9 julio, 2015
Manuel Zelaya: «En Honduras hay un golpe continuado»
Manuel Zelaya, ex presidente de Honduras, dialogó con el programa Con el pie izquierdo de Radio Sur FM 88.3 donde hizo un análisis de la realidad latinoamericana y hondureña. Además denunció la situación de falta de justicia en su país tras el golpe de Estado en su contra.
Manuel Zelaya, ex presidente de Honduras, dialogó con el programa Con el pie izquierdo de Radio Sur FM 88.3 donde hizo un análisis de la realidad latinoamericana y hondureña. Además denunció la situación de falta de justicia en su país tras el golpe de Estado en su contra.
El 28 de junio de 2009, Manuel Zelaya fue derrocado por un golpe de Estado que lo expulsó del país hacia Costa Rica. El mandatario destituido venía desarrollando políticas de índole social y tuvo el atrevimiento de acercarse a los gobiernos que impulsan procesos de cambio en el continente, principalmente aquellos que integran la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba): Venezuela, Bolivia, Cuba y Ecuador.
Esto le valió el rechazo de los sectores económicos concentrados, las fuerzas armadas y los Estados Unidos, derivando en su destitución. Desde entonces se ha convertido en una figura clave de la resistencia al golpe que, si bien convocó nuevamente a elecciones, Zelaya considera que se ha prolongado en el tiempo y continúa hasta hoy.
– ¿Cómo analizas la situación política actual en América Latina?
– Hay una restauración conservadora de los sectores más reaccionarios en América Latina. O sea todo el sistema transnacional se ha se ha revitalizado y está actuando con mayor agresión frente a nuestros países.
Esto se ve reflejado en varias políticas de seguridad, económicas, donde los pueblos son más explotados y oprimidos. No podemos negar la dureza con la que se está actuando ahora en nuestras sociedades. Están buscando mayores beneficios y lucro económico sin importar el bienestar social.
Pero tampoco ellos podrán negar que los pueblos de América Latina también hemos despertado y ahora estamos en las calles con movimientos como en Guatemala, como aquí en Honduras en lo que se llama el Movimiento de las Antorchas, donde miles de ciudadanos indignados salen a las calles a pedir que cese la corrupción, la explotación y los crímenes que hoy están a la orden del día.
– Las movilizaciones en Honduras se han dado centralmente a partir de una denuncia por corrupción en el Sistema de Seguridad Social que ha afectado, entre otras cosas, el insumo de medicamentos en hospitales.
– La corrupción es la sangre del sistema capitalista, sin ella el sistema no puede sobrevivir. Porque se basa precisamente en los intereses particulares frente al bien común. Es difícil considerar los actos de corrupción si los vemos aislados del sistema.
En Honduras el presidente actual reconoció que utilizó fondos de la corrupción para su campaña política y eso trajo mucha indignación del pueblo.
Hay un periodista que difundió los cheques y empezó un movimiento de ciudadanos indignados que hoy están en las calles reclamando que el presidente sea investigado. Y al estar comprobada su participación en este caso, sea apartado del cargo.
– Más allá del reclamo popular ¿la Justicia ha avanzado en la investigación considerando que el presidente ya ha asumido su responsabilidad?
– El sistema de justicia en Honduras está corroído desde el golpe de Estado. No dudo que hay magistrados decentes, pero la regla es que el presidente actual maneja la justicia como si fuera su propio negocio.
La Corte de Justicia parece el bufete de abogados del presidente. No hay ninguna forma de que este sistema pueda investigarlo a él. Destituyó magistrados y puso nuevos que él controla. Lo mismo hizo con los fiscales.
Por eso el pueblo en las calles está pidiendo un sistema de justicia internacional, que ya se aplica en Guatemala, que es una comisión contra la impunidad que debe venir a Honduras e investigarnos a todos.
– ¿Y respecto al golpe de Estado de 2009 el sistema judicial se ha pronunciado?
– Argentina sufrió golpes de Estado y acuerdate cuanto tardó en empezar un proceso de revisión en cuanto a las violaciones de los Derechos Humanos.
En ese sentido nosotros hemos estado reclamando duramente al Estado: primero por el apoyo que tiene de los EEUU. Es absolutamente lamentable porque Washington está apoyando un gobierno represivo y que asalta los fondos públicos para su propio beneficio.
Por otro lado, a pesar de que por el golpe fue expulsado de la OEA, condenado por Naciones Unidas, por todos los países del mundo, que la comisión de la verdad determinó que aquí hubo un golpe militar todavía el Estado hondureño se niega a reconocerlo y persigue a las víctimas.
Nos persiguen como si tuviéramos que rendir cuentas a quienes nos asaltaron. Alguien te asalta en la calle y ahora pide que tú le rindas cuentas del asalto que te hizo. Esa es la situación jurídica que estamos viviendo en Honduras.
Por eso la gente está pidiendo una comisión internacional contra la impunidad para que todos esos delitos sean revisados, verificados y se aplique la justicia en el país.
Es lamentable que para América Latina esos crímenes queden impunes y se fortalezca un sistema que acepta estos golpes contra la democracia. Entonces todos los otros pueblos están sujetos a que se vuelvan a repetir este tipo de tragedias en sus países.
Pienso que el derecho internacional no funciona, es débil, solo usa la diplomacia. Debemos tratar de crear, en este sentido, una norma jurídica que le permita a los pueblos tener garantías nacionales e internacionales para evitar este flagelo que ha vivido nuestro país.
Después de seis años ha aumentado la pobreza, la violencia, la pobreza, la corrupción y todavía no podemos superar ese trágico 28 de junio de 2009.
– Si el Estado hondureño no reconoce que hubo un golpe ¿qué pasó entonces según su versión?
– Según el Estado hondureño yo estaba de vacaciones, en pijama, en Costa Rica. Porque ellos me sacaron en la madrugada de mi casa.
«¿Y el presidente por qué no estaba aquí?», «no, estaba de turista en Costa Rica». Es el absurdo, vivimos el ridículo y el problema es que la comunidad internacional no tiene garras. Se creó la Celac, se crearon todas estas organizaciones nuevas y no pueden superar este tipo de arbitrariedades que suceden en nuestros países.
Estamos demandando que se respeten los acuerdos internacionales. Yo regresé a Honduras por eso. El acuerdo lo firmó Honduras, la OEA, el presidente Santos, el presidente Chávez.
Pregúntale al presidente actual que opina al respecto. Su partido dice que ese acuerdo es un asunto personal de los presidentes de latinoamérica y que Honduras no lo reconoce. Entonces vivimos un estado de indefensión total. No hay derecho, no hay justicia, no se reconoce ninguna de las garantías ciudadanas.
Hay un golpe prolongado, sigue el golpe continuado en Honduras y la comunidad internacional, bien gracias.
Si llegaste hasta acá es porque te interesa la información rigurosa, porque valorás tener otra mirada más allá del bombardeo cotidiano de la gran mayoría de los medios. NOTAS Periodismo Popular cuenta con vos para renovarse cada día. Defendé la otra mirada.