21 agosto, 2015
Argentina se va a Venecia
El cortometraje 55 pastillas del director Sebastián Muro, quien decidió desprender parte de la trama de un largometraje, se presentará en el prestigioso 72° Festival de Cine de Venecia. Notas dialogó con él sobre sus expectativas de cara al festival y la producción del filme.

Además de ese tanque llamado El Clan, hay más trabajos de producción nacional presentándose en el prestigioso 72° Festival de Cine de Venecia. Uno de ellos es 55 pastillas, cortometraje del director Sebastián Muro, quien decidió desprender parte de la trama de un largometraje que está trabajando y no le fue mal.
Notas – Periodismo popular pudo charlar con él y nos dio las impresiones y expectativas de su primera participación en un festival. Éxtasis, música rabiosa y visitas que lo cambian todo.
– ¿Qué significa para vos que tu trabajo compita en el Festival de Venecia?
– Es un hecho muy importante, es el primer festival en el que voy a participar con un corto, y que sea uno de esta magnitud es buenísimo.
– ¿Cuál fue el camino que elegiste para realizar el corto?
– El corto se desprende de un proyecto de largometraje que en este momento está en la etapa de guión. Lo que tomé de este proyecto, más que nada, fue el “mundo” en el que están los personajes. Con respecto a la producción trabajamos con el equipo más chico posible ya que yo financie la mayoría del proyecto.
– ¿Tuviste alguna ayuda de la Fundación Universidad del Cine (FUC) en el proceso?
– También conté con el apoyo de la Universidad del Cine, en temas de postproducción; y de Filmabonito, casa de alquiler de equipos; y de Rei Cine (productora), en relación a los equipos.
La historia de 55 pastillas retoma la tradición de la casi mítica 76 89 03 y quizá de la recién estrenada Noche de Perros: un grupo de amigos (en este caso dos) que lo tienen todo planeado para una noche salvaje enfrentan un giro inesperado que los lleva hacia un camino bastante diferente del que pensaban. Fidel y Camilo, puntualmente, son dos amigos que quieren vender pastillas de éxtasis en un boliche. Consiguen plata, van a ver a un dealer y arman una estrategia. Todo parece ir bien hasta que Fidel una noche invita a una chica a su casa.
– ¿Qué camino pensás que se abre a partir de participar de Venecia?
– Espero que muchos. Es la primera vez que participo en un festival de este tipo. Ya el hecho de que la primera función sea en una sala para 1700 personas, hace que mi corto tenga una difusión muchísimo mas grande de la que tenia.
– ¿Qué películas te influenciaron para la historia que quisiste contar?
– Muchas películas fueron importantes a la hora de pensar este corto. Justo hubo dos películas serbias que estuvieron en diferentes BAFICIs que me ayudaron a pensar ciertos aspectos de la estética y la narrativa del corto, estas son Tilva Ros y Klip. Pensando un poco en el cine argentino hay referencias a Rapado y El estudiante, por nombrar algunas.
– ¿Qué panorama ves actualmente en el cine argentino?
– Más que nada pienso en la producción. Ya todos sabemos el problema de la distribución que tiene el cine argentino. Pero me interesa más pensarlo desde el lado de la cantidad de películas que se producen, con diversos métodos y esquemas de producción y estéticos. Esto es algo me parece muy importante que nosotros naturalizamos pero que no es común.
– ¿Estás planeando algún largometraje?
– Estoy en la instancia de guion de un largometraje que se relaciona con el cortometraje y filmando y realizando la investigación de un documental.
Iván Soler – @vansoler
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