28 octubre, 2015

Las juveniles tocaron fondo

La excursión de la Sub-17 por el mundial de Chile no pudo ser peor. Con la derrota en el cierre del grupo contra Australia por 2 a 1, los pibes finalizaron en el último puesto, algo inédito para una selección nacional.

La excursión de la Sub-17 por el mundial de Chile no pudo ser peor. Con la derrota en el cierre del grupo contra Australia por 2 a 1, los pibes finalizaron en el último puesto, algo inédito para una selección nacional.

A pesar de haber mejorado en el juego contra los oceánicos, los errores defensivos persistieron y las seis modificaciones que tuvo para este encuentro se notaron activas pero desconectadas.

En los tres partidos jugados, Miguel Lemme no encontró el equipo, al que se lo vio perdido en la cancha con arrebatos individuales y momentos esperanzadores, pero con muy poco juego. Entre lo más rescatable estuvo Tomas Conechny. El chico de San Lorenzo fue puro atrevimiento pero se lo notó solo en el ataque.

Las selecciones juveniles pasan por un momento difícil después de años de oro. Lejos están los títulos y grandes jugadores del ciclo 1995-2007, donde Pekerman y Tocalli conducían a los chicos y nutrían a la selección mayor. El campeonato del mundo logrado en Canadá en 2007 fue la frutilla de esa torta.

Luego vinieron eliminaciones en primera ronda, ver el mundial por la tele, no clasificar a los Juegos Olímpicos y dejar de ser el semillero. Las razones son muchas; en parte nunca se pudo conformar un grupo de trabajo tan eficaz como el de Pekerman; por otro lado, la generación de 1986 y el bilardismo duro minaron los juveniles con su gente y nunca encontraron respuestas.

Lemme es el cuarto técnico que dirige al sub-17 desde 2007. En 2009 el Tata Brown se despidió en octavos de final del mundial, igual que Oscar Garré, en 2011. En 2013 Humberto Grondona llegó hasta las semifinales y logró un cuarto puesto en el mundial.

En el sub-20 pasó algo parecido. En 2009 el Checho Batista, en 2011 Walter Perazzo, en 2013 Marcelo Trobbiani y 2015 Humberto Grondona. Todos con la idea fija de subir, de saltar de categoría. Poco importa formar, armar un grupo, trabajar directamente con la mayor.

El punto más distante de esta época con la de Pekerman fue la batalla entre argentinos y uruguayos en el sudamericano 2013 donde Humbertito salió a bancar a los pibes diciendo que prefiere salir campeón “a ganar el premio fair play”. Se ha derrumbado la posición educativa y formadora de las selecciones juveniles y esto va más allá de los resultados: Grondona fue campeón de ese torneo y repitió en la sub-20.

Ahora ni los resultados quedan. A planteos pobres de ideas, chicos que están desatados y planteles mal armados, quebrados entre defensores y delanteros, le tenemos que sumar el desastre de salir últimos en un mundial. Es el momento de replantearse que queremos: si títulos o formación, porque no estamos consiguiendo ninguna de las dos.

Federico Cavalli – @WillyCavalli

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