13 octubre, 2015
Ademys denuncia colapso en la inscripción on line
La entidad gremial exige la construcción de escuelas y que se declare la emergencia edilicia. Afirma que la política educativa porteña favorece a la educación privada.

A partir de la inscripción virtual a la escuela pública (que este año su primera etapa se desarrolla entre el 5 y el 16 de octubre en el nivel inicial) que impuso el macrismo en la Ciudad de Buenos Aires, el sindicato docente Ademys publicó en su portal web un duro informe sobre este método. Además, da cuenta de distintos datos donde se cuestiona la política en educación del gobierno porteño.
Desde el gremio afirman que el Estado de la Ciudad no construyó los jardines y escuelas necesarias para garantizar el acceso a una vacante en el sistema educativo. De esta manera, con la inscripción on line el Ministerio de Educación centraliza la información e impide una medición precisa en la falta de vacantes.
Por otro lado, sostienen que “se sigue ajustando el presupuesto destinado a refacción y construcción de escuelas: en 2012 se presupuestó cerca de $500 millones para Infraestructura Escolar y este año sólo $200 millones. Lo poco que se invierte en mejoras edilicias, es dilapidado por las múltiples tercerizaciones de las obras, que sobrefacturan y dejan los edificios escolares en situación precaria y sin ningún tipo de control”.
Cuando se implementó por primera vez la inscripción on line, diferentes sindicatos de maestros criticaban que el primer contacto entre la familia y la escuela fuera virtual. Lo cual, además de deshumanizar el proceso, obligaba tanto tener una computadora como los conocimientos para su uso.
Pero del informe también decanta que la falta de vacantes no se debe al sistema implementado en sí, sino que es fruto de la falta de la inversión necesaria en el área educativa. De esta forma, los maestros exigen “la construcción de decenas de escuelas” y “la declaración de la emergencia edilicia”.
Otra de las conjeturas es que ante la falta de lugares en las escuelas públicas, se favorece el uso de la enseñanza privada. En este sentido, el diagnóstico describe que un 50% de la matrícula de la ciudad corresponde a escuelas privadas y que esto “es reforzado por los subsidios que reciben las instituciones privadas del propio Estado: cerca de $2500 millones este año. Por cada peso que el gobierno presupuestó para Infraestructura Escolar (y que seguramente subejecutará), gira $12,50 para los emprendimientos empresariales o religiosos del sector privado en educación”.
Ademys señala que desde el macrismo se defienden alegando la inauguración de Centros de Primera Infancia (CPI). Sin embargo los docentes explican que “son centros que no funcionan en establecimientos educativos, que dependen de organizaciones, ONG’s, etc., que reciben un subsidio a la demanda, y que son centros de ‘cuidado’ y ‘contención’, lejos de lo que debieran ser las escuelas infantiles”.
Finalmente el informe exige “la construcción de 33 escuelas y jardines en la ciudad” como “un plan de obras de refacción y mejora edilicia” y pide “no a los cierres de grados y cursos”.
Santiago Lecuna – @santirayado
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