocasión en la que se aplicó la cláusula democrática desde su creación fue cuando en el año 2012 Fernando Lugo fue derrocado con un golpe parlamentario que llevo a Federico Franco a la presidencia de Paraguay. Hasta ese momento Venezuela no podía ingresar al Mercosur porque el parlamento que promovió el golpe venía trabando su ingreso al organismo.
Un año después, el conservador Partido Colorado ganó la elección presidencial y asumió el gobierno con Horacio Cartes a la cabeza. Cartes y Macri comparten un profundo rechazo al gobierno venezolano. Ambos también buscan mostrarse solidarios ante otra figura de la derecha latinoamericana como Leopoldo López a quien consideran un «preso político» cuando ha sido condenado por la justicia venezolana por propiciar un intento de golpe de Estado en el 2014.
Ante el reciente triunfo de Macri y su propuesta de aplicar la cláusula democrática contra el gobierno de Nicolás Maduro, desde Paraguay el canciller Eladio Loizada declaró este martes: «Tomamos nota». El gobierno de Cartes sería el principal aliado del macrismo en caso de prosperar esta iniciativa.
En Brasil y Uruguay predomina la cautela
El día martes por la noche en el programa «Los Leuco» en TN a partir de una pregunta del periodista Fernando Iglesias, quien celebro la propuesta de Macri en contra de Venezuela, el nuevo presidente argentino apostó a presionar al gobierno brasileño para lograr la viabilidad de la aplicación de la cláusula democrática.
«Espero que Brasil revea su posición, porque las primeras declaraciones que llegan es que no estarían dadas las condiciones cuando para mi es más que evidente de que en Venezuela no se respeta la libertad de expresión, no se respeta a los opositores y hay presos políticos injustificadamente», señaló Macri.
El miércoles el canciller brasileño, Mauro Vieira, al ser consultado en torno a la propuesta del macrismo, evitó la respuesta directa y se limitó a pronunciarse sobre el proceso electoral en curso en Venezuela. «Tenemos que esperar el resultado de las elecciones”, insistió el canciller, quien aseguró que el gobierno venezolano se comprometió a darle amplias libertades al trabajo de la misión de “acompañamiento” de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) para esos comicios. «No se puede juzgar a priori», señaló Vieira.
Por otro lado, desde el gobierno uruguayo quien hizo declaraciones este miércoles fue el ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori. El funcionario destacó que hay pocas posibilidades de que se lleve adelante la propuesta de Macri. «Las cláusulas democráticas como la del Mercosur están destinadas a responder a rupturas institucionales y yo, más allá de las discrepancias que pueda haber respecto a Venezuela, pienso que no ha habido una ruptura institucional», señaló en su visita a Asunción.
El día lunes el canciller uruguayo, Rodolfo Nin Novoa, en una conferencia de prensa ya había destacado que se está «lejos de una alteración del orden democrático en Venezuela.»
A pesar de estas declaraciones, en el Frente Amplio (FA) que gobierna Uruguay no parece haber consenso absoluto respecto a la posición ante lo que sucede en Venezuela. Luis Almagro, integrante de esa fuerza y actual secretario general de la OEA, el último 10 de noviembre escribió una carta dirigida a la presidenta del Consejo Nacional Electoral de Venezuela en la que señala que «las condiciones no están garantizadas al nivel de transparencia y justicia electoral que usted debe garantizar».
Pocos días después el ex-presidente José «Pepe» Mujica y el Movimiento de Participación Popular (que integra el FA) salieron a criticar duramente la carta de Almagro y a legitimar el proceso electoral que tiene curso en Venezuela.
Los gobiernos de Brasil y Uruguay, ante la propuesta de Macri contra Venezuela, anticipan para sí mismos la disyuntiva que planteo el vicepresidente boliviano Alvaro García Linera como consecuencia del triunfo de la derecha en Argentina. «El continente está ante una disyuntiva o profundizar los procesos revolucionarios desde adentro o el regreso de la derecha, sólo hay dos caminos», destacó Linera en una conferencia de prensa este martes.
Qué busca Macri y la derecha latinoamericana
Si bien los gobiernos de Uruguay y Brasil no han desestimado completamente la propuesta de Macri, no están dispuestos actualmente a avalar sanción alguna a Venezuela aplicando la cláusula democrática.
Teniendo en cuenta estos posicionamientos es imprescindible comprender que la propuesta macrista no está focalizada en que el 21 de diciembre en la Cumbre de Asunción se sancione a Venezuela, sino en intervenir directamente en la elección del próximo 6 de diciembre.
Al respecto, el presidente ecuatoriano Rafael Correa destacó en una conferencia de prensa este martes que la propuesta de Macri en este momento es una «interferencia en los asuntos internos» de Venezuela. «Demuéstrelo si hay perseguidos políticos en Venezuela, les guste o no les guste, en Venezuela claramente se vive una democracia», desafió Correa.
Con la correlación de fuerzas actual en el continente Macri no puede lograr que se suspenda a Venezuela del Mercosur. Lo que sí puede lograr es dar un fuerte apoyo a la derecha venezolana para imponerse en la elección para diputados de la Asamblea Nacional el próximo 6 de diciembre.
A fin de cuentas, a Macri no le interesa la democracia en ese país. Al futuro presidente argentino, le interesa principalmente que la oposición venezolana se imponga electoralmente y le propine un terrible golpe al proceso político más radical (y más marcadamente anti-imperialista) del continente.
Lucas Villasenin – @villaseninl
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