Fútbol

8 julio, 2015

Un año del 7 a 1 de Alemania a Brasil: Esa mancha no se borra nunca más

El 8 de julio de 2014 se aguardaba con expectativa la primera semifinal del Mundial de Brasil. Los locales, siempre favoritos, enfrentaban a uno de los equipos más fuertes del torneo: Alemania. Nadie esperaba lo que finalmente sucedió aquella tarde en el Mineirao.

El 8 de julio de 2014 se aguardaba con expectativa la primera semifinal del Mundial de Brasil. Los locales, siempre favoritos, enfrentaban a uno de los equipos más fuertes del torneo: Alemania. Nadie esperaba lo que finalmente sucedió aquella tarde en el Mineirao.

Por el lado de Argentina la ilusión estaba todavía intacta. Al día siguiente había que enfrentar a Holanda para llegar por primera vez a una final después de 24 años y, encima, podía ser contra Brasil en su casa.

Pero en pocos minutos se despejó toda duda de quién sería el primer finalista. Antes de la media hora Alemania ganaba 5 a 0 a un Brasil que no veía la pelota mientras el público no podía creer lo que estaba viendo. Para colmo, el segundo gol fue obra del veterano Miroslav Klose que, con ese tanto, desterró a Ronaldo como máximo goleador de la historia de los mundiales.

De cara al segundo tiempo solo se podía esperar que el equipo de Luiz Felipe Scolari intentara no sufrir una humillación mayor. Si bien Alemania levantó el pie del acelerador convirtió dos goles más y sobre el final descontó el seleccionado verdeamarelo simplemente para decorar un resultado que quedará para la historia. Y Brasil, después del Maracanazo de 1950 y esta derrota, nunca más querrá organizar una Copa del Mundo.

A un año, el técnico alemán Joachim Löw brindó una entrevista al diario SportBILD. «Chicos, ganamos 5-0, pero espero de ustedes que sigan jugando de manera concentrada, disciplinada y seria», recordó el entrenador que le dijo a sus jugadores en el entretiempo.

El técnico continuó: «Les dije a mis jugadores que el que tuviera un problema con este punto de vista, no sería considerado para jugar en la final. No quería que ninguno de ellos empezara a burlarse de los brasileños delante de un público de millones de personas. El respeto que nos mostró todo el país de Brasil hasta el momento fue grande».

«Para mí era totalmente imposible humillarles en ese momento o mostrarnos arrogantes. En 2006 tuvimos la oportunidad de sentir como es de doloroso perder en la Copa del Mundo frente a tu propia gente», concluyó.

Por su parte el ayudante de campo, Hansi Flick contó que durante el primer tiempo el entrenador le hizo seis veces la misma pregunta: «Hansi, ¿esto es real?». Increíble, pero si, absolutamente real.

 

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