Nacionales

31 julio, 2015

«Legalmente todas las personas privadas de su libertad tienen derecho a trabajar»

En el marco del debate suscitado por los sueldos de las personas detenidas y la comparación con las jubilaciones, Radio Sur entrevistó a Cristian Reyes, interno de la Cárcel de Devoto y Secretario Adjunto del Sindicato Único de Trabajadores Privados de la Libertad Ambulatoria (SUTPLA).

En el marco del debate suscitado por los sueldos de las personas detenidas y la comparación con las jubilaciones, Radio Sur entrevistó a Cristian Reyes, interno de la Cárcel de Devoto y Secretario Adjunto del Sindicato Único de Trabajadores Privados de la Libertad Ambulatoria (SUTPLA).

– ¿Cuál es la primera impresión que tenés respecto al debate que se dio estos días en los medios de comunicación sobre el sueldo que cobran las personas privadas de su libertad y la comparación con las jubilaciones?

– Los medios masivos tienen mala información porque bajo ningún punto de vista cobramos el salario mínimo, vital y móvil como se dijo. Cobramos 3200 pesos. Con eso ayudamos a nuestras familias.

Además nos descuentan el 11% de la jubilación que va a parar a la ANSES y con eso se le paga a nuestros abuelos y abuelas. Nosotros creemos que se merecen una remuneración mucho mejor por todo lo que han trabajado a lo largo de su vida.

Pero hay una diferencia, ellos son trabajadores que no están en actividad y nosotros somos trabajadores en contexto de encierro pero activos como cualquier otro.

Por eso nos manejamos por lo que dice la Constitución Nacional que en el artículo 18 establece que las cárceles deben ser sanas y limpias, no de tratos crueles. También los artículos 14 y 14 bis ya que el trabajo y la educación son fundamentales para la resocialización de los compañeros.

– ¿Que trabajos se llevan a cabo adentro de las cárceles y quiénes están habilitados para hacerlo? ¿Cualquiera puede trabajar o hay que cumplir con alguna condición?

– Legalmente todos los compañeros tienen derecho a trabajar. Por eso pelea el sindicato día a día es para que haya pleno empleo. porque así lo dice la ley y estamos convencidos que el trabajo dignifica a la persona. Si capacitamos a los compañeros con cursos de formación, estamos totalmente seguros que se va a bajar el índice de reincidencia.

Muchos talleres de formación no tenemos pero gracias a la asistencia del sindicato dentro de la unidad hemos logrado algunos como carpintería, herrería. Ahora, después los trabajos no son especializados, son por ejemplo de armado de bolsas.

– ¿Cómo es una jornada laboral para una persona privada de su libertad?

– La persona que trabaja acá tiene como opciones un taller de armado de bolsas que después el Servicio Penitenciario Federal (SPF) vende a los shoppings. También hay carpintería donde se fabrican sillas, escritorios para computadoras y que también vende el SPF.

Nosotros estamos día a día reclamando por los derechos de los trabajadores, en los espacios donde se realizan las tareas. Si se observa la ley 24.660, que es la de ejecución de pena, en el artículo 107 dice que el trabajo deberá ser remunerado como en el medio libre.

– ¿Cómo fue el proceso de creación y constitución del sindicato?

– El sindicato se fundó en el año 2012 con el fin de reclamar el derecho a trabajar. Ese año había acá en Devoto 300 detenidos elegidos a dedo por el SPF y en ese momento trabajar sí era un privilegio. Pero gracias a la labor del sindicato tenemos en esta unidad empleo casi total.

– En los debates y posturas que se plantearon en los medios se sostenía mayoritariamente que es inaceptable que haya un sindicato y que los presos cobren ¿como se explica y responde a esta posición?

– Tanto yo como mis compañeros estamos dentro de un contexto de encierro por haber cometido un delito. Pero tenemos derecho como todo ciudadano de trabajar, de estudiar, el único derecho que no tenemos es el de la libertad ambulatoria.

Si vamos a la ley sindical, la 23.551, se puede representar, sindicalizar y con la simple inscripción gremial (que ya la tenemos) defender a todos los trabajadores.

– ¿Pudieron observar si, cuando salió en libertad una persona que trabajó estando presa, su situación fue diferente a la del resto?

– La realidad es otra. Nosotros estamos peleando para eso, para poder formarmos porque cuando salimos la sociedad nos da la espalda por haber estado detenidos. Entonces si se nos capacita, se nos da un trabajo y se nos educa, se va a reducir un montón el índice de reincidencia que hay en algunos compañeros.

– Según dice la legislación, a la retribución por el trabajo del interno se le deducen los aportes sociales y se los distribuye. El 10% es para indemnizar los daños y perjuicios que haya causado el delito; el 35% para la prestación de alimentos; el 25% para costear los gastos de la cárcel y solo un 30% va a un fondo personal ¿esto es así?

– Si, eso es correcto. De hecho estamos peleando por el tema del fondo de reserva porque no está liberado. El ente cooperativo penitenciario tiene esa plata en el fondo de reserva no sabemos si a plazo fijo o donde.

– Claro, porque ese fondo se lo lleva el detenido cuando recupera su libertad o si lo habilita un juez por alguna causa puntual.

– Eso es correcto. Lo que pasa que hasta que el detenido purga una condena ese fondo de reserva está en un banco a plazo fijo a nombre del SPF. Entonces ¿por qué no le abren una cuenta al trabajador y hacen lo mismo?

– Acá nombrabas algunas pero ¿cuáles son las principales reivindicaciones que están llevando adelante como sindicato?

– Actualmente estamos trabajando con los compañeros haciendo recorridas por todos los pabellones de la unidad anotando a quienes no tienen trabajo para conseguirles uno. También visitamos los lugares de trabajo para asegurarnos que tengan un lugar digno para desarrollar su tarea y se cumpla con todas las normas de seguridad como lo marca la ley laboral 20.744 (que rige tanto dentro como fuera de la cárcel).

En este momento también estamos formando una cooperativa para que todos los compañeros que empiecen con salidas transitorias puedan tener un trabajo y sentirse apoyados.

Una última cosa que quiero aclarar es que de los supuestos 15 mil pesos que destina el Estado para sostener a cada persona detenida a nosotros nos deben llegar como mucho dos mil. El resto se lo queda el SPF y no sabemos a donde va a parar porque no nos dan ni elementos de higiene, ni sábanas, nada.

 

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