14 octubre, 2015
Diana Sacayán: bronca y dolor por su asesinato
Por Hernán Aisenberg. La activista travesti Diana Sacayán fue encontrada muerta en su departamento este martes. Aunque la investigación recién comienza es una certeza que fue asesinada. Un recuerdo de una imprescindible que cambió vidas allí donde caminó.

Por Hernán Aisenberg*. Nos arrancaron una parte de nosotros. Justo un día después del Encuentro Nacional de Mujeres más convocante de la historia, después de que los medios demonicen a nuestras compañeras cuando el gas y el fascismo venían del otro lado de las vallas. Justo un día después de que los titulares fueran “incidentes en la marcha de mujeres”, ahora aparecen los medios indignados por una nueva asesinada.
No hacía falta conocerla en profundidad para darnos cuenta que Diana Sacayán era más que una compañera de trabajo, era una militante de esas imprescindibles. Una travesti que peleó toda su vida contra la discriminación en todas sus formas y específicamente por la ampliación de derechos del colectivo al que representaba. No era necesario verla todos los días para aprender que su militancia era brindarse por completo a una causa y no descansar nunca mientras haya una injusticia.
Diana además de trabajadora del Programa de Diversidad Sexual del INADI, era una gran referente del Movimiento Antidiscriminatorio de Liberación (MAL) y siempre estaba a la cabeza de distintas luchas y conflictos, caiga quien caiga y acompañe quien acompañe. En un panorama político de un campo popular lleno de mezquindades y divisiones, las personas como Diana no abundan y se necesitan. La unidad del campo popular depende de referentes como ella, que detrás de una causa puede aglutinar y recibir el acompañamiento y el cariño de tantas fuerzas políticas muchas veces tan disímiles entre sí.
En 2012 consiguió ser reconocida por la identidad que ella había elegido. Su DNI, como el de tantas otras personas ya no eran meros papeles burocráticos, eran trofeos de guerra, de una guerra contra la indiferencia, contra la negación, contra la exclusión, contra la marginación. Era un trofeo al esfuerzo, la dedicación, la perseverancia, la resistencia y el amor por la vida.
En estos últimos meses, con su liderazgo y con el esfuerzo de muchos compañeros y compañeras se conquistó la Ley de Cupo Laboral para Trans y Travestis en la administración pública de la Provincia de Buenos Aires. Esta fue una de las tantas grandes batallas para que trans y travestis tuvieran igualdad de derechos.
Pero ni tiempo para festejar tuvieron porque volviendo de La Plata ella y sus compañeras demostraron que, en la pelea por la igualdad, se lucha y se vence todos los días, todo el día. La Policía Metropolitana pensó que podía con Diana pero nuevamente puso el cuerpo, se enfrentó al fascismo escondido en una chapa y un machete y todavía estaba dando esa pelea.
Las chicas trans forman parte de uno de los colectivos más vulnerados y con menos recursos para defenderse. La transfobia, al igual que la homofobia y la lesbofobia son una triste realidad, lamentablemente instalada en todos los círculos sociales y Diana era una de las personas que más trabajaba para terminar con este flagelo. Reconocida por toda la militancia feminista, por toda la militancia por la igualdad de géneros y el respeto a las diversidades sexuales, pero también reconocida por toda la militancia social y política en defensa de la igualdad, la inclusión y los derechos humanos.
Quizá el tiempo compartido no fue suficiente, quizá podría haber hecho más por compartir ese tiempo, pero a veces la cotidianeidad, las discusiones políticas diarias o las propias tareas no nos permiten darnos esos tiempos y siempre terminamos arrepintiendonos, pero yo prefiero quedarme con ese poco pero inolvidable tiempo.
El Che Guevara dijo alguna vez: “No creo que seamos parientes muy cercanos, pero si usted es capaz de temblar de indignación cada vez que se comete una injusticia en el mundo, seremos compañeros, que es más importante”. Por eso, quienes la conocieron más, quienes la conocimos menos y quienes jamás llegaron a conocerla sabemos que nos han quitado una gran compañera.
Por eso no vamos a parar de exigir verdad y justicia para una militante que fue ejemplo, también para todos y todas sus compañeros y compañeras que sin descanso continuarán su lucha. La confianza plena de que la pelea sigue, que no nos han derrotado. Porque no estamos dispuestos a seguir perdiendo compañeras, porque lxs queremos vivxs y porque no vamos a aceptar ni unx menos. Los asesinos sabrán que a donde vayan los iremos a buscar.
@Cherno07
* Delegado de ATE en el INADI
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