2 noviembre, 2015

Paraná Metal no da marcha atrás y la incertidumbre se mantiene

Finalmente Paraná Metal decidió ampliar por un mes el plazo para los despidos anunciados hace dos meses. El 31 de octubre se cumplía la fecha que establecieron como límite de la relación laboral de los 180 empleados de su planta en Villa Constitución. Se mantiene la incertidumbre.

Finalmente Paraná Metal decidió ampliar por un mes el plazo para los despidos anunciados hace dos meses. El 31 de octubre se cumplía la fecha que establecieron como límite de la relación laboral de los 180 empleados de su planta en Villa Constitución. Se mantiene la incertidumbre.

La única certeza es que la empresa es la ganadora del conflicto, ya que mientras busca presionar al Estado para que le habilite una cuantiosa financiación, cumple su objetivo de recortar gastos con las renuncias de los obreros que no pueden tolerar la presión del anuncio y se tiran a buscar una salida.

Tras todas las idas y vueltas entre el sector patronal y los delegados de la empresa, que surgieron por el vaciamiento de los espacios de trabajo hace ya dos meses, cuestión que había puesto en alerta a los trabajadores, una gran parte de los mismos optaron por retirarse antes del 31.

Para confirmar las sospechas un representante de Grupo Indalo se acercó para comunicar que la empresa había tomado la decisión de redefinir el negocio, por tanto hace llegar el preaviso a todo el personal.

Los trabajadores optaron por continuar la producción, dejando en claro que su intención era conservar ese empleo y que sosteniendo la jornada laboral harían llegar ese mensaje a los dueños de la empresa.

Además desde un comienzo tuvieron la sospecha de que se trataba de una maniobra por parte del Grupo Indalo para presionar sobre sus compradores o en su defecto sobre el gobierno nacional.

Los cambios que hubo cuando llegó Grupo Indalo fueron el despido de 500 personas y una rebaja de entre el 50% y 60% del sueldo, justificado por la empresa afirmando que en estos últimos cuatro años en concepto de indemnizaciones y por concurso han desembolsado cerca de 240 millones de pesos.

Treinta y ocho de esos empleados cesanteados y 11 que se desempeñaban fuera del convenio laboral, optaron por tomar el retiro voluntario. La empresa actualmente está comprometida a pagar los montos indemnizatorios a los trabajadores.

Desde los distintos espacios de delegados de Paraná Metal se sostiene que la causa de que la empresa no sea capaz de garantizar una producción mayor y una competitividad en el mercado que le permitiese mantenerse en funcionamiento es la falta de inversión por parte del Grupo Indalo.

Actualmente en base a lo que discutieron en la reunión del pasado viernes, la empresa no dará marcha atrás con su definición, por lo que son los trabajadores de Paraná Metal quienes tienen que tomar una decisión: si llegar a un acuerdo, si dejar que todo siga su rumbo o tomar una medida alternativa.

Leandro Yanson, desde Rosario

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