Derechos Humanos

11 noviembre, 2015

El colectivo Ni Una Menos responde a Vidal sobre el caso de Lucas Cabello

La gobernadora electa de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, declaró públicamente que el oficial de la Metropolitana que disparó y dejó internado a un joven el pasado lunes había intervenido en un caso de violencia de género. La respuesta del colectivo organizador del Ni Una Menos.

La gobernadora electa de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, declaró públicamente que el oficial de la Metropolitana que disparó y dejó internado a un joven el pasado lunes había intervenido en un caso de violencia de género. La respuesta del colectivo organizador del Ni Una Menos.

Este martes María Eugenia Vidal, en una rueda de prensa en Avellaneda, afirmó que el agente policial intervino en un episodio que «en origen es un caso de violencia de género», y sostuvo la versión oficial de la Metropolitana, a pesar de las denuncias de la familia y testigos de que se trata de un caso de «gatillo fácil».

«Se le había dado un botón antipánico a la pareja de esta persona y se agregó una consigna policial, para otorgarle protección a la mujer», contó Vidal. Y continuó con el relato, desmentido por la propia pareja de la víctima y otros testigos: «Ella salió de su casa gritando, con el dato de que había denunciado que su pareja la había amenazado de muerte, y el agente le dio a él la voz de alto, pero (el muchacho) no atendió el pedido y ahí se generó la reacción de la policía”.

«Es importante aclarar que esto no se dio porque el policía estaba ahí de casualidad, sino por un caso de violencia doméstica: había una denuncia, la mujer tenía un botón antipánico y el policía estaba protegiéndola», dijo la gobernadora electa de la Provincia.

Pero lo cierto, como publicó Notas, y reafirmó Miguel Ángel Palazzani, titular de la Procuraduría de Violencia Institucional (Procuvin) ante Infojus Noticias, es que “Lucas no estaba armado. No se trató de un caso de violencia de género. Es un hecho de la más alta gravedad en materia de violencia institucional”.

Desde el colectivo organizador del Ni Una Menos, también salieron a discutir públicamente con la utilización de la violencia de género que hizo Vidal para justificar los tres disparos que efectuó el agente sobre Lucas Cabello.

En un texto titulado “No en nuestro nombre: la violencia machista no justifica la violencia policial”, el colectivo afirmó, que “la búsqueda de justificación de un caso más de gatillo fácil muestra con claridad dos cosas: que el Estado porteño se ampara en un problema real -la violencia contra las mujeres- para avalar un accionar en extremo punitivo, sin respeto al debido proceso ni a las garantías constitucionales”. Además, agregan que este no es un caso aislado puesto que la Policía Metropolitana, desde que entró en funciones en 2011 “ya cuenta con casi tres decenas de muertos por uso letal de armas”.

Por último, también recordaron algunos de los motivos que movilizaron a millones de personas en todo el país el pasado 3 de junio. Ese día el reclamo fue, entre otras cosas, por políticas públicas de prevención, acompañamiento y erradicación de la violencia contra las mujeres.

En ese sentido, criticaron lo impulsado en la Ciudad de Buenos Aires por el jefe de gobierno, Mauricio Macri: “El uso de botones antipánico, que se accionan cuando la persona denunciada ya está a la vista  de la víctima, hacen que sea ella quien deba ser garante de su propia seguridad”. Y remataron: “El uso de pulseras y el monitoreo electrónico de los agresores por parte de los ministerios de Seguridad preservarían la seguridad de las denunciantes”.

Las versiones de los testigos, familiares y la abogada de Lucas Cabello, Gabriela Carpinteti, coinciden tajantemente: el botón antipánico y el caso de violencia de género no tenían nada que ver con él, no portaba ningún arma y, tras discutir con el agente de la Metropolitana este le disparó tres veces, las últimas dos cuando yacía en el piso.

“La hipótesis que tiene Procuvin es una tentativa de homicidio calificado”, afirmó Palazzini.

El joven de 20 años continúa internado en terapia intensiva en el Hospital Argerich. Uno de los disparos se alojó en su médula por lo que no puede mover ni brazos ni piernas.

 

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