13 julio, 2015
Panorama Africano
Las noticias de África que cada lunes llegan de la mano de Notas – Periodismo Popular. El Panorama Africano con información sobre la realidad de 55 países habitados por mil millones de personas.

Las noticias de África que cada lunes llegan de la mano de Notas – Periodismo Popular. El Panorama Africano con información sobre la realidad de 55 países habitados por mil millones de personas.
El país más joven del planeta cumplió años en medio de una fuerte crisis humanitaria
El pasado 9 de julio Sudán del Sur celebró sus primeros cuatro años desde que, en 2011, se escindiera de Sudán. Sin embargo, el país atraviesa una guerra civil iniciada en 2013 entre dos bandos comandados por el presidente Salva Kiir, por un lado, y su ex vicepresidente Riek Mashar, por el otro.
Justamente el día de la independencia nacional, venció el mandato presidencial de Kiir. No obstante fue ratificado en el cargo por el parlamento ya que debido al conflicto interno las elecciones presidenciales previstas para este mes debieron ser suspendidas.
Un día antes Mashar había advertido desde Kenia que «si el presidente Kiir permanece firme y se niega a entregar el poder a la gente, entonces los ciudadanos tendrán todo el derecho a levantarse y derrocar su régimen». Además añadió: «Solo el pueblo puede renovar el mandato de cualquier legislatura, el presidente, los gobernadores y los diputados, a través de elecciones periódicas. Hacer lo contrario es usurpar el poder del pueblo y esto es ilegal».
Según datos de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), más de dos millones de personas debieron abandonar sus hogares desde el comienzo de la guerra civil. Alrededor de un millón y medio se han visto desplazadas dentro del país y 730 mil huyeron a países vecinos, principalmente Etiopía que hospeda a más de un cuarto de millón de sursudaneses.
A esto hay que agregar que ocho millones de personas -dos tercios de la población- están en situación de inseguridad alimentaria y casi cuatro millones de ciudadanos pasan hambre.
Boko Haram incrementa sus ataques fuera de Nigeria
El principal afectado fue Chad, uno de los cuatro países que integran la fuerza multinacional que combate contra el grupo islamista nigeriano, Boko Haram.
Un comando de la organización insurgente mató a 18 personas de la aldea chadiana de Memorom el jueves pasado. El hecho ocurrió en las cercanías del lago Chad cuando los aldeanos se reunían para romper el ayuno por el mes sagrado musulmán Ramadán.
Dos días después un atacante suicida disfrazado de mujer hizo explotar una bomba en el mercado central de Yamena, capital de Chad. Un centenar de personas resultaron heridas y 14 fallecieron. El vocero de la policía nacional, Paul Manga, explicó que «cuando estalló el artefacto aún el mercado se encontraba cerrado. De ocurrir horas después, el número de víctimas hubiera sido mayor».
El suicida estaba cubierto con un burka, atuendo utilizado por las mujeres musulmanas para cubrir íntegramente su cuerpo. Esto llamó la atención de los guardias de seguridad ya que, el pasado 18 de junio, el gobierno chadiano prohibió el uso y venta de velos en mujeres y turbantes en los hombres luego de otro atentado que causó 37 víctimas. Al ser interceptado, el atacante explotó la bomba en la puerta del lugar.
A estos casos hay que sumarles que cuatro militares chadianos murieron en Níger este domingo luego de un ataque de Boko Haram a una prisión local ubicada en Diffa. Dos días antes se había desarrollado otro ataque perpetrado por el mismo grupo en Dagaya, un poblado cercano a la localidad de Bosso, que mató a cinco jóvenes obreros.
Estas acciones armadas demuestran la capacidad de fuego que mantiene la organización, pese a las victorias militares de la fuerza multinacional de Nigeria, Níger, Camerún y Chad, que actúa por mandato de la Unión africana. La insurrección de Boko Haram y su represión causó en estos países alrededor de 15 mil muertos desde 2009, y más de un millón y medio de desplazados.
Burundi suspendió las elecciones presidenciales
El gobierno burundiano anunció el aplazamiento de los comicios previstos para el 15 de julio donde la población debía elegir un nuevo presidente. Esta decisión se tomó luego de varias semanas de llamados de parte de países africanos y Naciones Unidas a postergar la elección para generar un diálogo con la oposición.
Desde el 26 de abril, cuando el actual mandatario Pierre Nkurunziza anunció que buscaría su re-reelección, se desató en el pequeño país africano una crisis social y política. Amplios sectores de la oposición sostienen que esa postulación es inconstitucional. De acuerdo con la Carta Magna de Burundi el presidente solo puede aspirar a dos mandatos consecutivos. Con esa presentación, Nkurunziza busca un tercer periodo.
En este contexto el pasado 29 de junio se realizaron elecciones legislativas boicoteadas por la mayoría de los partidos políticos. Según la Comisión Nacional Electoral Independiente (CENI) el partido de gobierno ganó y obtuvo 77 de los cien escaños que componen la Asamblea Nacional.
La crisis burundiana se ha cobrado ya más de 70 víctimas fatales, ha vivido una rebelión militar fallida que intentó derrocar al presidente y ha generado que más de 150 mil personas huyan del país.
Unión Africana pide cancelar la deuda de los países afectados por el ébola
La semana pasada se llevó a cabo la Conferencia Internacional de Recuperación del Ébola, foro convocado por Naciones Unidas para apoyar los esfuerzos de los Estados afectados de cara a la derrota del brote y la superación de su devastador impacto económico.
En ese marco el presidente de la Unión Africana (UA) y de Zimbabwe, Robert Mugabe, demandó la cancelación de la deuda externa de Guinea, Liberia y Sierra Leona. «Reiteramos la solicitud de la UA de condonar la deuda, porque dicho paso permitiría a las tres naciones concentrar los recursos en la búsqueda de resiliencia, lo cual es clave para enfrentar de manera efectiva eventuales rebrotes del virus», afirmó.
«No podemos olvidar que si el virus del Ébola no es derrotado en África Occidental, ningún lugar de este mundo interconectado estará a salvo de la epidemia», subrayó el mandatario.
Durante la Conferencia también habló el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, quién sostuvo que a la epidemia «podemos derrotarla, creo que lo estamos haciendo, pero debemos llegar hasta el final, hasta que veamos curado al último paciente». El secretario general señaló que invertir en los Estados golpeados por el brote constituye «un aporte a la salud global, porque prevenir epidemias locales puede evitar que se conviertan en pandemias regionales».
El compromiso asumido al finalizar el foro fue de recaudar aportes por cinco mil millones de dólares para combatir la enfermedad que ya ha causado más de 11 mil muertos y 27 mil casos desde su brote epidémico a fines de 2013.
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