Géneros

10 septiembre, 2015

«Decían que porque no lloraba era una mentirosa»

La madrugada la madrugada del 14 de julio de 2013, María fue abusada sexualmente en San Fernando, por el remisero Norberto Daniel Fernández. El juicio debería haber comenzado en julio, pero el acosador se fugó. La semana pasada fue condenado a 13 años de prisión. Notas entrevistó a la joven que contó el proceso judicial y las distintas formas de violencia institucional que sufrió luego de hacer la denuncia.

La madrugada del 14 de julio de 2013 María, una joven de 23 años, fue abusada sexualmente en San Fernando, por el remisero Norberto Daniel Fernández. El juicio originalmente debería haber comenzado en julio, cuando el acosador debía presentarse para declarar, pero se fugó. Finalmente la semana pasada fue condenado a 13 años de prisión en el Tribunal Oral Criminal N°2 de San Isidro. Notas entrevistó a la joven que contó el proceso judicial y las distintas formas de violencia institucional que sufrió luego de hacer la denuncia.

– ¿Cómo viviste todo el proceso desde el momento del abuso hasta el juicio?

– Los estados de animo y emocionales van cambiando, aunque reconozco una gran regresión al momento del abuso durante estos dos meses que desequilibraron un poco las emociones. Pero en síntesis, enojos enormes por inconvenientes pequeños, miedo a salir a la calle sola, desgano, cansancio mental y corporal.

– Después de todo lo sucedido, ¿a qué conclusiones llegás con la condena a 13 años del remisero?

– Estamos satisfechos, hablo de mi amigos, familia y mi abogado Andrés Bonicalzi. Teniendo en cuenta que el Código Civil establece una pena de entre seis y 15e años, logramos dos menos que la máxima, además de conocer que por estadística el Tribunal Nº2 de San Isidro no pone mas de nueve. Obvio que creemos que merece mas, como todos los violadores y femicidas. Pero la ley es un limite, claro está. Vale aclarar que esta pena se logró gracias a la movilización popular.

– ¿Sabes cómo son los próximos pasos después de la sentencia?

– Si. El expediente se encuentra en Cámara de Casación donde la defensa seguramente apele, pidiendo menos, y ellos probablemente accedan. Han absuelto muchos violadores. Luego, y por último, la causa pasa a Corte Suprema de la Provincia, ambos en La Plata, y de ahí sale una sentencia firme. Esto será de acá a diez, once meses.

– ¿Desde el primer momento decidiste hacer público lo que te había pasado?

– No, hacerlo público fue una necesidad. Luego de dos años de vivir el proceso en libertad, Norberto Daniel Fernández se da a la fuga el 8 de julio del corriente año, día en que se iniciaba el juicio oral. Fue por el escrache público que cinco días después se entrega. Hasta el momento no había salido la prisión preventiva y tampoco lo estaban buscando las fuerzas de seguridad, las fronteras seguían abiertas y demás.

– ¿Tuviste gente en la que te pudiste apoyar en todo este tiempo del juicio?

– Si, familia, amistades, compañeros y compañeras, organizaciones y partidos políticos (Ni una menos San Fernando, Casa Joven, Fogoneros, CCTT, Proyecto I, SUTEBA Tigre, PTS, PO, Patria Grande, Carina Leguizamon, Raquel -psicóloga del caso de Yanina Gonzales y otros, Diego el papa de Ramiro, Mujeres ahora es cuando, entre otros).

– ¿Cómo te sentiste tratada por parte de las instituciones desde el momento del abuso en adelante?

– La justicia no hizo mas que violentarme, desde ya un Estado ausente y cómplice. En la comisaria de Tigre no me tomaron la denuncia porque según ellos el hecho no corresponde a su distrito. Eso es violencia institucional. Tuvimos que ir a Martínez a la Comisaria de la Mujer. Allí la policía te trata mal, mostrándose molesta por hacerla trabajar. Eso también es violencia institucional.

En el hospital materno infantil de San Isidro me dieron incompleto el kit de profilaxis, fundamental para la prevención de enfermedades. Otra vez violencia institucional. De ahí, nos buscó el equipo de policía de investigación de San Fernando y fuimos a reconstruir el recorrido y no hicieron más que buscar qué hice yo para provocar la violación. Totalmente machistas. Violencia institucional de nuevo. En la fiscalía, circulaba en los pasillos la versión de que porque no lloraba era una mentirosa. Durante dos años de indagatoria, la Cámara de Casación y la Corte Suprema, ambas de la Provincia de Buenos Aires, decidieron que el abusador esté libre, eso también es violencia institucional.

– ¿Querés agregar algo más que te parezca importante contar?

– Solo dos cosas, en primer lugar, trasmitir a todas las mujeres victimas de diferentes tipo de violencias, económica, laboral, psicológica, sexual, física, etc. que no es nuestra culpa, que no tenemos que tener vergüenza, que no debemos callar, sino por el contrario, empoderarnos, organizarnos y luchar. Y por el otro que seguimos demostrando que la forma es salir a las calles y arrancar al Estado y a la Justicia lo que nos corresponde.

Martín Melman

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