América del Norte

25 septiembre, 2015

Los guiños del Papa en su visita a los Estados Unidos

La visita del papa Francisco al Congreso norteamericano, la primera de la historia para un sumo pontífice, se dio en un contexto de tensión entre Demócratas y Republicanos. A días de un posible conflicto por la aprobación el presupuesto para el año 2016, muchos legisladores esperaban con ansia los dichos de Francisco sobre los temas más polémicos.

La visita del papa Francisco al Congreso norteamericano, la primera de la historia para un sumo pontífice, se dio en un contexto de tensión entre Demócratas y Republicanos. A días de un posible conflicto por la aprobación el presupuesto para el año 2016, muchos legisladores esperaban con ansia los dichos de Francisco sobre los temas más polémicos.

Como era de esperar, el Papa se refirió a la mayoría de estos ejes, dando a los dos sectores argumentos para sostener sus posiciones. Sin embargo, fue explícito a la hora de apoyar las posturas demócratas sobre la inmigración, el cambio climático o la pena de muerte, y más abierto a la interpretación en sus dichos sobre el aborto o el matrimonio igualitario, muy importantes para la agenda republicana.

Cuando se refirió al problema de la inmigración, Francisco buscó referirse tanto a los inmigrantes ilegales como a los refugiados. Sin hacer una distinción clara entre estos grupos, llamó a “ver sus caras y escuchar sus historias” en vez de “sorprendernos por los números que representan”. Además, apeló a sus propias raíces y a la de la mayoría de los congresistas, al recordarles que “ustedes también descienden de inmigrantes”.

Podría pensarse que estas palabras son de apoyo a las políticas de ciudadanía que llevó adelante Obama durante su gobierno. Sin embargo, declaraciones como la del candidato republicano Ted Cruz, que dijo que él opina lo mismo que el Papa sobre los inmigrantes legales, hacen ver los distintos grados de interpretación que este discurso tendrá.

Francisco dedicó una buena parte de su alocución a abordar el problema del cambio climático. “En Laudato Si, llamé a redoblar los esfuerzos para redirigir nuestros pasos y poder evitar los serios efectos que está teniendo la actividad humana”, dijo ante el Congreso. “Estoy convencido de que podemos hacer la diferencia y no tengo dudas de que Los Estados Unidos, y su Congreso, jugarán un importante rol en este cambio”, añadió.

Estas palabras sin duda resultaron satisfactorias para el presidente Obama, que hace tiempo busca modificar las leyes de contaminación ambiental. La negativa republicana a tratar estos temas no permitió que se pueda reformar ninguna normativa al respecto.

“Si la política debe estar al servicio de la humanidad, entonces no puede ser esclava de la economía y las finanzas”, sentenció Francisco. Estas palabras difícilmente puedan ser tomadas en los Estados Unidos de la misma forma que lo haríamos en la Argentina, o cualquier otro país de Latinoamérica. Sin embargo, para la ciudadanía norteamericana puede resonar a un importante eje que fue protagonista de las noticias en los últimos días: la embestida de la candidata demócrata Hillary Clinton contra las industrias farmacéuticas.

Hace algunos días, la ex secretaria de Estado, denunció los abusos que las farmacéuticas hacen sobre los precios de los medicamentos. Los dichos del Papa pueden ser vistos como un apoyo a este tipo de políticas, que buscan limitar los “excesos” del capitalismo. “La política, sin embargo, es una expresión de nuestro deber de vivir en comunidad, para construir como comunidad el bien común”, definió Francisco.

En otros momentos de su discurso, sin embargo, no fue tan explícito. En uno de los pasajes que será, probablemente, de los más debatidos por los representantes norteamericanos, llamó a “defender la vida en cada estadio de su desarrollo”. Entre estos “estadios” nombró específicamente a aquellos que “están condenados por haber cometido crímenes”, posicionándose contra la pena de muerte, pero dejó implícita, también, su posición respecto del aborto.

Es justamente el aborto legal uno de los temas más controvertidos en la actualidad norteamericana, ya que el partido Republicano intentó aprobar una ley que cierre los programas que practican abortos actualmente.

Hacia el final de su discurso, se refirió a la familia, “que está más amenazada que nunca, desde adentro y desde afuera. Relaciones fundamentales están puestas en peligro, como las que sustentan el matrimonio y la familia”. La importancia política de sus palabras no puede pasar desapercibida: hace algunos meses, la Corte Suprema de los Estados Unidos declaró legal el matrimonio entre personas del mismo sexo, lo que generó un profundo rechazo de los sectores conservadores. Sin explicitarlo, el Papa se posicionó del lado de aquellos que están en contra de esta medida.

Otro punto importante desde el punto de vista político fue su reflexión sobre el comercio de armas. “¿Por qué se le venden armas a aquellos que sólo buscan generar sufrimiento a individuos y sociedades?”, preguntó. “Por dinero, dinero manchado con sangre”.

Una vez más, el Papa Francisco dio de que hablar. Ahora tendremos que esperar a ver si sus definiciones ayudan a solucionar algunos de los conflictos que los gobernantes y el pueblo norteamericano están atravesando, o si sólo sirve para brindar argumentos que los sigan agudizando.

Marina Gamba – @marinagambaa

Si llegaste hasta acá es porque te interesa la información rigurosa, porque valorás tener otra mirada más allá del bombardeo cotidiano de la gran mayoría de los medios. NOTAS Periodismo Popular cuenta con vos para renovarse cada día. Defendé la otra mirada.

Aportá a Notas