26 agosto, 2015
Juicio por la desaparición de Facundo Rivera Alegre: los Alegatos
Desde el 11 de agosto se desarrolla el juicio por la desaparición de Facundo Rivera Alegre, en la sala 11 del Crimen en Tribunales II de la ciudad de Córdoba. El lunes tuvo la lugar la lectura de los alegatos y el próximo viernes se conocerá la sentencia.

Hace tres años y medio que Facundo Rivera Alegre está ausente. El “Rubio del Pasaje”, como lo conocían sus amigos, salió el 19 de febrero de 2012 al baile de Damián Córdoba y nunca más regresó a su casa. Desde el 11 de agosto se desarrolla el juicio sobre su desaparición, en la sala 11 del Crimen en Tribunales II de la ciudad de Córdoba. El lunes tuvo la lugar la lectura de los alegatos y el próximo viernes se conocerá la sentencia.
El proceso judicial cuenta con tres imputaciones realizadas en 2013 por Alejandro Moyano, actual fiscal general de la provincia. En el banquillo de los acusados están Pablo Rearte (29), imputado como coautor del delito y su hermano Kevin, el presunto autor del disparo fatal, quien era menor de edad al momento de cometer el hecho. El tercer imputado es Aldo Marcelo Monje (35), ex-empleado del cementerio municipal de San Vicente, quien está acusado de encubrimiento.
Fiel a la hipótesis que sostuvo el fiscal de Instrucción, Alejandro Moyano, al inicio de la causa, el primer alegato de la fiscalía dividió la causa en dos hechos: asesinato y ocultamiento del cuerpo.
Sobre el primer hecho, el fiscal Diego Albornoz afirmó que no tiene dudas que existió y, aunque no tiene pruebas suficientes para imputar a Aldo Monje, sostiene la posibilidad de hayan cremado a Facundo. Monje “no tiene la capacidad para organizar” el ocultamiento del cuerpo, dijo el fiscal.
Acerca del vínculo entre Facundo y Luciano Calderón -acordeonista del músico Damián Córdoba-, Albornoz aseguró que había una relación amistosa entre ambos: el nexo, era la droga. Facundo era el “delivery” del músico, varios testigos declararon que Calderón usaba a sus fans para proveerse de drogas a cambio de que los deje entrar gratis a los bailes. A su vez, señaló a los acusados -Pablo y K. L.- como “vendedores de drogas ilegales” y responsables del asesinato del “Rubio” luego de una pelea, siendo el menor de edad quien habría disparado el arma. La acusación se fundó en la declaración de una “testigo clave” que dio detalles del hecho aunque se puso en duda que se haya tratado de un disparo accidental.
De la investigación se desprende la existencia de redes de narcotráfico por lo que el fiscal solicitó la intervención de Tribunales Federales y que se investigue a Calderón por “falso testimonio”. Pidió 11 años de prisión para Pablo Rearte y que la situación de K.L. sea tratada en el Juzgado de Menores. Y por último, solicitó la absolución de Monje por el beneficio de la duda.
“Pedimos la absolución de los tres imputados”
“Hay que analizar las pruebas en forma completa, total”, dijo el abogado querellante Claudio Orosz al comienzo de su alegato. Allí planteó distintos puntos débiles de la causa.
“Es obvio que Luciano Calderón nos mintió como si fuéramos del jardín de infantes”, sentenció el querellante al recordar los mensajes intercambiados entre el acordeonista y el Rubio. A su vez, Orosz criticó las distintas hipótesis de investigación que circularon. Entre ellas, una que afirmaba -tres meses después de su desaparición- que Facundo era un narcotraficante, que trabajaba para la banda “Los Tucumanos”.
La querella hizo énfasis en el testimonio de la oficial Ludueña quien sostuvo que “en la cremación estaría embrollado un policía y un tal Pato”. Además, resaltó la teoría que incriminaba a Pablo Rearte a y K.L., que tomó estado público en una entrevista televisiva a fines de 2012. “Ellos conocían la hipótesis y nosotros dos no”, dijo Orosz en alusión a él y a la madre de Facundo, Viviana Alegre, dando entender que se había violado el secreto de sumario.
Con respecto al viaje por la línea de colectivo E2, la querella puso en duda que el “Rubio” lo haya tomado para dirigirse a barrio Maldonado, basándose en el testimonio de un amigo, quien señaló que la mañana de la desaparición se subieron a un colectivo E7. Esto lleva a dudar si realmente Facundo tenía intención de dirigirse a la vivienda de la “Colela” Rearte.
A partir de ello, la querella enfatizó una incompatibilidad en los horarios. Según la investigación, la banda de Damián Córdoba partió a Tucumán a las seis de la mañana. Los GPS de la central de colectivos señalan que la línea E2 llegó a la parada donde lo habría tomado el Rubio a las 5:55 y su llegada a Maldonado, en la parada más cercana a la casa de la Colela Rearte, fue a las 6:15. Según palabras de la “testigo estrella”, ella misma se bajó de un remis a las 5:45 de la mañana y caminó dos cuadras hasta llegar a un kiosco, donde asegura haber visto el asesinato. “Todo sucedió a las seis de la mañana -enfatizó Orosz, en alusión al homicidio- cuando a esa hora, Facundo estaba en la parada de colectivo”.
Además, aclaró que distintos testigos le aseguraron que el último comisario a cargo de la causa, Rafael Sosa, ya tenía resuelta toda la causa. Se trata del mismo que está imputado por asociación ilícita por el “narcoescándalo”.
También resaltó el testimonio del “Palomo” -policía activo que se desempeñaba como el guardia personal de Damián Córdoba- quien aseguró haber visto a uno de los hijos de la Colela Rearte y al Chancho Sosa -sindicado de ser uno de los principales narcotraficantes de la seccional quinta- en el camarín del famoso cuartetero y líder de la banda.
La querella además criticó la falta de investigación sobre el posible uso de un móvil policial de la comisaría quinta. Sobre los resultados del luminol, puso en duda que éstos confirmaran la existencia de sangre, y que si así lo fuera, tampoco podría aseverar si pertenecía a Facundo. Finalmente, sentenció: “Aldo Monje resultó ser un ‘perejilazo”.
“No tenemos seguridad ni certeza que fueron ellos. Por eso pedimos la absolución”, señaló Orosz a los imputados. Solicitó además que se investigue al oficial Luna, quien mandó a un joven como infiltrado en el barrio -el mismo testigo que había sido amenazado momentos previos a dar su testimonio en el juicio- y que el fuero federal tome el caso como desaparición.
Terminados los alegatos, el Tribunal y las partes acordaron dictaminar la sentencia para el viernes 28 de agosto a las 9:30. Luego de seis jornadas del juicio continúa sin respuestas a la pregunta: ¿Dónde está Facundo?
Artículo escrito por integrantes del Equipo de comunicación Sin Facundo no hay justicia
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