6 julio, 2015
Chile campeón de la Copa América
Un balance posible del presente y futuro de los seleccionados que jugaron la Copa América y sus desempeños. El ocaso de Brasil, el buen presente de Paraguay y Chile y la decepción de Colombia.

El fútbol, a veces, es justo. Que el equipo dirigido por Sampaoli se haya consagrado campeón por primera vez en la historia del torneo continental más antiguo de la historia, es un acto de justicia deportiva porque fue el mejor equipo de la competición, refrendándolo nada más y nada menos en la final contra la selección Argentina. Partiendo de la premisa que el campeón fue el que mejor jugó, el balance de la Copa América 2015 disputada en tierras trasandinas es deportivamente positivo.
Positivo porque el vencedor representó una idea de juego que, con altibajos, supo marcar diferencias con el resto. Dos victorias en su zona (Ecuador y Bolivia) y un empate (México) le abrieron la puerta a los cuartos de final, donde venció por la mínima a Uruguay. Luego vendría Perú y las dudas que el 2 a 1 a favor, incluso, puso de manifiesto. En la final su idea primó sobre la del equipo argentino y saldó a favor. Un técnico que afianza una idea, jugadores que asimilan y llevan a cabo, un resultado histórico.
Si para Chile el balance es positivo, para Argentina también debe serlo a pesar de la performance de la final donde quedó claro que ocho meses de trabajo corren con cierta desventaja a casi tres años que lleva el entrenador argentino, hoy prócer chileno. Para algún desprevenido, sirve decir que Chile también cambió en la final, no fue tan vertical ni audaz pero no perdió un aspecto central de su premisa que es la presión. Argentina cambió y perdió audacia, la pelota y con ella su manera de entender el juego. Hubo más en el Debe que en el Haber pero la última operación deja una mueca de insatisfacción.
Perú con Ricardo Gareca en el banco de suplentes recorrió tierras chilenas desplegando un fútbol que logró adeptos a partir de su juego asociado, tenencia de pelota y laterales como Vargas y el sorprendente Advíncula que sumados al peso goleador de Guerrero permiten soñar con unas eliminatorias mejores que las últimas que ha podido realizar la selección peruana.
Otro equipo que tuvo un paso por Chile en el que recogió más rosas que espinas fue Paraguay, que con Ramón Díaz como entrenador, pudo sortear el grupo que disputo con Argentina y Uruguay para luego eliminar a Brasil. Es poco el tiempo de trabajo y se vió más carácter que juego pero a las eliminatorias parece llegar mejor que a la anteriores donde no pudo lograr la clasificación al mundial.
Las ocho selecciones restantes no dejaron aspectos favorables ni en la competencia ni en lo que a su juego respecta. Brasil parece alejarse cada día más de aquello que lo identificó siempre, el buen pie, la pausa, laterales que hagan diferencia y sobre todo, juego. Brasil ya no juega, Brasil parece haber perdido la alegría que caracterizó su juego a lo largo de la historia.
Uruguay, defensor del título y máximo campeón de la competición, no logró manejar momento alguno de los partidos que disputó. Solo venció a Jamaica en un partido en el que evidenció las carencias que esgrimió en la generación de juego. No pudo contar con Luis Suárez, ya no está Forlán, Lugano no fue citado, lo mismo que Abreu. Solo tuvo personalidad. Pero con eso sabemos que no alcanza si de un juego hablamos.
Colombia, quizás, fue la selección que más en deuda quedó, siempre y cuando hablemos de equipos a los que se les podría pedir un poco más. Después del gran campeonato mundial que había hecho, se esperaba que la selección que dirige Pekerman pudiera mantener el nivel y fuera protagonista del certamen. Más aún, muchos consideraban a Colombia como candidata al título pero jamás pudo encontrar su juego y terminó apelando al roce físico que tan poco resultado le dio.
En último pelotón, con claro signo desfavorable aunque con distintas expectativas quedan Ecuador, Bolivia, Venezuela, México y Jamaica. Los dos últimos llegaron a la competencia para utilizarla como prueba, como instancia preparatoria de lo que vendrá. Jamaica invitado y México con suplentes por privilegiar la Copa de Oro de la Concacaf.
Bolivia logró clasificar a los cuartos de final pero cayó sin atenuantes ante Perú y nada más. Venezuela que comenzó con victoria frente a Colombia no pudo hacer pie y cayó frente a Perú y Brasil y quedó excluido de los cuartos. Ecuador venció a México cuando ya casi no podía aspirar a nada, después fue un equipo inexpresivo. Todos con saldo desfavorable.
La Copa América llegó a su fin. El campeón fue el mejor, el segundo y tercero merecieron lo que consiguieron. Deportivamente hablando el balance de la competición fue positivo. Ahora de tiempo de seguir trabajando para ver cuál será el resultado del balance del proceso eliminatorio de cara a Rusia 2018.
Federico Coguzza – @Ellanzallama
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