24 septiembre, 2015
La industria siderúrgica suspende 700 trabajadores en la región cuyana
Esta semana las empresas Manferro y Globe Metals de Mendoza, que llevan apagados sus hornos hace varios días, dieron «licencia» a 400 trabajadores. De esta forma se suman a la sanjuanina Electrometalúrgica Andina, que ya había suspendido las tareas de 300 operarios.

Esta semana las empresas Manferro y Globe Metals de Mendoza, que llevan apagados sus hornos hace varios días, dieron «licencia» a 400 trabajadores. De esta forma se suman a la sanjuanina Electrometalúrgica Andina, que ya había suspendido las tareas de 300 operarios.
La Cámara Argentina de Ferrroaleaciones y Aleaciones Especiales (Cafae) informó mediante un comunicado que las causas del cese de actividad están dadas por “la fuerte disminución de las ventas locales y de exportación”.
Además el sector empresario señaló que la situación se ve agravada por “aumento de costos internos, la caída de la demanda doméstica (de empresas como Siderca, Acindar y Siderar) y el fuerte atraso cambiario que les impide vender, por la lógica pérdida de competitividad”.
Según la Cafae esto se debe también a «las devaluaciones que sufrieron otras monedas como el euro, el real y el yen». Este contexto torna «imposible competir en el mercado externo, adonde se destina el 80% de la producción”.
De acuerdo con el diario Los Andes en 2012, Manferro reactivó la antigua planta de Carbometal, en la localidad de El Nihuil, pero «en lo que va del año había acusado recibo de la parálisis de la planta de Siderca en Campana (Buenos Aires), a donde destina alrededor del 20% de su producción. Así, la demanda mensual de 120 toneladas se redujo drásticamente».
Por su parte, continúa el diario, Globe Metals (ex Stein), «capaz de producir 2.200 toneladas mensuales de ferrosilicio y calcio-silicio para la industria automotriz, atravesó una situación similar que tiene en vilo a sus 150 trabajadores. Un número que trepa a 1.200 con los indirectos».
En este sentido el gerente general de Globe Metals, Delfín Rabinovich, caracterizó que “la situación es complicada», sobre todo luego de «la devaluación que aplicó Brasil a su moneda». Por eso, para el empresario «ayudaría mucho una quita de derechos de exportación, que servían en 2002 pero hoy, para empresas que agregan valor, parece poco razonable”.
La caída en la cotización de la materia prima, que se exporta mayormente a EEUU, México, Japón, Europa y Sudeste asiático, es un dato clave. Mientras la tonelada de calcio-silicio pasó de 2.200 dólares a inicios de 2014 a 1.700 en la actualidad, el precio del ferrosilicio fue de 1.700 dólares a 1.100 dólares en el mismo lapso de tiempo. Asimismo la relación real-dólar pasó de 2,20 a casi cuatro.
Foto: Roberto Salvadores / Los Andes
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